El crecimiento del sector cooperativo en Venezuela: una realidad que no se puede esconder

En Venezuela presenciamos un crecimiento del sector cooperativo sin precedentes. Más allá de las debilidades o éxitos, la relevancia dada cuantitativa y cualitativamente a la promoción y fortalecimiento del modelo cooperativo es una realidad apreciable que no puede ocultarse.

Este artículo pretende mostrar un conjunto de indicios que recogen parte de esta dinámica.

Un elemento al que debemos prestar atención es a los procesos que implica el registro de una cooperativa, especialmente en el marco de la demanda creciente, como consecuencia de una política del Gobierno Nacional de promoción de la organización cooperativa como palanca alternativa de crecimiento y bienestar económico. De tal manera que, el proceso de simplificación del trámite administrativo de registro, es clave para observar las diferencias de políticas públicas. A manera de ejemplo, registrarse como cooperativa en el marco de la Ley General de Asociaciones Cooperativas promulgada en 1975 implicaba:

Paso 1: Las personas que deseaban constituirse en cooperativa informaban a la Sunacoop de tal fin y nombraban un comité promotor cuya principal función era levantar todos los recaudos necesarios para lograr constituirse como tal. A tales fines, la Superintendencia le otorgaba 1 año para el papeleo.

Paso 2: consignar el proyecto de los estatutos y acta constitutiva de la cooperativa. Debía esperar la revisión por parte de la Sunacoop, lo cual podía demorar de 2 a 3 semanas.

Paso 3: Luego de notariar el documento de estatutos y acta aprobado por la Sunacoop, debían consignarlo junto con el informe de viabilidad y la constancia bancaria de los aportes efectuados. Sin embargo, como aún no podían funcionar como cooperativa, los bancos dificultaban la apertura de cuentas bancarias a nombre de la cooperativa, es decir toda una tautología. Asimismo, debían entregar los avales o permisos que requiriesen para funcionar, no obstante se les dificultaba su entrega porque aún no eran cooperativa, un estado limbico, pues.

Paso 4: Las cooperativas debían entregar a la Sunacoop, por escrito, la opinión favorable del organismo de integración de la zona, región o estado donde la cooperativa funcionaría. Si el organismo, por la razón que fuera tenía objeciones, continuaba el largo camino.

Paso 5: La Sunacoop estudiaba todos los recaudos cuyo tiempo promedio era de tres semanas y podían recibir una autorización de funcionamiento provisional, un año a prueba, o definitiva la cual se publicaba en la Gaceta Oficial.

En esa época las cooperativas y los/as cooperativistas pedían flexibilización para constituirse, puesto que las exigencias, como se ha podido observar en los pasos anteriores, eran mas engorrosos que registrar cualquier empresa y asociación civil. Todo el proceso podía demorarse meses o en ocasiones hasta años. Los y las cooperativistas en Venezuela siempre han solicitado mayores facilidades para conformarse en cooperativas y apoyos para profundizar o continuar su propuesta organizativa, lo cual se ha venido haciendo durante la actual gestión de Gobierno, al financiar cooperativas dentro y fuera de la Misión Vuelvan Caras.







La nueva Ley de Cooperativas, promulgada en agosto de 2001, propicia las condiciones para quienes deseen organizarse o registrar una cooperativa y puedan hacerlo de una forma más sencilla y expedita que la habida antes de esta Ley.

Ciertamente, en la medida en que por una parte se ha promovido el sector cooperativo y, por otro, se han facilitado los procedimientos, la cifra de cooperativas registradas ha aumentado. Hemos pasado de menos de mil cooperativas antes de 1999 a decenas de miles en la actualidad. Este registro expresa básicamente la intencionalidad o el deseo de un grupo de personas de trabajar y organizarse bajo esta modalidad colectivista. No implica necesariamente que ese deseo concluya en un proyecto exitoso. No es metodológicamente correcto suponer que todas las cooperativas registradas estén activas, porque eso sería suponer, p.ejem, que todas las empresas que se registran ante el Registro Público inician actividades económicas inmediatamente. Miles de personas registran empresas que luego no se activan o se activan posteriormente. Ahora bien, es una realidad inocultable a los ojos de cualquier persona medianamente informada del tema, que la cifra actual de cooperativas en funcionamiento es muy superior a la de las centenas de cooperativas existentes hasta 1998.

