13 de junio de 2010.- Nuevamente como representante de los trabajadores venezolanos, nos toca opinar en el examen sobre el caso de Venezuela que, como ha dejado muy claro el portavoz del grupo de nuestro grupo, no es un caso que hayamos solicitado los trabajadores.
En cuanto al tema de la violencia sindical, la Unión Nacional de Trabajadores UNETE participa en una instancia del Gobierno Nacional, con el Ministerio de Interior y Justicia, Fiscalía General, Defensoría del Pueblo, Tribunal Supremo de Justicia, Ministerio del Trabajo y demás organismos competentes de nuestro Gobierno, que ha realizado dos sesiones de trabajo y que se instalará en algunas regiones del país. Esto ha permitido estrechar articulación con los cuerpos de investigación y que se agilicen procesos en Tribunales, Fiscalía y otros.
Queremos informar que en los casos de sicariato y terrorismo patronal de los que han sido objeto algunos dirigentes sindicales nuestros, se han venido obteniendo respuestas parciales, y hay algunos avances particularmente en el caso de Toyota, Mitsubishi y en el más reciente en el Estado Barinas donde han sido detenidos algunos autores materiales, más no los autores intelectuales. Nos preocupa que por la vinculación de alguno de estos hechos con empresas transnacionales y particularmente colombianas como ALPINA y EMPRESAS GARZON, o de COCA-COLA, estaríamos expuestos a la colombianización del sicariato al movimiento sindical en nuestro país, importado por estas transnacionales y demás sectores empresariales.
También en el caso de violencia del sector de la construcción, se ha instalado una Mesa con la participación de las diferentes Federaciones Sindicales de este sector, los empresarios y los órganos gubernamentales para avanzar en la solución de estos casos.
Otro elemento de violación a la libertad sindical y también expresado en el informe de la comisión de expertos, es el activado por el sector patronal que inicia juicios, utilizando la instancia administrativas, la instancia judicial y ahora la penal con la complicidad de algunos funcionarios de los cuerpos de investigación y de los tribunales para vulnerar el derecho a la organización y a la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores.
Todos los años y a consecuencia de las consultas solicitadas por el Gobierno y más allá de ellas, la UNETE ha expresado sus propuestas en materia de salario, condiciones y medio ambiente de trabajo, hemos participado en las discusiones del nuevo modelo de gestión, salario social integral, poner tope a los salarios máximos, y creemos que esto es fundamental.
También nuestra Confederación Sindical ha propuesto instrumentos como la solvencia laboral que obliga al sector empleador a cumplir con la seguridad social y los derechos a la contratación colectiva y la libertad sindical, y que en su última Asamblea Nacional la patronal FEDECAMARAS y CONSECOMERCIO han expresado la necesidad de eliminar, así como el aumento al salario mínimo, la estabilidad, las convenciones colectivas y la propia organización sindical.
Con relación a los procesos electorales sindicales, las últimas normativas emanadas del CNE, a solicitud de esta digna Comisión y tal como lo señala también el informe de los Expertos, posición que también acompaña UNETE, han suprimido su ingerencia en materia de elecciones en un sindicato, el acuerdo en esta materia es que a solicitud de las organizaciones sindicales el CNE prestara apoyo técnico para la realizar los procesos electorales.
Pero paradójicamente, cuando realizamos nuestros procesos electorales de manera independiente, son justamente los patronos del sector privado los que nos exigen el certificado del CNE para la discusión de pliegos, contratos colectivos y el reconocimiento de ley, por lo cual es fundamental que se profundice en la materia de realizar elecciones sindicales independientes y autónomas.
