La innovación, con valores socialistas, en las empresas estatizadas

En Venezuela se ha iniciado una política de nacionalizaciones en ramos estratégicos, como el petrolero, telecomunicaciones, electricidad, en las industrias siderúrgica, cementeras, sistema financiero, con el objetivo de distribuir las enormes riquezas de la nación y mejorar el nivel de vida de los habitantes.

Quien puede afirmar que el proceso de estatización, recuperación y nacionalización de una empresa es un proceso fácil, estos deben ser procesos complejos, rodeados de aspectos jurídicos, políticos, económicos, sociales y culturales; aspectos que un gobierno responsable como el nuestro, bien debe atender. Luego de la estatización la cosa tampoco se presenta tan fácil, hay que asegurar la productividad en las empresas.

Los procesos de estatización en Venezuela han sido blanco de una serie de críticas por parte de sectores de la oposición venezolana, incluso desde algunos sectores de la izquierda nacional e internacional se han presentado importantes debates al respecto. Recordemos aquella polémica que se genero cuando Heinz Dieterich dijo que "Estatizar la propiedad privada no lleva al socialismo.

Del lado de la oposición es común ver como se analiza la estatización como un proceso que trae desinversión por parte de capitales extranjeros; esto por supuesto, lo hacen manipulando a su libre voluntad, donde constantemente nos sumergen en un mundo ficticio, un mundo de mentiras que es capaz de lograr una esquizofrenia colectiva, lo que la hace un poderosa arma de defensa del sistema capitalista.

En el proceso de estatización, no sólo es la empresa, en su forma jurídica y física (Recurso humano, documentación, instalaciones, maquinas equipos y herramientas...), la que pasa a manos del estado, también hay elementos, algunos visibles y otros no tan visibles, que también pasan a suplir los activos de la nación, esto son, los conocimientos teóricos-

técnicos-artesanales del personal; la idiosincrasia propia de los trabajadores: sus creencias y costumbres; los métodos, normas, certificaciones y procedimientos vigentes, y muchos otros elementos, que en el caso de las empresas con suma vocación capitalista, lo que se hereda de ella, son los vicios propios del capitalismo que monopoliza la actividad industrial.

De lo anterior quiero destacar el hecho de que estos últimos elementos constituyen en parte el origen de muchas de las trabas a la hora de lograr un buen funcionamiento de la empresa estatizada. Es común escuchar como por ejemplo:

1.- No es posible reemplazar una pieza de fabricación extranjera por una local ya que se pierde la certificación lograda.

2.- El procedimiento o método de producción vigente es el mejor ya que es lo que se usa en otras empresas extranjeras.

3.- No se puede cambiar un determinado sistema de control ya que las compañías aseguradoras internacionales no reconocerán cualquier falla relacionada.

4.- A pesar de que las piezas son fabricadas en Venezuela se debe mantener en el idioma inglés "made in Venezuela" para poder mantener la certificación vigente.

5.- La empresa estatizada es ineficiente ya que el gobierno no ha invertido en su infraestructura.

Ahora bien, ¿Son estas, las verdaderas trabas por las cuales la empresa estatizada no puede lograr su optimo funcionamiento? ¿O son estos, los aún imponderables designios del capitalismo, realmente las trabas por las cuales la empresa estatizada no puede lograr su optimo funcionamiento? Atacar estas interrogantes puede significar un arduo esfuerzo, pero es posible recurrir a una lógica simple que conlleve a preguntarnos ¿Como pretender gerenciar con sentido socialista, las empresas estatizadas, sin superar el dogma capitalista aún presente en las mismas? No en vano quiero simplificar el problema a un tema de gerencia, de falta de decisiones, definitivamente nuestra nueva gerencia debe asumir riesgos y tomar decisiones de alto impacto para romper con estas "trabas artificiales"; se debe innovar, se debe inventar, incluso se debe errar, y para ello un soporte de mucha ayuda pueden ser la innovación, pero la innovación con sentido socialista.

La innovación es un término que tiene muchas acepciones. La innovación puede definirse como el aprovechamiento practico de los saberes (científicos, técnicos, artesanales...) para desarrollar productos, bienes o servicios, que deben ser introducidos y aceptados por una sociedad con la intención de transformar parte de su realidad y ver beneficiado a sus habitantes. Con la adopción de este concepto de innovación quiero separarme del todo de la innovación que es vista, bajo la excusa de la competividad, como una forma de obtener mayores ganancias económicas para apoderarse de un mercado. En este apartado me voy a referir a la innovación con valores estrictamente socialistas.

Mi planteamiento aquí, es que se puede, a través de la innovación, romper con esas barreras que aun nos mantienen atados a esos vicios capitalistas. El proceso de estatización debe venir acompañado por equipos innovadores de trabajo, que de una vez identifiquen las trabas artificiales y de inmediato comiencen, a partir de los elementos existentes, a transformarlos o sugerir nuevos elementos, que hagan que la empresa sea productiva y que lo que se produzca sea distribuido y aceptado por nuestra sociedad. Incluso, claro que debemos de competir, pero con las empresas comunes que con fines meramente capitalista se han hecho de un mercado importante de la sociedad.

No se debe olvidar que nuestro socialismo, de por sí, es una innovación con un profundo carácter político, lo que lo hace un sistema social que aporta excelentes condiciones para aprovechar los beneficios de los cambios tecnológicos, por lo que, debemos ver a la innovación como una modalidad que permitirá modificar radicalmente cualquier traba, con una orientación racional de las decisiones, cuidándose a la vez de los efectos indeseables de la innovación: innecesaria variedad de modelos, productos y servicios; la saturación periódica de nuevos productos o su obsolescencia prematura; la inversión para pretender igualarnos a otros modelos no compatibles con el nuestro.

Bajo este enfoque se busca evitar la sub-utilización de la capacidad industrial, y por ende el inadecuado aprovechamiento de los recursos humanos y económicos, a la vez que se persigue, la asignación de los recursos de la innovación a nuevos objetivos, que en lugar de servir a la búsqueda de la mayor rentabilidad, apunten a la optimización de la producción, el consumo, y el bienestar colectivo.

Que cada organismo dedicado a la administración de las empresas estatizadas, cuente en sus filas con un equipo humano con capacidad para detectar esas “trabas artificiales” que hacen inviable la verdadera transformación productiva de la empresa; es lo que propongo. Los equipo innovadores de trabajo pueden con base a sus conocimientos, proponer alternativas que permitan resolver o incluso disolver los problemas, destrabando así el asunto que imposibilita la productividad en la empresa.


maurolondon@gmail.com

Ingeniero de computación



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