Países cuya trayectoria de organización cooperativa es mucho más larga que la venezolana (algunos llegando a la centuria, inclusive), tienen un número de cooperativas mucho menor. Veamos casos: en Costa Rica de 1.600 cooperativas registradas tiene aproximadamente 600 están activas; el conjunto de países que hoy constituyen el MERCOSUR tienen 14.000 cooperativas activas. Vale la pena acotar que en este caso las cooperativas que están constituidas y representadas en el MERCOSUR tienen un funcionamiento de muchos años.

En síntesis, en Venezuela, en apenas tres años, se ha organizado y activado un número muy importante de cooperativas. Ello significa la universalización de una propuesta organizativa que debería llenar de satisfacción a quienes se dicen expertos cooperativistas. Lo que antes estuvo constituido por unas pocas y tenaces personas, que a fuerza de resistencia y perseverancia lograron constituirse como cooperativas, hoy se ha masificado. Lamentablemente, se reciben críticas por esta masificación, algunas inclusive atacando a las cooperativas de reciente formación como de “silvestres”, una versión edulcorada de lo que realmente quieren decir: salvajes. Es como si alguien hoy atacara a un gobierno que haya masificado la educación porque es “silvestre” que mucha gente tenga la oportunidad de aprender y formarse.

Acerca del Censo Cooperativo 2006

Es comprensible suponer que al crecer la magnitud y dimensión de un fenómeno como la conformación de cooperativas, sea necesario registrar, de forma más precisa y detallada, las características del mismo, más aún tratándose de unidades de producción sujetas al devenir de la dinámica económica. Ya a fines de 2005, la Sunacoop crea el Sistema de Información Social de Cooperativas (SIScoop), porque se vislumbraba la necesidad de construir un sistema de información del sector cooperativo. Algo inexistente hasta la fecha. Es en el marco de este esfuerzo que debe entenderse el Censo Cooperativo 2006 que adelanta el Instituto Nacional de Estadísticas y la Sunacoop.

Desde fines del 2005, la Superintendencia Nacional de Cooperativas realizó un muestreo que permitió ir construyendo, técnica y metodológicamente, el Censo Cooperativo que hace poco concluyó las tareas de campo, con el apoyo técnico del ente rector en materia estadística del país, el Instituto Nacional de Estadísticas. Como es conocido por expertos/as, investigadores/as y académicos en general, un censo dirigido a una población específica no se hace casa por casa, sino en lugares o puntos, comunes para la población sujeta del mismo. Sólo se hacen puerta a


puerta los censos de población y vivienda, que tienen como finalidad la cuantificación o empadronamiento de la población y se hacen cada diez años. Una propuesta de Censo Cooperativo como de población y vivienda sería equivalente a realizar un censo para efectuar la estimación de la tasa de desempleo. Igualmente, debería tomarse en cuenta los costos de levantamiento de información que resultan en una consideración nada desdeñable.

Los resultados definitivos del Censo Cooperativo 2006 serán dados al país una vez se tengan las cifras analizadas. Sin embargo, podemos adelantar las cooperativas censadas superan las decenas de miles, cifra sin precedentes en la historia de nuestro país.

Finalmente, calificar un censo como pasivo o que no ha servido para nada cuando aún no se han dado resultados definitivos, es una categorización irresponsable, y quien la usa, viste de ropaje pseudo científico sus opiniones personales para disfrazar su verdadera intencionalidad política, como parte del comando de campaña de un candidato electoral, invistiendo así sus opiniones- que todos y todas tenemos derecho a expresar- de categorías científicas. Nada más lejos de la ciencia y de la verdad.

(*)Magna Cum Laude UCV
Mgs. Sc. en Planificación del Desarrollo Económico
Especialista en Cooperación Internacional para el Desarrollo

irismar2@hotmail.com




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