La estrategia de Arabia Saudita y Rusia es saturar el mercado con más petróleo

Falta de acuerdos y el shale oil desploman el precio del petróleo

Precios del petróleo

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Credito: web

13-09-15.-Lejano. Así se perfila de momento una posible recuperación del crudo en el mercado internacional. Hoy, el acuerdo de los “pesos pesados” en la producción hidrocarburos —Rusia y Arabia Saudita— de boicotear la extracción de petróleo de esquisto por Estados Unidos y además alentar la sobreproducción de casi 2 millones de bpd, hacen casi imposible que los precios del barril retomen, en lo que resta de 2015, la senda de los 60-80 dólares.

Moscú esta misma semana, a través de su ministro de Energía, Alexander Novak, anunció que no reduciría sus niveles de bombeo, a pesar de que el barril sigue cotizándose por debajo de los 50 dólares por unidad. El funcionario agregó —de forma tajante— que solo “la caída de la producción global de esquisto (liderizada por Estados Unidos) estabilizará el mercado”.

Similar estrategia mantiene el reino saudita quien ya rechazó una reunión de emergencia en el seno de la Opep —propuesta que realizó Venezuela— y a la fecha no ha dado señales de reducir su cuota de extracción, violando así los acuerdos firmados dentro del organismo. Voceros de la monarquía solo se limitan a decir que “ es mejor no interferir en el mercado”.

El analista en el sector petrolero, Jesús Lobo, apuntó que “el petróleo de esquisto o ‘shale oil’ es el fenómeno que tiene el valor del crudo contra las cuerdas. La estrategia de Arabia Saudita y Rusia es simple, saturar el mercado con más petróleo, que los precios lleguen a un mínimo de 40 dólares y así Estados Unidos no contará con recursos para mantener su producción a través del fracking”.

Aseguró que “lo que está haciendo el reino saudí y Moscú es dar un mal ejemplo en el mercado. Están dando la señal de que todos pueden producir los barriles que deseen y sin ningún control (...) México ya dijo que no volverá a recortar su bombeo, lo mismo podría hacer Noruega, Brasil o Colombia; incluso, el resto de los países dentro de la Opep. Se está llevando el mercado a una especie de anarquía”.

El experto en el sector de energía y petróleo, Heliodoro Quintero, también mantiene esa tesis. “El objetivo fundamental es inviabilizar la carrera ascendente de petróleo de esquistos que ya iba en más de cinco millones de barriles y con la meta de llegar hasta ocho millones de barriles por día”, agregó, a este diario.

Datos de la propia Agencia Internacional de Energía (AIE) apuntan que el desarrollo del “shale oil” requiere por lo menos de un precio del barril en 60 dólares, para que el negocio sea rentable. Pero, cotizaciones por debajo de los $ 45 deprimen el desarrollo del sector.

Asimismo, el último informe oficial de la Opep, correspondiente al mes de agosto, señala que la capacidad de bombeo del grupo se encuentra en 31,51 millones de barriles de crudo/día, lo que se traduce en 1.513.000 bpd adicionales a la meta fijada. Analistas estiman que de la cifra total de barriles adicionales 800.000 bpd provienen de Riad.

Desde Venezuela, el presidente Nicolás Maduro solicitó una reunión con los jefes de Estado de la Opep y otros productores de crudo, incluyendo Rusia. “Creo necesario una estrategia para reordenar el mercado petrolero (...) con una reunión del más alto nivel”, declaró el Jefe de Estado desde Qatar.

La última vez que la Opep celebró una cumbre de jefes de Estado fue en Arabia Saudita en 2007, cuando el crudo se dirigía a un récord de 147 dólares por barril registrado un año después.

Ya en el país, luego de la gira, Maduro reiteró que su idea de que el precio del petróleo debe tener un piso que “debe ser 70 dólares mínimo (por barril) y de allí una banda de flotación. Las inversiones petroleras en Estados Unidos y en general el mundo necesitan mínimo un precio de 70 (dólares) para ser sostenibles, para mantenerse (...) si no es así las inversiones se van a caer como se están cayendo”, indicó.

El experto José Sangronis, quien monitorea el comportamiento del mercado, añadió que “el negocio está en una encrucijada. O se cierran los grifos para reducir la sobreoferta y así apuntalar los precios o, por el contrario, se siguen volcando cada vez más volúmenes de barriles, que esto traiga consigo que el crudo siga bajando y así ser inviable el shale oil de Norteamérica. Lo que si es seguro es que Venezuela y las naciones dependientes de los ‘petrodólares’ son los que se llevan la peor parte”.

El pasado viernes, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs y el alemán Commerzbank redujeron sus pronósticos para los precios del petróleo, citando un exceso global de suministros y las preocupaciones en torno al mayor consumidor de energía, China.

Goldman Sachs, que es seguido de cerca por muchos inversores incluidos los fondos de materias primas, informó que espera que los precios del crudo sufran un nuevo derrumbe este año ante el alza de la producción de los países de la Opep, la falta de acuerdos, y la recuperación del suministro de naciones fuera del grupo, que se espera sobrepase la demanda.

“El mercado petrolero está más sobreabastecido de lo esperado y proyectamos que el superávit persistirá en el 2016”, explicó Goldman, ente que además estimó que el valor del petróleo podrían caer hasta los 20 dólares por barril. Noticias pocas alentadoras para el escenario energético internacional.


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