Nuestras organizaciones afiliadas como SINAFUM y FUNTCAB que corresponden a los sectores de maestros y construcción respectivamente, han realizado sus eventos electorales el pasado año en todo el país legitimando a sus nuevas directivas. Así lo han hecho otras organizaciones como la minoritaria FETRACONSTRUCCION quien contradictoriamente pertenece a CTV y realizo su proceso sin intervención o asistencia del CNE, condición que no le impidió discutir conjuntamente con las organizaciones mas representativas la reciente Convención Colectiva de la Construcción aprobada en Mayo de este año y que beneficia a cerca de medio millón de trabajadores directos e indirectos en Venezuela o el de nuestra Federación Eléctrica FETRAELECTRIC que también el pasado año fue a elecciones en todo el país para luego discutir una Convención Colectiva que beneficia hoy día a mas de 40.000 trabajadores en este sector estratégico.
La Unión Nacional de Trabajadores ha sido contundente en cuanto a la necesidad de una nueva Ley del Trabajo, para lo cual hemos realizado movilizaciones a la Asamblea Nacional y presentado nuestros aportes, nuevamente en este tema es justamente el sector empleador el que ha fijado posiciones públicas en contra de la aprobación de nuestro nuevo instrumento legislativo, porque pretenden desmejorar en ese contexto los derechos fundamentales de los trabajadores.
En este caso justamente queremos denunciar que el sector empresarial violenta a diario lo establecido en la actual Ley Orgánica del Trabajo en derechos como la estabilidad, salud en el trabajo, seguridad social, incluso se inmiscuyen en la libertad sindical; lo cual engrana perfectamente con lo planteado en esta 99° Conferencia Internacional por los empleadores de suprimir normas y convenios fundamentales del Trabajo.
Nuestra Confederación Sindical en su reciente III Congreso culminado el pasado 24 de Mayo, con la asistencia de más de 1000 delegados de todos los sectores y regiones del país, ratificó su Declaración de Principios, su Programa de Lucha, reformó sus Estatutos Fundacionales y reafirmó su condición de organización autónoma e independiente, que garantiza la libertad sindical que señala el convenio 87.
Así también nuestras organizaciones sindicales se han convertido en promotoras de un cambio del modelo de desarrollo, donde ahora no solo nos garantizamos un empleo decente sino que nuestras organizaciones y sus afiliados intervienen en la gestión de la empresas permitiéndoles con esto acceder a informaciones antes veladas para los trabajadores como la producción, inventarios, compras, ventas y estados contables misma que le proporciona los datos necesarios para incluso participar en la toma de decisiones de cada una de ellas.
Ante la grave crisis económica y financiera que consideramos estructural y que toca el actual modelo de desarrollo, los trabajadores venezolanos hemos tomado acciones en empresas abandonadas por el sector patronal, en sectores estratégicos de la economía y participar activamente en su recuperación, exigiendo al Gobierno venezolano la nacionalización de empresas estratégicas para el pueblo venezolano, necesarias para nuestro desarrollo, y que habían sido entregadas a las transnacionales, tales como la Electricidad de Caracas, CANTV, la industria cementera, SIDOR, la industria siderúrgica vinculada a la transformación.
También hemos exigido como Confederación sindical la presencia de los trabajadores en la administración de estas empresas, para convertirlas en eficaces y eficientes para servirle al pueblo, como en las industrias básicas de Guayana, todo esto por cierto con apoyo de nuestro Gobierno.
Existen casos de empresas como La Gaviota por ejemplo, donde los empresarios cometieron delitos en contra del derecho al trabajo, e incluso en materia de alimentación que obligo a los trabajadores a iniciar una huelga legal durante 2.008 y 2.009 y a solicitar la intervención del estado para que estos derechos fueran restituidos ante la negativa manifiesta de estos empresarios a restituir el estado de derecho y de justicia.
Las nacionalizaciones que hemos impulsado como trabajadores son parte del clamor de nuestras organizaciones ante delitos cometidos por estas empresas en contra de nuestros trabajadores y por consecuencia en contra del principal beneficiario que es el pueblo, para garantizar el empleo y el suministro de los productos de primera necesidad, ante el boicot que hoy tiene la patronal en nuestro país.
