La situación económica del país indudablemente requiere un salvataje de emergencia. No podemos seguir reaccionando a las medidas que están cercenando nuestros recursos, depauperando nuestras vidas y sometiéndonos a condiciones de esclavitud de todo tipo. No es suficiente gritar en el desierto informativo, no es suficiente demostrar la fuerza popular; las solidaridades internacionales nos consuelan, pero no nos ayudan en nada a resolver el boicot económico, que nos vienen aplicando las oligarquías apátridas de todos los países, no solo del imperio.
La naturaleza nos ha bendecido con infinidad de bienes naturales, entre ellos petróleo, agua, hierro, oro, piedras preciosas, tierras fértiles, sol y otros minerales, considerados estratégicos por las grandes potencias. Hasta ahora todos esto lo hemos vendido al mejor postor y hemos recibido a cambio dólares, que dependen más de la deuda impagable, que de un respaldo real. Dólares que tienen un valor cuando nos los pagan y que se devalúan cuando los usamos para pagar nuestras importaciones. Somos víctimas de la desigualdad más grosera y depauperante.
¿Qué hacer? No recibamos más papeles por nuestras materias primas, que nos paguen con materias primas, maquinarias, repuestos, manufacturas, tecnología y oro. El que quiera nuestras materias primas y elaboradas, que nos las pague también con materias primas y productos. Ellos necesitan nuestras materias primas, nosotros necesitamos tecnología, maquinarias y productos. Establezcamos un intercambio justo, equitativo y sustentador.
El mercado interno, y con los países no imperialistas, se mantendrá con las monedas nacionales, con el sucre electrónico o en moneda. Ya no más dólares chimbos.
*Docente UNERMB
gparotto@gmail.com
