El poder del Estado versus la libertad sindical

Cuando el Gobierno Venezolano con la llegada de la revolución empieza a crear un nuevo ordenamiento jurídico, con miras a  la  transformación del Estado todos creímos y especialmente los trabajadores, que por fin  había llegado a Venezuela el momento de que las paginas del movimiento obrero fueran reescrita bajo otra óptica, y que atrás quedarían los oscuros momentos de persecución, amedrentamiento imposición y compra de conciencia, tal como lo hicieron los nefasto y corruptos Gobernantes de la Cuarta República. Un ordenamiento Jurídico que tiene como punto de partida la novísima  constitución promulgada en 1999,  que dio origen a un conglomerado de leyes que desde el punto de vista teórico transformarían el rumbo de las relaciones obreros patronales en la República  Bolivariana de Venezuela.

La Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la Ley Orgánica de prevención Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, y por último la  promulgación de la Ley Orgánica  del trabajo Los Trabajadores y Las Trabajadoras y su reglamento, que en conjunto representa el trabuco Jurídico con que el legislador pretendió resolver el oscuro e incierto panorama que año tras años vienen viviendo los trabajadores. Pero como decía el cómico Perucho Conde ¡que baile que nunca falta un condenado pero!.Al legislador Venezolano, se le paso un pequeño detalle, le falto agregar un Articulo en todas esas leyes que especificara de una manera contundente  que las mismas eran una y exclusivamente para ser aplicadas al sector privado incluyendo los artículos de la Constitución Nacional que hablan de la protección del trabajador, muchos pensaran que estoy equivocado y de verdad que quiero estarlo, pero no es así, el estado Venezolano por negligencia e irresponsabilidad de una gran cantidad de funcionarios incompetentes, viola e irrespeta las leyes que ampara  a los trabajadores cuando se les da su realenga gana amparándose en las prorrogativas del Estado y en  alguna que otra ley obsoleta  y fuera del contexto de la realidad laboral Venezolana como la ley de la contraloría general de la república, ley Orgánica de Seguridad de la Nación, que para lo único que ha servido es para amedrentar y satanizar a los trabajadores y solicitarles recursos de amparos en los tribunales, romperles las luchas y meter preso a uno que otro sindicalista que no le haga el coro a ciertos personajes corruptos del País.

Cuando los conflictos laborales se dan en las empresas privadas, nuestro ordenamiento Jurídico funciona a la perfección, las instituciones responde oportunamente y el Estado Venezolano defiende como fiera herida a los trabajadores del  patrón explotador, incluso algunas empresas son intervenidas por violar los derechos de los trabajadores de verdad que eso merece un fuerte aplauso y un reconocimiento público . Pero cuando es a la inversa, cuando el patrón es el Estado ¿quién defiende a los trabajadores de los abusos y atropellos del patrón Estado?, que utiliza todo su poder económico y político para silenciar la voz de la protesta de los trabajadores, que ante la impotencia de no ser escuchados, no les queda otra alternativa que salir a las calles a reclamar sus derechos, y como respuestas lo que reciben  son descalificaciones e insultos y si persisten en su reclamo, les envían a los eficientes Guardias Nacionales con todo su equipo antimotin que no  sirve para una mierrrrrr contra la delincuencia, pero que funciona a la perfección contra los indefensos trabajadores que lo único que llevan a sus protestas son sus consignas y alguna que otra piedra, que de nada les sirve ante el poder de fuego de nuestros Valientes Militares ( Dice una canción de Ali Primera eran piedras contra balas y una bala lo mato). Todo esto nos conduce a una sola conclusión, lamentable pero es la realidad, cuando se trata de conflictos laborales contra el patrón Estado, nuestro ordenamiento Jurídico pasa a ser letra muerta incluida la Constitución de la República y los trabajadores quedan indefensos Jurídicamente, porque no hay institución ni tribunales con la suficiente autoridad para  que se les restablezca a los trabajadores el orden jurídico infringido no, al contrario los trabajadores son detenidos imputados y presentados ante los tribunales de la república como vulgares delincuentes algunos tienen la dicha de quedar libres en la fase de presentación pero igual quedan reseñados en el CICPC, otros con menor  suerte quedan con medidas  cautelares y por consiguientes deben pasar la vergüenza de presentarse periódicamente como lo hacen los delincuentes comunes so pena de ir a la cárcel por desacato a una medida cautelar  dictada por un tribunal de la República .

Es  hora de terminar con tantos conflictos laborales y tantos abusos en el País, el Estado como el mayor empleador tiene dos alternativa o da el ejemplo y cumple cabalmente con la Constitución y las leyes laborales de la República, o se quita la careta de una buena vez y busca  una vía Jurídica que le permita violentar los derechos de los trabajadores sin tener que calarse las protesta de los sindicatos y los trabajadores invocando tal o cual Ley. La libertad sindical no puede ser solo un discurso para favorecer o destruir un determinado sector, los trabajadores tienen todo el derecho legal y constitucional de escoger y nombrar como sus dirigentes a quien ellos mejor les parezcan y eso debe respetarse. Que haya mafias o corruptos en el sindicalismos es responsabilidad del Estado investigar y sancionar con todo el peso de la Ley a quien de verdad viole la normativa legal, pero de ahí a desconocer la voluntad de los trabajadores y lo que es más peligroso aun desconocer y violar las leyes creadas por el mismo Estado, es mucho trecho.

Mi ejemplo puede servir de algo a la patria misma pues la moderación del primer jefe cundirá entre los últimos y mi vida será su regla. Simón Bolívar.

Integrante del equipo DESPERTAR SIDORISTA (en Sidor).

 

Rodolfo2219@hotmail.com

Despertar8483@outlook.com



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