La Universidad como negocio

Una de las herencias más nefasta que nos dejó la era neoliberal, a esta etapa revolucionaria que hoy sacude nuestro País, sin duda alguna fue la mentalidad mercantilista que agobia a muchos de nuestros compatriotas y desvirtúa a nuestras instituciones, un ejemplo de ello sin duda alguna lo constituyen las universidades nacionales, llamadas a ejercer un papel rector en la vida nacional, se han convertido en antivalores que hoy nuestro pueblo reclama por su transformación y democratización, el 109 de la Reforma Constitucional rechazada, iba en esa dirección.

En la cuarta república, las universidades nacionales frente a la ofensiva neoliberal que pugnaba por privatizarlas, mediante el cerco presupuestario, optaron por crear diferentes mecanismos de ingresos propios que, con el tiempo, se fueron transformando en todo un entramado de negocios particulares de autoridades y algunos miembros de las comunidades universitarias. Así, vimos surgir: fundaciones, empresas, institutos, entre otros; mediante los cuales canalizaron esos ingresos. Pues bien, al llegar la Quinta República con un planteamiento opuesto al neoliberal, y dar por terminado esa política de cerco presupuestario, ese entramado de negocios se transformó en un mecanismo para el enriquecimiento de particulares, ante la ausencia de fiscalización por parte del Estado, ya sea porque la Opsu no cumple con lo que le pauta la Ley de Universidades en el sentido de organismo de control del ingreso y del gasto universitario, o porque los entes de Control Interno no sirven para nada que no sea, sino consumir el presupuesto público.

Veamos cuáles son esos negociados, heredados de la cuarta república y que hoy subsisten:

1.- Las Pruebas Internas.

A mediados de los ochenta, con el auge neoliberal se plantearon, los gobiernos de entonces, la privatización de las universidades nacionales; el cerco presupuestario, valga decir, la reducción drástica de la inversión en educación superior, se convirtió en el mecanismo para obligar a las universidades (para entonces dirigidas en su mayoría por autoridades de izquierda) a tomar medidas orientadas a revertir su carácter dependiente del presupuesto público, entre las cuales la Prueba de Aptitud Académica entonces y, posteriormente, las Pruebas Internas, jugaron un papel esencial. Estas pruebas persiguen el objetivo de seleccionar a los estudiantes de colegios privados de clase media alta y alta, los cuales fueron nutriendo las aulas de las universidades públicas, de allí que el carácter protestatario de esas instituciones fue desapareciendo con el tiempo, el movimiento estudiantil perdió su carácter popular y se aburguesó, con ello se creaban las condiciones para el cobro de matrícula, fin último de la privatización. Es obvio que, con la llegada del Comandante Presidente Chávez, esta política se frenó bruscamente; no obstante, las Pruebas de Admisión, aún permanecen como un recuerdo de la era neoliberal, convertidas en tremendos negocios que nutren las partidas de ingresos propios de las universidades nacionales y, a su vez, nutren al movimiento estudiantil burgués con los mismos de su clase. Se estafa a los estudiantes de sectores populares, creándoles la ilusión de que por esta vía pueden ingresar a la educación superior, y encima se les cobra 28 mil bolívares o 28 bolívares fuertes en unas Facultades y en otras cobran en unidades tributarias 46 Bs.F., y por otro lado se generan recursos que las comunidades universitarias, el órgano contralor y la Opsu, desconocen en qué se invierten; saque usted su cuenta, se inscriben decenas de miles de estudiantes y se ofertan centenas de cupos, es el gran negocio!. Colateralmente, crece también el negocio de los cursos para presentar las pruebas internas, dictado por profesores universitarios.

