Caracas, 12 ago (PL) En el inicio oficial de la campaña por la reelección, el presidente Hugo Chávez descalificó propuestas de sus opositores de repartir el ingreso petrolero entre los venezolanos, que consideró expresión de política de viejo tipo.
Al hablar ante sus seguidores luego de la inscripción oficial de su candidatura para los comicios del 3 de diciembre próximo, Chávez consideró esa promesa muestra de la desesperación de la oposición.
Recientemente el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, prometió -de ser elegido- entregar un quinto de los ingresos petroleros entre todos los venezolanos, por un monto de 600 mil bolívares (unos 270 dólares) por familia.
Ni queriéndolo ellos pudieran hacerlo, porque en el supuesto negado de un triunfo esa persona no será quien gobierne, apuntó el Jefe de Estado.
Cualquiera opositor que llegara a la Presidencia significaría el retorno del gobierno imperialista de Estados Unidos, volveríamos a ser colonia norteamericana, expresó el primer mandatario venezolano en medio de gritos de "Chávez si, yankis no".
Precisó que en ese caso se comenzaría a sabotear la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y bajarían los precios hasta los niveles de 1998 cuando -dijo- se le regalaba el petróleo a los estadounidenses.
Chávez indicó que ante la falta de recursos Venezuela tendría que recurrir de nuevo "al diablo de la economía mundial: el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo económico de dominación mundial del imperio norteamericano".
Precisó que hasta 1999 Washington y el FMI gobernaban en Venezuela, fijaban el monto fiscal, las inversiones públicas e imponían condiciones como congelar salarios, eliminar pensiones a los ancianos y la privatizar la salud y los medicamentos.
Ante declaraciones de algunos candidatos de que mantendrían los programas sociales conocidos como "misiones", precisó que sería difícil para un gobierno contrarrevolucionario aceptar la presencia de médicos cubanos.
Igualmente admitió que va a ser muy difícil obtener los 10 millones de votos fijados como propósito para los comicios en los cuales se espera un padrón electoral de 16,3 millones de electores.
Nadie crea que ganamos la batalla, que nadie se descuide un segundo: a trabajar muy duro, convocó Chávez a sus seguidores.
