Por autonomía universitaria total

Soy uno de los millones de personas que en toda América Latina observan con sumo interés lo que pasa en Venezuela en el momento. Soy parte de los que se solidarizan con la dura lucha que lleva adelante la inmensa mayoría de los venezolanos y venezolanas para resistir a la nueva arremetida oligárquico-imperialista que busca socavar las conquistas populares de los últimos ocho años.

Entiendo lo difícil que es tener claridad de las estrategias de lucha estando uno realmente en el campo de batalla y, aun así, veo que los revolucionarios y revolucionarias venezolanas han sabido contener heroicamente todos los intentos que las fuerzas oligárquico-imperialistas han impulsado hasta ahora en contra del proceso de cambios populares.

Sin embargo, les pido el derecho de expresar una que otra sugerencias que considero podrían contribuir con esa lucha. Como todos lo sabemos (tanto la oligarquía como los revolucionarios) lo que desean los sectores antipueblo es encontrar una manera de causarle desgaste al Gobierno Popular encabezado por Hugo Chávez tanto a nivel nacional como, en especial, en el exterior. Lo que se busca es crear en la opinión pública internacional la sensación de que Venezuela se ha tornado un país ingobernable, en el cual la mayoría de la población se ha rebelado en contra de un gobierno dictatorial que solo se mantiene por medio de la fuerza bruta. En ese sentido, debemos admitir que ellos tienen una gran ventaja comunicacional, puesto que casi el cien por ciento de los medios de comunicación privados (amplia mayoría en casi todos los países con economía de mercado) se han adherido a este plan macabro. Esto quiere decir que los pueblos de América Latina y del mundo verán tan solo lo que los dueños de los medios quieran que sea visto y de la manera cómo ellos lo quieran mostrar. Su intención es exhibir a jóvenes de "buena apariencia", "pacíficos", que tan solo salen a protestar con las manos pintadas de blanco para pedir libertad, mientras que los policías del "tirano" les bajan el palo con toda brutalidad.

Delante de tal panorama, me parece que la mejor forma que tiene la Revolución para defenderse es haciendo avanzar el proceso. Así como el golpe militar-empresarial de abril del 2002 generó un contragolpe que desbarató a los sectores pró-oligárquicos de las fuerzas armadas y el saboteo petrolero de 2002-2003 significó el fin del control oligárquico sobre la industria del petróleo (PDVSA), el contragolpe ahora debería ser asestado en el sector de donde han venido las arremetidas, o sea, el sector universitario.

Lo que pasa es que el sector universitario es uno de los más vulnerables de la oligarquía venezolana. ¿Cómo podrán los rectores de universidades privadas reaccionar cuando los estudiantes y la mayoría del pueblo se lancen a las calles para exigir autonomía para las universidades privadas? ¿Estarán conformes con que la dirigencia de sus universidades pasen a ser indicadas por el conjunto de la comunidad universitaria (profesores, funcionarios y estudiantes) con base en el voto directo e igualitario (cada cabeza un voto)? ¿Y cómo reaccionarán los rectores de las universidades públicas que se han mantenido de espaldas para el pueblo cuando los estudiantes y la mayoría del pueblo exija que allí también se ejercite la democracia? ¿Aceptarán la participación igualitaria de toda la comunidad universitaria (profesores, funcionarios y estudiantes) en las elecciones de las autoridades dirigentes? ¿Aceptarán ellos que los presupuestos universitarios sean elaborados conjuntamente por los representantes democraticamente escogidos de la comunidad universitaria y los de todos los sectores de la población que puedan tener interés en la cuestión universitaria?

A los jóvenes universitarios bolivarianos les corresponde la tarea de convocar a debatir sobre estas cuestiones a los estudiantes que actualmente (consciente o inconscientemente) juegan a favor del imperialismo y la oligarquía. A ellos y a todo el pueblo les cabe realizar manifestaciones públicas para demandar que las propuestas de cambio sean materializadas. Como sugerencia: grandes manifestaciones públicas delante de los portones de las principales universidades privadas (UCAB, Metropolitana, Santa María, etc) para cobrar las respuestas de las autoridades de esas instituciones a tales planteamientos. De modo análogo, convocar a los estudiantes y el pueblo en general a manifestaciones dentro de los recintos de las universidades públicas para tratar de esas mismas cuestiones. ¿Por qué no puede el pueblo tener acceso libre a los recintos de las universidades públicas si es el pueblo quien las mantiene con su trabajo? Por su parte, a los parlamentarios bolivarianos les corresponde hacer los cambios legales que sean necesarios para tornar viables estas transformaciones. La ley podría muy bien especificar que, para ser reconocida como de nivel universitario, toda y cualquier institución educacional debería funcionar en base a la autonomía universitaria en conformidad con lo que he mencionado con anterioridad.


-POR LA AUTONOMÍA TOTAL EN LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS Y PÚBLICAS;

-POR LA ELECCIÓN LIBRE Y DEMOCRÁTICA DE TODAS LAS AUTORIDADES UNIVERSITARIAS CON BASE EN LOS VOTOS IGUALITARIOS DE PROFESORES, FUNCIONARIOS Y ESTUDIANTES;

-POR PRESUPUESTOS DE UNIVERSIDADES PÚBLICAS ELABORADOS DE FORMA ABIERTA Y DEMOCRÁTICA CON LA PARTICIPACIÓN DE TODA LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA Y LAS REPRESENTACIONES POPULARES INTERESADAS.


Saludos bolivarianos desde Brasil

josespa@bol.com.br





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