Universidades, medios y empresas

Conocido es por todos, que antaño las empresas de cierto renombre buscaban a sus futuros empleados en aquellas universidades privadas, que ya previamente aprobadas por ellas garantizaban un cierto estereotipo ideológico que se amoldaba a sus necesidades mercantiles.
Este fenómeno no se veía en las universidades oficiales (aquellas que vivían a expensas del gobierno y que por tanto se hacía urgente redimensionar con una “sana privatización” para que sus estudiantes pudiesen entrar a “competir” por el mercado laboral), salvo la universidad Simón Bolívar, que siempre la mantuvieron alejada del pueblo con autoridades que respondían a los intereses de la burguesía garantizando el estereotipo profesional necesario a las empresas transnacionales, todas las demás eran igual.
Esto se puede seguir observando hoy. Las universidades privadas formando a los futuros profesionales de esas empresas, y las oficiales como reducto de un grupito de personas afectas a la derecha más recalcitrante, desmantelándolas lentamente.
Desmantelamiento, por cierto, que se dirigió primero al plano académico, con la entrada de docentes muy poco preparados profesionalmente pero que respondían a los intereses de los distintos partidos, esto es así, aunque existen honrosas excepciones que nos hacen presumir que algún día estas casas vencerán las sombras.
No es desconocido que la “operación colchón” predomina aún en esos recintos, el cobro de dinero para “pasar” alguna asignatura, el “amiguismo” de docentes y estudiantes que garantizan semestres sin preocupación para bachilleres que duran más de 10 años para graduarse (como es el caso de Nixon Moreno, héroe de la oposición mediática), pero que están muy pendientes del trabajo “político” dentro del recinto académico.
Luego, el desmantelamiento, se dirigió a la propia infraestructura, al presupuesto, al negociado con diversas actividades de extensión, investigación o de las instalaciones deportivas; donde el patrimonio universitario quedaba férreamente comprometido a un sector de la plantilla docente que era el que garantizaba la continuidad de las gestiones de gobierno y cogobierno dentro de ellas.
Nada de esto es desconocido, las universidades fueron ligadas a las empresas para enriquecer, de manera fraudulenta y dolosa, a unos pocos.
Hoy se puede apreciar los frutos que han rendido esta práctica “político-profesoral”: 1.-Existencia de guarimbas universitarias, donde las mismas autoridades, como es el caso de la ULA, avalan o instigan el almacenamiento de diversos artefactos explosivos y de armamento, para uso en las “manifestaciones pacíficas de los estudiantes” con propósitos de desestabilización (como sucedió en pasadas manifestaciones donde un presunto violador se convierte, por obra y gracia de los medios, en icono de “luchas” por la libertad de empresa-prensa). 2.- Autoridades seriamente comprometidas con: la violación de la verdadera autonomía universitaria; el despilfarro de los recursos presupuestarios; la planificación de concursos de oposición amañados que garantizan la entrada de personas no idóneas, pero que brindan los votos necesarios para su continuación en la gestión administrativa. 3.- La oposición permanente a las políticas gubernamentales que tienen que ver con el desarrollo y actualización de los programas educativos a todo nivel. 4.- La mercantilización de la educación que garantiza una educación vacía de todo contenido social y de compromiso, tal y como lo atestiguan los jóvenes que han salido a manifestar en las últimas semanas, quienes han demostrando una carencia de ideas y argumentos coherentes, como los que pudieron ser escuchados en los recientes “discursos” en el estadio universitario, el pasado día viernes.

Es así como se viene operando, desde hace años, dentro la academia, a la cual sólo le va quedando el nombre.
Otro ejemplo de cómo se vinculan las universidades, las empresas y los medios es el caso de la UCAB.

Como buena universidad privada comprometida con el sueño (norte)americano, acaba de firmar un convenio con la empresa Globovisión, para garantizar la formación de los futuros periodistas que laborarán en dicha planta. No faltaba más.

Es así como se sella la unión entre la UCAB (la universidad que ha provisto de los líderes y manifestantes en estos últimos tiempos, donde se aprecia una carencia total de ideas frescas para conformarse con la repetición de clichés oposicionistas) y Globovisión (la empresa que ha provisto la transmisión de todos esos “eventos noticiosos” con total “imparcialidad” siempre apegada a los códigos de ética periodísticos), una aportando el material humano y la otra deformándolo, vaya complementariedad!

¿Será que tendremos más “noticias en vivo” en este mes de julio? Hay que estar atentos.
Ya Ugalde nos ha mostrado de lo que es capaz como digno jerarca de la iglesia católica, apostólica y romana; ahora al lado del malandrín de Ravel, que como buen lacayo imperial, pretenderá poner en zozobra a todo un país pretendiendo causas altruistas. Lo único que quiere Venezuela, entiéndalo de una vez, es tranquilidad para seguir con los cambios que garantizarán un futuro mejor y digno para nuestros hijos.

wjof@yahoo.com


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