Consultamos a José Bodas, secretario general de Fedepetrol-Anzoátegui, sobre la conflictiva situación existente en PDVSA Occidente, y la detención de varios dirigentes sindicales petroleros que junto a un grupo de trabajadores realizaban una protesta frente al edificio Miranda, sede de PDVSA en Maracaibo.
Dichos trabajadores exigían la absorción total de los trabajadores de los taladros ubicados en la costa oriental del Lago, promesa que aún no ha sido cumplida por PDVSA.
"Repudiamos la brutal agresión de que fueran víctimas un grupo de trabajadores que protestaban por la absorción total de los operadores de los taladros en la costa oriental del Lago. La Guardia Nacional agredió y detuvo a varios dirigentes sindicales, específicamente a Juan Cahuao de la Futpv, a Jairo Ollarves de Sinutrapetrol, así como a Aulio Soto y Francisco Villalobos de Fetrahidrocarburos. Exigimos la inmediata liberación de dichos dirigentes y exigimos una investigación de la agresión de que fueron objeto."
"Entendemos que el conflicto continúa en el Zulia, ya que unos 500 trabajadores de los taladros siguen esperando ser absorbidos. No es como dice el viceministro del Trabajo que todo está normal. La verdad es que nada está normal en PDVSA. Los trabajadores contratados que desde hace años vienen exigiendo su absorción son cientos en todo el país, no sólo en el Zulia. Los atropellos y violaciones al contrato vigente son cotidianos en todas las áreas petroleras. La discusión de la contratación colectiva sigue siendo una caja negra de la que poco se sabe, y ya han pasado 9 meses desde que se venció el contrato, esto no había ocurrido nunca en la industria petrolera, ni siquiera en los tristemente célebres días de la IV República. Entonces no se puede decir que hay normalidad en la industria."
El directivo sindical petrolero, también miembro de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma se refirió a los anuncios de paro en la empresa petrolera.
"Rechazamos el intento de representantes de PDVSA, del ministerio del Trabajo y de algunos directivos sindicales de estigmatizar como contrarrevolucionarios a los trabajadores que luchan por sus derechos. Igualmente cuestionamos una matriz de opinión que se viene generando de querer comparar a los trabajadores de los taladros que exigen su absorción con los golpistas que pararon la empresa petrolera en el 2002-2003. Los paros, movilizaciones y huelgas son instrumentos históricos de lucha de los trabajadores, y rechazamos cualquier intento de criminalizarlos o de exponer al odio público a los trabajadores que los utilicen en defensa de sus legítimos derechos".
