¿Cuando ganamos en el Zulia?

Aquí en el Zulia se despejó el vacilón que mantenía un Nuevo Tiempo para la escogencia de su precandidato para los venideros comicios del 12 de febrero de 2012, donde elegirán entre el Kike Capriles Randosky y Pablito “Er Mollejúo” Pérez el abanderado de la derecha venezolana. Pero, mas que una polarización de alternativas de opciones o modelos entre este par de dos (los otros y la otra no cuentan, sino de relleno) hay un ingrediente adicional de nuestra cultura política: maracucho no vota por caraqueño y caraqueño no vota por maracucho. Y eso, es una gran realidad.

 El regionalismo maracucho (no el regionalismo zuliano, ese es otra cosa) es sectario y es producto de una cultura importada y adaptada desde el inicio de las explotaciones petroleras. Esto trajo consigo, que el maracucho adoptara un poco la forma de ser gringa, del consumo desmedido y que todo lo venido del norte es lo mejor y por ende el norte es su norte. Por eso, es tan fácil aquí construir los malls o grandes centro comerciales a lo Miami, donde el maracucho o la maracucha que no puede ir a la Florida o a su nuevo destino de consumo, el istmo Panameño, se sienta como en su casa, estando en casa. Que coman y se vistan como si estuvieran en latitudes templadas y no tropicales. Por eso, Maracaibo, es la ciudad mas agringada de Venezuela y cuando se habló (y todavía se mantiene esta tesis) de una secesión geopolítica del territorio zuliano, hubo un tufito que embargó a una parte importante de sus habitantes de querer su “independencia”.

 Esta “debilidad” la ha capitalizado muy bien la derecha y adicionándole además dentro del paquete regional maracucho, simbologías tan arraigadas como La Chinita (Manuel le hizo estatuas en los cuatro puntos cardinales de Maracaibo) y que la han hecho ver a la gente que la virgen está en contra del proceso y que no “quiere” a Chávez, sino a ellos porque son maracuchos. Igualmente el negro San Benito se “hecha palos” con Pablo Pérez acompañado por alcaldes bolivarianos y dirigentes del PSUV y de complemento tenemos que el  puente “Rafael Urdaneta” y el Lago de Maracaibo, ahora inscritos en un Nuevo Tiempo al igual que la gaita y las deidades ya nombradas.

 El otro ingrediente adicional es el abandono al que fue sometido el Zulia por los gobiernos centralistas caraqueños. Esta exacerbación aumenta con la llegada de Manuel Rosales como alcalde de Maracaibo y luego, como gobernador de Maracaibo (no, no hay error, gobernador de Maracaibo) y que Pablito ha mantenido. Tanto Manuel Rosales y P.P solo se han dedicado a Maracaibo, dejando el resto del inmenso territorio zuliano huérfano de la acción social, económica y productiva de estos gobiernos regionales de derecha. A Manolo y a P.P no les interesa el Zulia mas allá del puente Rafael Urdaneta o del territorio de la Cañada de Urdaneta. Lo demás, es monte y culebra para ellos y así quieren que se quede, ya que la capital maracucha, como la Roma antigua es una urbe-estado que aglutina el grueso de la población que vota y de esta manera, cuando los zulianos eligen un gobernador, están eligiendo el alcalde Maracaibo. Por eso que el “slogan” que usan los de la derecha y tienen eco en algunos “rojitos” es: Maracaibo y el Zulia, es decir deslindan la “provincia” zuliana del todo que debe ser como estado, teniendo preeminencia Maracaibo.

 Por eso, que ha sido y será cuesta arriba ganar está entidad para la revolución, no solo por lo ya descrito, sino porque hay que sumarles las torpezas tras torpezas (o será saboteo tras saboteo) que cometen nuestros servidores públicos y los alcaldes y alcaldesas elegidos en consenso interno. De los catorce municipios que la revolución conquistó, gran parte de este presente geopolítico se perderá en los futuros comicios municipales por la ineficiente y hasta bochornosa gestión que se ha hecho, basada en las apetencias personales apoyadas por parcelas políticas regionales y locales. No hay visión de proyecto país, nuestros camaradas y nuestras camaradas viven su momento, el suyo y de los que están en su entorno cercano y no hay aporte tangible ni para el pueblo que depositó su confianza en ellos y ellas, ni para la causa revolucionaria en la presencia y permanencia del camarada Chávez como garantía.