Todo esto ocurre, mientras el Comandante Presidente Chávez es un confeso opositor a estas pruebas, tal como lo expresó en la Plaza Bicentenaria: “...Yo desde hace varios años, pedí que se elimine la prueba de aptitud académica (...) Es un remanente de la cuarta república, de corruptelas y exclusión, en los que salen perjudicados los sectores de la juventud...” (ABN, 03/06/06). Reafirmando meses más tarde, en el marco del lanzamiento de la Misión Alma Mater, en la que ordenó: “...desmontar totalmente la Prueba de Aptitud Académica, porque es una reminiscencia del pasado...”, orden que incumplieron los ministros Navarro, Moncada y Acuña, fieles representantes de la oligarquía profesoral que ha gobernado las instituciones del saber, desde hace un poco más de dos siglos. A todas estas, me pregunto: por qué tiene que ser un profesor el Ministro de Educación Superior?, Por qué no puede ser un Estudiante, si hablamos de Poder Popular Estudiantil?, Estamos o no estamos en Revolución?

2.- Los Cupos.

La Ley de Universidades, aún vigente, estableció que corresponde al Consejo Nacional de Universidades establecer las metas en cuanto cursos a abrir en cada año lectivo (Art. 20, numeral 6) y en base a estas pautas, corresponderá a los Consejos Universitarios (Art. 28, numeral 9) fijar los cupos correspondientes en cada universidad. Con el tiempo esta norma se revirtió, y las universidades pasaron a fijar los cupos en base a su conveniencia; con ello, el cupo se convirtió en otro negocio universitario, surgieron los vende cupos. Entonces, las autoridades pasaron a utilizar estos cupos con fines para nada académicos y mucho menos éticos, un buen ejemplo de ello es lo ocurrido el año pasado, en que una autoridad rectoral chantajea al Estado, como bien lo describe el Correo Ucevista del 23 al 27 de Abril de 2007, Año 3, N° 82, leámos: “ Si nos proporcionan los recursos necesarios para actualizar la plataforma tecnológica y reacondicionar la planta física, podríamos aumentar el cupo de ingresos estudiantiles hasta en un 40%, así lo informó el Rector de la UCV, Antonio París, durante la reunión que sostuvo con diputados de la Comisión de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional, en el Salón de Sesiones del Consejo Universitario...”, al final, seguramente estos diputados habrán cedido a este chantaje rectoral y se habrán bajado de la mula con estos recursos, así se expresa la forma en que se usa en nuestras universidades el tema del cupo estudiantil.

3.- Las Colocaciones Financieras.

Otra forma de obtener recursos sin ningún riesgo, tiene que ver con los recursos que ingresan a las universidades, ya sea para cancelar una deuda al personal o para cubrir una partida que tiene que ver con un beneficio socioeconómico del personal universitario, si es una deuda inmediatamente que ingresa el recurso es colocado en un banco a generar intereses y el pago de la deuda se retarda lo más posible, hasta se lanzan rumores de que dicho dinero no ha llegado y se le echa la culpa al Gobierno por ello, para que la protesta de los afectados se distraiga en otros lados. Si es un beneficio socioeconómico, se retarda la Licitación a manera de que la colocación tarde lo más posible, se ha llegado al extremo en universidades de que el beneficio del vestuario se entregue a finales del año, valga decir, la colocación se extiende por todo un año. Colateralmente, el negocio de la colocación trae un beneficio extra para el que la hace, lo que se denomina en el negocio bancario como la comisión flash; la cual, la agencia bancaria para ganarse el negocio acredita al funcionario que realiza la operación financiera, en una cuenta que para nada es de la institución universitaria, es así que hemos sido testigos de la forma en que ex-rectores, después de dejar sus cargos, han pasado a formar parte de las directivas de bancos privados; o la invasión de los espacios universitarios por cajeros automáticos, incluso hasta el carnet universitario ha pasado ser potestad de los entes financieros.

4.- Las Construcciones y Remodelaciones de la planta física.

Otro negocio que ha surgido en nuestras universidades es el de la construcción y remodelación de la planta física, para ello en la era neoliberal, fue necesario desmantelar el Estado universitario, las Direcciones de Mantenimiento fueron eliminadas y sus funciones descentralizadas a las Facultades, con lo cual se fueron constituyendo poderes paralelos a los electos por la comunidad, el trío: Coordinador Administrativo, Director de Mantenimiento y Administrador, pasó a convertirse en un poder de facto en cada Facultad. Conozco un caso, de un Coordinador Administrativo que los trabajadores llaman el “rey de las tascas”, ya que desde que es coordinador ha montado como varias tascas y, en su Facultad, ni la autoridad electa ha podido retirarlo de dicho cargo. Estos tríos montan empresas de maletín y las presentan en las licitaciones de obras y nunca pierden; por supuesto, las obras ejecutadas, por lo general, son de mala calidad y hasta llegan al extremo de utilizar los materiales y empleados de la institución universitaria para su ejecución, como se ve es un negocio redondo por donde se le vea, son los nuevos ricos de la vida universitaria y hasta muestran su riqueza mal habida sin ninguna preocupación.

