Cuando hablamos de Trabajo Voluntario
es imposible no remontarse a las enseñanzas del Che. Y cuando se habla
de criticar en el Socialismo, nuevamente surge el pensamiento del Che.
El Socialismo como esperanza de la humanidad, como sistema económico,
social y político, pero más aún, como nueva forma de concebir las
relaciones humanas, es la única alternativa al capitalismo depredador,
explotador y suicida que ha puesto en peligro la supervivencia misma del
hombre sobre la tierra. Pero el Socialismo debe construirse desde
abajo, al calor del trabajo popular, con una profunda dosis de teoría y
de discusión pero también con el trabajo creador de los ciudadanos, de
los campesinos, de los obreros, de los estudiantes, en fin, de todo el
pueblo que se incorpora y aporta creativa y críticamente en una
construcción que debe ser colectiva y originaria, tal como es nuestro
Socialismo, ese que con tanto esfuerzo construimos a diario.
En
el Che debemos buscar sus aportes teóricos y combinar su magistral
teoría del Sistema Presupuestario de Financiamiento con las poderosas
herramientas que nos da la Informática hoy en día. Pero debemos
conservar también ese espírtitu atrevido de crítica que lo llevó incluso
a cuestionar la burocracia y el dogmatismo, y más aún, lo llevó a
decir que el modelo soviético conduciría inevitablemente al Capitalismo.
Claro, en nuestros días es fácil decirlo, pero en los sesenta, cuando
la Unión Soviética ejercía un monopolio de la izquierda, disentir era un
atrevimiento que se podía pagar tal como lo hizo el propio Trotsky.
Decía
el Che que la nueva sociedad, el Socialismo, tenía que competir muy
duramente con el pasado, no solo en la conciencia individual deformada
por el consumismo, sino ir más allá, competir y derrotar la persistencia
de las relaciones mercantiles. El Che señalaba que la mercancía es la
célula económica de la sociedad capitalista y que mientras exista, sus
efectos se harán sentir en la forma de producir y en la forma de
relacionarnos. Por eso el Che basó su accionar no sólo en la crítica
constructiva, sino que trabajó también en la propuesta del Hombre Nuevo,
en el sujeto de una sociedad Socialista.
¿Cómo
podemos trabajar, en nuestra Revolución, en función de la creación del
Hombre Nuevo? Se han realizado muchos esfuerzos en ese sentido. El PSUV
ha creado diversos espacios de formación y de concientización al
respecto. Sin embargo, es conveniente ir a las fuentes y estudiar con
mayor profundidad al Che. Y es allí en donde la necesidad del trabajo
voluntario se transforma nuevamente en una forma de construir
conciencia, a partir del "ir haciendo", en función de lograr ese Hombre
Nuevo. Cuando los funcionarios del Gobierno Nacional salen los días
sábados y domingos a realizar jornadas de trabajo voluntario están
haciendo muchas cosas. Están resolviendo necesidades de las comunidades.
Están estrechando vínculos del Gobierno Revolucionario con los actores
del Poder Popular. Están incorporando a las comunidades en una gestión
colectiva. Pero aparte de estas tareas, están creando una nueva
conciencia y aportando elementos hacia la formación del Hombre Nuevo.
El
Presidente Chávez ha tenido una visión brillante y precisa sobre este
tema, sin embargo, el Trabajo Voluntario debe ser exactamente así:
Voluntario. Y es allí en donde algunos funcionarios encargados de
cumplir con su mandato han fallado, porque antes de persuadir, convencer
y concientizar a sus subordinados para asumir el trabajo voluntario
como parte de una escuela revolucionaria, se han ido por el camino fácil
de darles órdenes e imponer conductas a sus trabajadores, creando por
supuesto, resistencia y rechazo al trabajo voluntario. Es importante
señalar que se debe discutir, persuadir, confrontar, enseñar,
concientizar, convencer, pero jamás imponer. De lo contrario nos
autoengañamos. Es como la cifra de inscritos que maneja el PSUV y que
excede los siete millones de aspirantes a militantes. ¡Claro! si en
varios entes del Gobierno Nacional y local, algunos funcionarios
obligaron, con la nómina en mano, a que se inscribieran todos los
trabajadores. El resultado fue que muchos que son contrarios al
Gobierno, terminaron inscritos en el Psuv, so pena de ser despedidos.
Pero
estas críticas que se hacen acá, también vienen acompañadas de la
fuerte esperanza que inspira el ver que el trabajo voluntario se ha
venido cumpliendo de manera impecable, con entusiasmo y fervor
revolucionario, con mucho amor, y de manera responsable y solidaria
con algunos organismos y en algunas comunidades. El relanzamiento del
Plan Caracas Bicentenaria, por ejemplo, ha logrado el reencuentro de
muchos trabajadores revolucionarios del Gobierno Nacional con nuestras
bases, con nuestro pueblo, con nuestras comunidades, y ha motivado esa
necesaria articulación entre Gobierno y Comunidad. Son innumerables las
experiencias que se han vivido en este relanzamiento, sin embargo, tal
vez, una de las que recoge el más auténtico espiritu revolucionario y
amor por nuestro pueblo, es la que se ha venido realizando en Catia y
concretamente en los barrios de Casalta, en donde héroes anónimos han
tomado el protagonismo en la construcción concreta de la Patria Nueva,
de la Patria Revolucionaria, de la Patria Socialista.
Twitter: @omarfgomez