 En cuanto a los responsables nacionales, vemos que hay desgano en hacer el trabajo: el metro de Maracaibo, la recuperación del sistema de salud regional y los pertenecientes a la Misión Barrio Adentro, la refacción de las estructuras escolares, el alcance de la Red Mercal, el desastre de la carretera Machiques-Colon, el rescate de tierras y el incremento de la agroproducción alimentaria, son algunas de las actividades en que hay una ostensible falta de apego revolucionario a que las cosas salgan bien. Y no estoy hablando de “nuevos” proyectos, estoy nombrando algunos que empezaron hace tiempo  y la indolencia los descuidó y hay otros a los que le “inyectan” recursos y recursos y no vemos un movimiento hacia su culminación.

 Y ahora, para aderezar todo esto, CORPOELEC les dice a los zulianos y zulianas, que deben pagar una multa de un solo trancazo que van desde un 75% a un 200% si incrementan el consumo o si no bajan el gasto con respecto al mismo periodo mensual comparativo del año 2009. Si bien es cierto, que hay un aliciente cuando la familia reduce la utilización del consumo energético eléctrico, hay ponderables que no se tomaron en cuenta en las proporciones debidas. Pero empeorando las cosas, la falta de una información clara y el descontento del usuario la capitalizó en “caliente” la derecha, ya que fue después que nuestros servidores públicos y nuestra dirigencia “salieron” a explicar al colectivo sobre este cobro que pecha el “despilfarro” eléctrico.  Pero, como sucede en algunos casos al aclarar oscurecían, como lo hizo un connotado dirigente en el Sur del Lago al decirles a un grupo de vecinos y vecinas del municipio Colon que el tenía cinco aires acondicionado en su casa y no le aumentó su consumo. Coño y la pobre gente no se explicaba como ellas con un ventilador y un aire acondicionado, ahora tenían que pagar el doble.

 En el Zulia y sobre todo en el Sur del Lago,  sin tener cifras en mano pero si un enfoque vivencial, la mayoría de las casas tienen “techo de zinc” y la gran parte de estos techos no poseen un aislante o cielo raso, con paredes bajas (o hacías otro cuartito o subías la pared) y sin frisos ni pintura, que puedan reflejar una porción de la energía calórica. Estas casas “modelos” de ninguna manera permiten un amparo en contra del inclemente calor y la alta humedad que han marcado los picos de las cifras de los elementos climáticos (temperatura y humedad relativa) de este año y por este tiempo y que han rebasado cualquier expectativa o guarismo medio.

 En fin, a esta situación (como en otras) hay que darle un tratamiento especial y que no sea bandera de la derecha golpista la molestia de nuestra gente, porque los que protestan no son militantes de la MUD, no son contrarrevolucionarios, nos son los ricachones, no son los que están saboteando el servicio eléctrico ni los que no trabajan para restaurarlo dando excusas tras excusas, son el pueblo que ahora poseen una neverita, un aire acondicionado y una cocina que el Gobierno Bolivariano a través del Buen Vivir les ha permitido tener. Son personas que vienen de un año agobiante, donde las familias fueron sometidas a una vaguada que no solo dañó su casa, su parcelita, sus animales, sus cultivos, sino también su tranquilidad mental, física y anímica. No podemos colectivizar la multa, lo que si podemos colectivizar es la solución, porque la realidad del Sur del Lago, no es la misma que la realidad de Maracaibo, porque como dice la gaita “Maracaibo, es otra cosa…” y el Zulia se gana, ganándose a su gente.

Sin Chávez no hay Revolución, porque Chávez es la Revolución.

(*) Ing°

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Carlos J. Contreras (*)


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