Actualmente estamos luchando contra el acaparamiento y el encarecimiento, cientos de toneladas son encontradas en almacenes de grandes empresarios y comercios como parte de un plan de desestabilización de grupos económicos que intentan regresar a los oscuros días del golpe de estado que sufrimos en 2.002 momento conocido por todos en esta sala.
Desde el año 2003 representantes de UNETE hemos asistido a las Conferencias Internacionales del Trabajo, al principio no entendimos el papel de esta casa que traía a una lista a nuestro país, para examinar las violaciones en derechos sindicales, cuando era a nosotros que nos lo violentaban los acusadores. Con el tiempo fuimos entendiendo la importancia que tiene para los trabajadores este espacio, único que tenemos internacionalmente.
Para la UNETE este año ha sido de un interés particular por las lecciones que hemos aprendido ante las contradicciones reinantes en este espacio. Primero, porque estamos en una región en la cual mientras en los países vecinos se producen huelgas, movilizaciones, paros de cientos de miles de trabajadores, tales como Grecia o España que exigen a sus Gobiernos el rechazo a las políticas del FMI, de despidos, reducción de salarios, eliminación de las contrataciones colectivas y de empleos, el sector patronal ha negado que países como el Reino Unido puedan ser examinados este año, lo cual según los dirigentes sindicales afectados pone en peligro el derecho a huelga en todo el continente europeo y recarga en los débiles hombros de los trabajadores el peso de una crisis que no es responsabilidad nuestra.
Segundo, porque en ese marco entra mi país y no nuestro más querido país vecino, y me refiero a Colombia, donde no solo se asesina a dirigentes sindicales con instrumentos creados por el propio aparato de quienes dirigen hoy ese Estado, sino que se está asesinando al movimiento sindical, a la organización, a la libertad que consagra el convenio 87.
Tercero, porque valoramos hoy más que nunca lo que sucede en mi país, el proceso de transformación que la mayoría de los trabajadores acompañamos, porque en el marco de la crisis económica estructural, en vez de reflotar al sector financiero se nacionalizan algunos bancos para garantizar los depósitos de los ahorristas, porque está garantizada la educación y salud pública con el invalorable esfuerzo de los hermanos cubanos, porque se dignificaron los pensionados y sobrevivientes, por que se ha disminuido en desempleo, porque hemos aumentado el número de organizaciones sindicales, porque a pesar de la crisis energética y económica hemos discutido contratos colectivos y aspiramos a discutir muchos más, en fin porque estamos construyendo un nuevo modelo de desarrollo que como bien resaltaba la señora representante del Director General, se medirá por el trato que se da a los niños, los ancianos, los trabajadores a los excluidos de siempre que hoy comienzan a ver una luz tras el túnel.
Por supuesto los sectores que aquí propugnan y conspiran para tratar de descalificar a mi país lo tuvieron todo, y lo han venido perdiendo producto de sus propios errores, y son los grandes responsables de los niveles de pobreza existentes en mi país, que ahora hemos mejorado enormemente. Por lo que cada año vienen a este espacio a buscar internacionalmente el reconocimiento que allá perdieron, y tratar de envolver a una casa como ésta en acciones que contradigan las decisiones soberanas del pueblo y los trabajadores venezolanos y ponga en duda la confianza en esta institución.
Esta semana los trabajadores venezolanos, la UNETE ha realizado movilizaciones a la sede nacional y regional de la patronal venezolana para rechazar las exigencias públicas que hiciera a nuestro Gobierno para acabar con los derechos fundamentales, cosa que nuestra Central no permitirá.
Hoy se intenta sentar nuevamente en el banquillo de los acusados
a nuestro país a ser juzgado no por incumplimientos a las normas
internacionales del trabajo sino por aplicar un modelo con políticas
diferentes a las reinantes en el resto del mundo, como trabajadores
venezolanos no aceptamos esta pretensión.