Combinado con lo anterior, somos testigos del surgimiento de las empresas de mantenimiento y de seguridad, creadas mediante testaferros detrás de los cuales, seguramente, se encuentra un profesor o uno del trío mencionado anteriormente; empresas que descaradamente utilizan los materiales de la institución, lo que en términos prácticos es un ahorro en sus gastos y un aumento de sus ganancias anuales.

5.- Las Elecciones Universitarias.

Uno de los planteamientos, sugeridos por el oposicionismo pro imperialista, para oponerse al 109 de la Reforma Constitucional rechazada (que democratizaba la elección de las autoridades universitarias) fue que las elecciones constituían un acto meramente académico, nada más alejado de la realidad. Por tratarse de procesos electorales a dos vueltas; en la segunda vuelta, corre parejo el ofrecimiento de todo tipo, a los integrantes de las planchas eliminadas, a fin de ganarse su apoyo; desde cargos en el futuro gobierno hasta maletines repletos de “Antoninis Wilson” muy de moda por estos días, gracias a Globoterror, todo depende de los factores del poder financiero que se encuentren detrás del candidato. La universidad se ve como una pieza muy apetitosa, para hacer negocios y enriquecerse fácilmente y, sin riesgo.

6.- La Seguridad Social del Personal Obrero y Administrativo.

Los montos de las partidas presupuestarias del personal de las universidades es un secreto bien guardado, algo que debería ser transparente en nuestras universidades, se ha convertido en una “caja negra” impenetrable para sus beneficiarios. En la UCV, por ejemplo, el año antepasado el SinatraUcv, sindicato de los empleados administrativos, se atrevió a manejar la partida de H.C.M., que rondaba en esa fecha los 10 millardos de bolívares, hoy 10 millones de Bs.F., más vale que no, este paso fue como si el mencionado sindicato le hubiese declarado la guerra a las autoridades, éstas en conjunción con el “fuenmayorismo” enquistado en la Opsu, cerraron esta posibilidad de autogestión, que bien vale la pena que el Gobierno Revolucionario apoye. Derrotada esta aspiración de los trabajadores, un año después estalló el escándalo, el SinatraUcv denunciaría la “desaparición” de 3 Millardos de bolívares, hoy 3 Millones de Bs.F., el caso está en manos de la Contraloría General de la República, como siempre “durmiendo el sueño de Clodosvaldo”, esperemos se pronuncie antes que culmine éste su segundo período de siete años. Y así, por lo general, se manejan en nuestras universidades la inmensa cantidad de recursos, que el Estado Revolucionario envía a estas instituciones, y que los responsables de su manejo desvían hacia la banca privada en busca de mejores ganancias, mientras las instituciones educativas, los servicios médicos, los H.C.M., entre otros servicios, se encuentran funcionando sin medicinas, los niños sin merienda y recibiendo clases a medio tiempo por falta de profesores, es decir, se encuentran en la carraplana; eso sí, los servicios de los profesores funcionan A1, valga decir, mejor que un privado.

Estos vicios de la cuarta han sobrevivido en la Quinta República, y se han fortificado gracias a que este Gobierno Revolucionario, ha colocado al frente del Despacho de Educación Superior a representantes de esa oligarquía profesoral, tan opuesta a toda medida tendiente a cambiar las tradicionales estructuras de nuestras universidades, por eso insistimos: “no entrará la Revolución a las universidades, de la mano de la vieja oligarquía profesoral; dele paso al Poder Popular Estudiantil Comandante Presidente Chávez, que los estudiantes dirijan la Educación Superior”

henryesc@yahoo.es


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Henry Escalante


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