Querido Tribilín

Por estar celebrando mi cumpleaños el día 25 quiero escribirte unas palabras ya que me he enterado de que los doctores dicen que tienes una enfermedad y te operaron. Espero que no te haya dolido mucho y que te restablezcas pronto. Dile a Mamácandanga, y disculpa que la llame de esta manera pero me parece tan simpático el nombre, que te dé muchos besos, porque eso ayuda a que te mejores. A mi cuando me dolía algo mi mamá me daba unos besitos y se me quitaba el dolor.

He escuchado aquí en el cielo que han llegado millones de peticiones por tu salud de todas las regiones de la Tierra. Se nota que te quieren mucho, y eso debe ser porque te has portado muy bien. También sé que no ha sido fácil para ti y que te has esforzado mucho.

He escuchado también de algunas malas personas que se alegrarían si te pasara algo malo, y que han hecho planes para acabar con tu vida. A mi me pasó lo mismo cuando nací. Unos soldados de un tal Herodes, los cuales usaban unas ridículas falditas, persiguieron a papi y a mami para matarme. Gracias a Dios no lo lograron y pude llevar a cabo mi misión. Años después mataron a mi primo Juan al que apodaban “el Bautista”, hijo de mi tía Isabel prima de mami, porque él era un hombre revolucionario, justo y bueno. Con esta gente hay que tener mucho cuidado porque su maldad no tiene límites. Como tú sabes, años después lograron alcanzar su objetivo, me agarraron, me torturaron y me crucificaron. Pero la verdad es que no les salió muy bien la cosa ya que, a pesar de eso, nadie se ha olvidado de mi, ni de mis ideas.

Te quiero dar las gracias y felicitarte porque tu entrega a los necesitados de tu pueblo y de otros pueblos mas allá del tuyo ha sido admirable. Y una de las cosas que me gusta es que lo has hecho en paz. En tiempos del héroe que admiras, Simón, la cosa muchas veces la arreglaban con espadas y cañones, y te confieso que me desagrada mucho eso.

Todo lo que ha sucedido ha sido emocionantísimo. O como dices tú, un “milagro”. Yo sé de eso porque yo aprendí de Papá Dios a hacerlos muy bien.

Todos aquí hemos estado, como dicen allá, “mosca” contigo. Hemos visto con mucha atención los pasos que has ido dando para lograr que poco a poco tu país Venezuela avance y así lograr que tus hermanos sean felices. Que suerte has tenido de contar con la ayuda de tanta gente buena, como la del señor que tiene una barba como la que usaban muchos cuando yo vivía allá.

Me llamó mucho la atención tu comentario sobre “la llamarada” y quiero comentarte algo: Siempre he estado a tu lado sin que tú me veas, porque esa llamarada de la que hablas yo la he puesto en algunas personas para que les dé fuerza para luchar y puedan ayudar a sus hermanos. Yo fui el que la puse en ti y la has sabido usar muy bien. También has sabido compartirla con muchos de los importantes líderes y pueblos del mundo. ¡Excelente trabajo Tribi!

Esa llamarada está encendida hoy en millones de corazones humanos y no va a ser tan sencillo que los Herodes, Césares y terroristas del mundo logren apagarla. ¡Pa’lante! Si Papá Dios está con ustedes, ¿quién contra ustedes?. Pero eso si, por ahora, cuídate mucho, no te preocupes por no poder atender la inmensa cantidad de cosas a las que estás acostumbrado a atender. Ten confianza en la gente que te acompaña, en tu pueblo, en la inmensa cantidad de seres humanos que te aman y que luchan todos los días por un mundo mejor.

Recuerda siempre que todo es una “ilusión” y que se desarrolla según lo que podríamos llamar el “Plan General de Gobierno de Papá Dios”, en el cual has colaborado especialmente con toda tu alma, y en el cual tu pueblo también ha puesto la suya.

Tu inmenso amor y el amor que siente por ti tanta humanidad es una “llamarada invencible”.

Para finalizar mis palabras te digo que tú eres como un niño, así te has mantenido, aún siendo Presidente. A mi me llaman “el Niño Dios”, pero ante todo soy un niño. Y te digo que esa pureza de los niños es vista con especial amor por mamá, papá, los ángeles y santos del cielo y sobre todo, es vista con su infinito amor por Papá Dios: el “Comandante de los Comandantes”.

Así que pa’lante Presidente, Comandante, niño “arañero” de ese pedacito de tierra que llaman Venezuela.

¡Gloria a Dios en el Cielo! y ¡Gloria al Bravo Pueblo!

con todo mi amor

Niño Jesús

PD: No te pongas bravo pero... cantas muy mal según dicen los coros de los ángeles, pero a mi sinceramente me parece que se oye bien. Por lo tanto, si te gusta tanto cantar, ¡canta Hugo!, canta y no te detengas nunca, porque tu canto es fuente de vida y alegría para mi corazón y el corazón de millones de seres humanos.


amigodon@yahoo.com


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