Socialismo, Desarrollo Endógeno y Democracia Participativa

Durante años el debate sobre el Socialismo ha estado vigente. Y durante años, sus críticos se han empeñado en señalar la muerte del mismo. Sin embargo, desde el Socialismo Utópico de Saint-Simon, Owen y Fourier, pasando por el los críticos socialistas de Simon de Sismondi, el Anarquismo de Godwin, Proudhon y Bakunín, el Socialismo de Estado o de Cátedra de Wagner, Rodbertus, Lasalle, el Socialismo “Combativo” de Babeuf, Blanc y Blanqui, el Socialismo Institucionalista de Veblen, o diversas variantes como el Socialismo Democrático, el Socialismo Científico, el Socialismo a la cubana, o el eurocomunismo, el Socialismo vietnamita, el Socialismo Real, etc, en todos estos modelos de socialismo se ha evidenciado que la necesidad de una alternativa al capitalismo sigue en pie.

Se han señalado los éxitos y fracasos de cada uno de los modelos y las discusiones en torno a las implicaciones y sustentaciones teóricas de los modelos han llenado grandes tomos de las mejores bibliotecas del mundo y han sido tema de incontables conferencias, simposios y seminarios.

Sin embargo, en Venezuela se ha dado al traste con la mayoría de los modelos preconcebidos de Socialismo, y ha comenzado de manera exitosa la construcción de lo que, sin falsas modestias, se ha llamado el Socialismo del siglo XXI.

El Socialismo lo concebimos como la supremacía del hombre por encima del mercado y del capital, es la construcción de una nueva sociedad en la que el hombre, como centro de la misma, deja de ser la mercancía predilecta del capitalismo y pasa a ser sujeto de su propia transformación.

En el Socialismo venezolano, la propiedad colectiva de los medios de producción se va creando a partir de la apropiación, por parte de formas comunitarias y cooperativistas de organización, de los activos, de los instrumentos de trabajo y del capital que el Estado, con visión social, responsable y solidaria, aporta a los trabajadores.

El Socialismo venezolano surge como consecuencia de la Revolución venezolana que en lo político se expresó en el proceso constituyentista del año 1999. En ella, el pueblo venezolano votó soberana y libremente por una Constitución que declara al Estado venezolano como un Estado Democrático y Social, de Derecho y de Justicia. Con esta base constitucional, que da pie para la construcción de una sociedad socialista, se inició la transformación económica que se ha centrado en el modelo de Desarrollo Endógeno. Por esta razón, Socialismo y Desarrollo Endógeno van de la mano en nuestra Revolución.
El Desarrollo Endógeno busca la creación de riqueza desde el interior de las comunidades, con el esfuerzo de quienes trabajan, para el propio provecho y bienestar. El desarrollo desde adentro y hacia fuera tiene como norte lograr la sustentabilidad y en ese sentido el Estado ha participado como un ente promotor y facilitador sin caer en el asistencialismo. Se le da al trabajador el pescado, pero se le enseña a pescar, con miras a que luego él pueda pescar sin la asistencia del Estado. El Desarrollo Endógeno, como política de estado busca la desconcentración territorial, la soberanía alimentaria y la creación de nuevos patrones de consumo, basados en nuestras realidades culturales y por encima de la transculturización y la alienación impuestas por el consumismo capitalista. En ese sentido, el Desarrollo Endógeno busca también una nueva moral y unas nuevas relaciones en las que la cogestión y la autogestión son piedras angulares de la participación real de los trabajadores en la conducción de su propio destino.

Es alrededor del Desarrollo Endógeno como nuevo modelo productivo que busca transformar las relaciones de producción, y teniendo como marco el modelo de Democracia Participativa y Protagónica, que se construye el Socialismo venezolano. El Socialismo propicia valores como la solidaridad y la cooperación, contrapuestos radicalmente a los valores individualistas y competitivos del Capitalismo.

Nuestro Socialismo practica la solidaridad tanto a lo interno como a lo externo, por eso, vemos cómo Venezuela suscribe acuerdos de cooperación y lucha por la creación de un mundo multipolar. Venezuela ha llevado propuestas a distintos foros internacionales sobre la necesidad de luchar contra el analfabetismo, la pobreza y el hambre, pero sin llegar a dejar de denunciar que estos problemas de la humanidad son consecuencia de la explotación, de la expropiación de nuestros recursos por parte del Imperialismo y de ese modelo perverso que es el capitalismo y que divide a la sociedad en clases abiertamente enfrentadas entre si.

En Venezuela la construcción del Socialismo no ha estado exenta de peligros. Un Golpe de Estado, las amenazas abiertas del magnicidio y el chantaje de una intervención estadounidense han sido y son, elementos de presión para que Venezuela desista en su camino de justicia y de redención de los pobres. Sin embargo, la tarea que ha iniciado nuestro pueblo es indetenible e irreversible. Es una tarea que ya no es sólo nuestra, a nivel internacional los pueblos comienzan el despertar hacia la construcción de un nuevo amanecer y los ojos del mundo, y sus esperanzas están puestas en nuestra Revolución.

ofgomez@espacioautogestionario.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 14274 veces.



Omar Gómez

Conductor del programa "Latinoamérica Unida", por La Radio del Sur.

 omarg.ccs@gmail.com      @omarfgomez

Visite el perfil de Omar Gómez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Omar Gómez

Omar Gómez

Más artículos de este autor