15 de mayo de 2014.- Ana Elisa Osorio, diputada al Parlamento Latinoamericano y Germán Ferrer, parlamentario a la Asamblea Nacional por el estado Lara, coinciden en que el aumento de la gasolina en el país, además de gradual, debe ser sometido a referendo consultivo popular.
“Tiene que ser la misma gente la que decida el precio (de la gasolina) y cree conciencia sobre la necesidad de, por lo menos, llevarla al costo de producción, el cual está por encima de dos bolívares”, aseguró el diputado Ferrer durante el Foro: ¿Qué pasaría si en Venezuela se aumenta la gasolina?, realizado en el Museo Boliviano y organizado por el Parlatino-Venezuela, Centro Internacional Miranda (CIM), la Asociación Nacional de Redes y Organizaciones Sociales (Anros) y Fundación Rosa Luxemburgo.
Asimismo, expresó que en Venezuela “se regala la gasolina”, en comparación con los países vecinos. “En nuestro país el precio del litro de gasolina es de 0,95 bolívares mientras que en Colombia el costo del litro de combustible está en un dólar. Sincerar el precio de la gasolina en Venezuela ayudaría a evitar el contrabando de extracción que hoy se presenta en la frontera, que se estipula que son más de 100 mil barriles diarios que cruzan nuestra frontera”, acusó.
Destacó que este tipo de eventos se continuarán realizando a lo largo y ancho del país para así escuchar las propuestas del pueblo en esta materia. También indicó que para este año se llevará la propuesta a la Asamblea Nacional para que luego sea considerada por el Ejecutivo Nacional y someterla a referendo popular.
Por su parte, la diputada Ana Elisa Osorio, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Turismo del Parlatino hizo énfasis en que el impacto de un posible aumento del combustible sería “ínfimo”, pues señaló que actualmente existen productos, como por ejemplo, el agua, refrescos, café, entre otros, que sobrepasan con creces el precio del litro de la gasolina.
Igualmente, dijo que el medio ambiente se beneficiaría, dado que lo que se genere con el aumento de este derivado petrolero, se invertirá en una mejor calidad del transporte público y las personas podrán utilizar sus autos particulares para cosas más importantes y no “desmedidamente” como ocurre hoy.
