Educación Bolivariana: ¿Se consolida o retrocede?

Ha vuelto a la palestra de la discusión en la educación la Constituyente Educativa. Aunque ahora aparece como una respuesta de estudiantes y otros sectores identificados con el proceso revolucionario, a los hechos encabezados por sectores reaccionarios de las universidades privadas y algunas autónomas, está en el mar de fondo la toma de posición sobre las nuevas leyes de Educación y Educación Superior. Justo en estos días se cumplen 8 años de aquel proceso complejo, rico, contradictorio, masivo, inusitado y revolucionario que fue la Constituyente Educativa, el cual se manifestó fundamentalmente entre actores y autores de la educación en los niveles inicial, básico, media diversificada y profesional, así como en educación especial y de adultos.

En todo este tiempo, han pasado dos administraciones por el Ministerio de Educación, y transcurrido muchos procesos y eventos que fuerzan a hacer un alto y analizar hasta qué punto las caracterizaciones, propuestas y conclusiones de aquella experiencia tienen o no vigencia. ¿Hasta dónde se ha avanzado? ¿Qué hay que profundizar? ¿Qué desechar? ¿Qué rescatar?

La Constituyente Educativa y el PEN

Desde 1999, con la llegada de Hugo Chávez Frías al gobierno, se dio continuidad a un proceso de cambios y a una situación revolucionaria abierta en 1989 con “El Caracazo”. El proceso constituyente, que aún no ha sido cerrado, se inició con la Constituyente Educativa, la cual, desde el Ministerio de Educación (con la administración de Héctor Navarro, y la orientación de Carlos Lanz), significó un proceso inusitado en Venezuela por sus características de masiva participación de actores del hecho educativo en la discusión sobre la educación que tenemos, la educación que queremos, lo cual condujo a la discusión sobre el país que tenemos y el que queremos.

¿Qué tuvo de particular el Proceso Constituyente Educativa? Pues a nuestro entender, varios aspectos: 1) Se dio en el marco de la discusión sobre la Constituyente a nivel nacional, incluso, fue antes de ese proceso; 2) Como fue al comienzo del gobierno recién investido, no había recursos ni mucha parafernalia, sin embargo, se hizo, se avanzó en el tiempo previsto y se cumplieron muchas de las metas planteadas; 3) No podemos opinar sobre cómo se dio en muchos estados del país, lo que sí podemos afirmar es que en Aragua fue un proceso masivo, con incorporación de madres, padres, estudiantes, docentes, directivos y personal de Zona Educativa y Secretaría de Educación. 4) Se recogieron, como nunca, las ideas que tenía la gente sobre la educación que se venía padeciendo y sobre la educación que se deseaba. En conclusión, pudimos ver la democracia participativa y protagónica antes de que se estableciera como principio constitucional.

En la sistematización del proceso Constituyente Educativa, recogida en la versión preliminar del Proyecto Educativo Nacional, se recogieron propuestas y acciones orientadas al propósito de dotar al pueblo venezolano, sobre todo a sus educadores y educadoras, de una plataforma filosófica, política, organizativa y curricular para construir el modelo educativo de la revolución venezolana en curso.

En ese marco, de retomar los aspectos, caracterizaciones y propuestas del proceso Constituyente Educativa, puntualizamos la caracterización siguiente:

LA EDUCACIÓN QUE TENÍAMOS

* Ausencia de direccionalidad estratégica que apunte hacia cambios profundos en educación
* Exclusión económica – política – cultural
* Separación de la escuela y la comunidad
* Inadecuación del currículo
* Déficit en la gerencia educativa
* Fallas en el desempeño profesional del docente
* Limitaciones en las condiciones de vida y de trabajo del docente
* Partidocracia, economicismo y burocracia sindical
* Insuficiencia en la infraestructura escolar y en la dotación

Estos aspectos fueron recogidos en 1999. Luego de ocho (8) años de revolución, tenemos que reflexionar. ¿Cuáles de las críticas y déficit planteados allí siguen o han sido superados o están en camino de superarse? ¿Qué acciones se han venido avanzando para superarlos? ¿Cuáles se han profundizado?

NO REPETIR ERRORES

Del mismo modo, se alertaba sobre los errores que había que evitar. Los retomamos con el propósito de que, en vista e que se inicia un proceso de discusión sobre nuevas leyes, reforma constitucional y “nuevo currículo”, sirvan de guía:

o Reforma curricular sin tomar en cuenta la globalidad de la problemática político – social y la realidad de los y las involucradas e involucrados
o La rehabilitación y construcción de plantas físicas educativas y la dotación sin valorar las prácticas pedagógicas y el currículo
o La administración educativa centrada en un personal directivo supuestamente eficaz y sin articulación con los aspectos anteriores
o Capacitación docente de corte instrumental, sin considerar condiciones de vida, necesidades y prácticas en el aula.

REFORMA CURRICULAR SIN TOMAR EN CUENTA LA GLOBALIDAD

De las advertencias señaladas antes, queremos comenzar por ésta, ya que engloba buena parte de la preocupación que debemos tener cuando se asumen propuestas de cambios curriculares. ¿Cuál fue la práctica cuartarrepublicana para cambiar el currículo? Siempre se caracterizó por: elaborado por “expertos” en oficinas; recogían las orientaciones de agentes exógenos (banca mundial, pedagogos extranjeros, “modas” europeas o estadounidenses); tenían un carácter prescriptivo, todo venía en paquete, con manual de instrucciones y todo. Por supuesto, que constituía enorme negocio para los editores de libros porque la herramienta más importante para aplicar las recetas eran los “libros de texto” elaborados por profesores de acuerdo al mandato de las editoriales. ¿Quién preguntaba al docente? ¿Cuándo se consultaba al padre, madre, representante o estudiante sobre sus necesidades? Es más, como siempre, y a manera de “hoja de parra” para salvar los pecados, se implantaba el denominado “plan piloto” que consistía en escoger, de acuerdo a criterios nunca conocidos, planteles donde se aplicaría la propuesta pero que, luego del “pilotaje” no se tomaban en cuenta las recomendaciones, las críticas o las trabas. Incluso, se hacían los famosos talleres para la implantación, de manera compulsiva y obligatoria, pero no se le ocurriera a usted criticar la propuesta o argumentar su inviabilidad, porque era execrado(a) y aislado(a). Generalmente, se convertían esas jornadas de capacitación en llenar aulas y auditorios para cumplir con el mandato del contrato con la banca multilateral de “dictar” los talleres necesarios para “validar” la propuesta.

Si tenemos ahora una direccionalidad estratégica y un modelo de país, plasmado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, si tenemos un marco de valores y principios que rompen con lo anterior y si se habla de una democracia participativa, protagónica en un país multiétnico y pluricultural, éstas se constituyen entonces en líneas de construcción y desarrollo curricular. Por ello, debemos reflexionar acerca del modelo curricular que asumiremos para no caer en repeticiones y, peor aún, en fortalecer un currículo para la dominación.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 9574 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter