Comunicado del Colectivo Revolución y Dignidad

La violencia política da sus primeros pasos en la UBV

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http://aporrea.org/imprimir_doc.php?docid=19588
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA-SEDE ZULIA
COLECTIVO REVOLUCIÓN Y DIGNIDAD. C-RED

colectivorevolucionydignidad@yahoo.es

MANIFIESTO No. 4 JULIO 2006

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE Y MÁXIMO COMANDANTE, HUGO CHÁVEZ FRÍAS

En algún momento de este largo camino llamado Revolución (que no comenzó en el 92, ni en el 89, aunque es obvio que allí renace, con una violencia necesaria), imaginamos que algún día los que luchábamos por una Universidad distinta la lograríamos. Que frente a las partidocracias y mediocracias (el gobierno de los mediocres) nacería una Universidad aliada al pueblo, no encerrada en si misma, mirándose el ombligo abultado por homologaciones y condumios partidistas.

Cuando en el 2003 nació la UBV, pensamos que lo habíamos logrado. Un primer hecho nos alentaba: cientos de profesionales, cuya única etiqueta era ser revolucionarios, sin padrinazgos, lograban convertirse en profesores universitarios.

El segundo hecho que nos ilusionó, fue la política de abrir puertas, de decir no al odioso cupo, de llamar a todos los estudiantes que se pudiera, de los sectores más olvidados de la sociedad. Pero allí no se quedaba el “milagro”: de alguna manera, los partidos, los viejos y los nuevos, también quedaban fuera de la Universidad, más allá de las posiciones personales.
El sueño se acabó.

Hoy, la UBV en general y en especial la sede Zulia, son el espacio para repartir cuotas de “poder” (ojo, solo el pueblo lo tiene) entre los partidos que hacen vida, o mejor, que viven de la Revolución. Una repartición que trae consigo la imposición de un “consenso” que es en realidad coerción institucional, una “armonía que pone viejos los corazones”, como la canción de Milanés, un fascismo que consigue opositores entre los que critican, locos entre los que protestan, plazasfrancias en donde hay 13 de abril.

No sabemos si nuestro comandante Chávez leerá esto. Es posible, después de todo la UBV fue, o es, la niña de sus ojos, como el mismo señalara en sus comienzos. Si lo lee, se molestará, seguramente, como todo líder cuyas tropas pelean. Pero es que la Revolución, Comandante, y usted mejor que nadie lo sabe, no es la voz que calla, sino el grito que alerta cuando el camino se pierde.
Los que aquí hablamos, Presidente, no lo hacemos motivado por cargos, dinero, posiciones. No. En eso nos diferenciamos de quienes asumen el poder como un botín hoy en UBV-Zulia. Esos personeros que dicen hacer la revolución desde la comodidad de sus cargos como acompañantes de diputados de papel. Son las Elsy Lauchos, las que traicionaron al colectivo con movimientos que hoy son de “jalazón” permanente, las que alaban a Manuel Rosales por sus efectivos métodos; las Giselas Farías, cuya ambición de poder las lleva a arrastrarse, a manipular estudiantes para luego aplastarlos; los Yosmar Salinas, copeyanos de corazón, firmantes de los firmazos, o las Luz Marina Rivas, acólita de las cúpulas emeverristas que maltrata a sus estudiantes y cuya irresponsabilidad ayer no se castigó y hoy se premia; son las Pollys Urribarrí, destructoras de procesos, amantes del poder paralelo; las Vileana Meleán, que colocan a sus familiares en cargos administrativos, como si el nepotismo no existiera; las Yamiras Acosta, las pequeñas Goebbels del fascismo de turno. Son ellos, los que no trabajaban y se limitaban a criticar, los hoy entronizados en nuevas “responsabilidades” en ese batiburrillo que llaman equipo de dirección.

Ellos tendieron la trampa, manipularon estudiantes para romper los diques que detenían la partidización de la UBV. Hoy se levantan y asumen que para consolidar a la UBV, hay que convertirla en LUZ, o UCV, o ULA: una camarilla que domina a su antojo, que se apoya en los poderes constituidos, en débiles legalidades, para aplastar a todos los que disentimos de ellos, que metamorfosean en elites a consolidarse mediante concursos amañados, que celebran en restaurantes caros, como La Churuata, su “triunfo”, la toma del poder, es decir, el carguito.
Son ellos, los apoyados por María Piñango, la enviada de la derecha a destruir la UBV, la que, a Dios rogando y con el mazo dando, como su hermano, minaron todos los valores morales de la UBV Zulia, entronizando a la mediocridad apadrinada.

Hoy, luego de partidizar a la UBV, se sorprenden por la violencia política que da sus primeros pasos. Pero, es que si quieren hacer de la UBV una LUZ necesitan de sus fuerzas de choque, de su “Ave Fénix”, su “Cobra”; el fascismo no puede caminar sin sus camisas pardas, sin sus falanges, que lleven a lo físico esa violencia institucional tan o más grave que la otra.

En este momento, la UBV, al menos la sede Zulia y la Central, ya no es una universidad alternativa. Con un nuevo organigrama que privilegia lo administrativo sobre lo académico (la burocracia sobre el debate de ideas), que se apoya en planificaciones estratégicas que cogollizan la toma de decisiones, negando estructuralmente la existencia de espacios para la democracia, la consulta y la participación, es decir, cambios que la transforman en una universidad más, ya la niña de sus ojos, comandante Chávez, envejeció de forma prematura.

Cualquier disenso será obra de la CIA, de Bush, o de sus payasos locales. Cualquier denuncia de la corrupción por venir (porque hay zamuros cuidando carne) será desestimada; cualquier estudiante que proteste, será “aplastado”; las cuentas se ajustarán a la hora de las evaluaciones profesorales, hoy en manos de quienes durante años fueron protestados por no cumplir con su trabajo, pero sobrevivieron en la impunidad; las cúpulas de la UBV llegarán a acuerdos con las elites de otras instituciones, y los cargos serán repartidos en los aquelarres preelectorales.

Pero la Revolución seguirá por abajo, indetenible, asqueada de esta cuarta república que, alojada en los corazones de los usufructuarios, muta en la quinta, pensando en la sexta. Y seguirá por arriba, porque sabemos que el Presidente no dudará en comandar a los batallones populares que derrumbarán a estas elites.

Esta denuncia, lo sabemos Sr., Presidente, le sonará igual que muchas. Quizás hasta la desdeñe. Le pedimos hoy que no lo haga. Investigue lo que está pasando en la UBV, pero desconfíe, Comandante. Una universidad donde se golpea a quien disiente, donde se maltrata al consecuente y se premia al irresponsable, donde se veja a los obreros y se manda a callar a los estudiantes que aprendieron a protestar, no merece llamarse UBV.

Nota: Las puertas se abrieron para los buitres partidistas. Hoy, la pelea es peleando, y todo se vale.


No vas a conseguir nada;
no claudico ni me entrego
debajo del trapo ciego
no está ciega mi mirada.

Siento que mi pueblo escucha
cuando canto lo que siento
ganapán del escarmiento
no me pongas la capucha.

Mirá que sigue la lucha
y sigue el pueblo despierto.
No te suplico. Te advierto:
No me pongas la capucha.

Mario Benedetti


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