¿Constituyente Universitaria?

A raíz de que los estudiantes de las universidades privadas marcharon por las calles de Caracas y los estudiantes bolivarianos intervinieron en la Asamblea Nacional, han proliferado un sin fin de discursos sobre la universidad venezolana.

Algunos hablan de manipulación; otros de claridad ideológica. Unos analizan las propuestas; otros, más bien, proponen las suyas. ¡Es el momento de la constituyente universitaria! ¡Que se retomen los esfuerzos engavetados! , argumentan otros. Me pregunto, ¿será que quiénes cotidianamente vivimos los aciertos y sinsabores de la universidad no podemos, por nosotros mismos y en los contextos comunitarios, responder inquietudes y solventar problemas?

En las universidades venezolanas convivimos seres humanos enajenados, alienados, convencidos que somos dueños de un saber académico que nos hace diferentes a los demás, un saber que motoriza nuestras vidas hacia un destino pequeño burgués, hacia un mundo de consumismo y fatuidad. Nuestras conciencias egoístas nos hacen seres cómodos y confiados. Soñamos con el ascenso académico y social. Exhibimos con orgullo, méritos y títulos, y por qué no, el último carro que pudimos comprar a través de la Caja de Ahorro. ¿Será que necesitamos discutir sobre el humano en una constituyente universitaria? ¿Por qué y para qué se promueve una constituyente universitaria?

Si algo ha sido significativo en los últimos días es la presencia de los estudiantes en diferentes espacios de la vida nacional. Unos y otros demuestran, en sus actos, su nivel de conciencia: o defienden la propiedad privada o promueven el socialismo. Los marchistas manifiestan la raigambre clasista de las universidades privadas y católicas mientras que quienes disertaron en la Asamblea Nacional dan a conocer sus raíces comunitarias.

Estos últimos, estudiantes bolivarianos, circulan por calles y plazas venezolanas para discutir libremente sobre el poder popular estudiantil y la educación. Escuchan con detenimiento a quiénes, sin invitación especial, acuden a la cita. Registran estas opiniones. Las amas de casa, estudiantes, maestros, funcionarios públicos y cualquier otro citadino acude a la plaza Bolívar para dialogar con ellos en un ambiente de libertad y armonía, las cuáles se transformarán en propuestas populares.

¿No es ésto, acaso, una constituyente universitaria? Los estudiantes bolivarianos, y yo me sumo a ellos, promueven la universidad “con sabor a pueblo”.

Les propongo que discutamos mucho más allá del tema universitario y educativo; aquél que pretende abordar solamente la autonomía, la transformación del claustro, el control de los procesos administrativos, el aprendizaje y el currículo.

Dialoguemos sobre la universidad y el Estado revolucionario; el humano y la conciencia del deber social; el sentido de la profesión y el trabajo comunitario y voluntario; la distinción y definición de la propiedad social e individual; la esencia de la ética para la sociedad socialista y bolivariana.

Porque, si somos portadores de saberes y experiencias y hemos caminado un trayecto de ocho años de transformaciones coyunturales debemos devolverle a la Patria que heredamos, una nueva condición humana.

Acompañemos a los estudiantes para hacer de este momento histórico, una constituyente con “sabor a pueblo”.

elgaropa13@gmail.com


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