¡Cuánta porquería en las universidades autónomas¡

Recientemente se quejaba un colaborador del portal Aporrea, de irregularidades en las pruebas de ingreso a la Universidad de Los Andes, específicamente de fraude a propósito del caso de su hijo. Sin embargo esta situación ya no sorprende, al menos a quienes conocen la realidad universitaria desde hace muchos años, más oscura que clara. Y en general ocurre en todas las universidades autónomas venezolanas, en las que los desaguisados, el desvío de recursos, el amaño de concursos de credenciales y de oposición, el ausentismo laboral,  la piratería docente, la exclusión, el amiguismo y el nepotismo, y diversas situaciones extrañas, forman parte de la cotidianidad. De manera que la anormalidad que se presenta durante la realización y posterior evaluación de las pruebas de ingreso, es más bien un mal menor, sin restarle valor a las denuncias del compañero arriba mencionado.

 

Es tanta la porquería que ha contaminado a las Casas de Estudios Superiores en Venezuela, que sólo aquellos seres excepcionales han podido sobresalir entre tanta mierda; seres sin los cuales podría decirse que las universidades no valdrían un carajo. Porquería constituida por ladrones, parásitos, vagos, violadores, agresores de mujeres, oportunistas, politiqueros, peseteros, tiranos académicos (ejercen la libertad de expresión, pero la coartan a sus estudiantes), psicópatas y pare de contar.  A manera de ejemplo, señálense dos casos tristemente recordados de “docentes” de dudosa reputación, y aún así bien respetados por las autoridades universitarias y numerosos colegas, estudiantes, obreros y empleados: 1) Una alta autoridad de la Universidad Central de Venezuela, quien maltrató psicológica y físicamente a algunas estudiantes, y violó a su propio hijo (hay un expediente al respecto). Jamás fue puesta en duda su “buena” conducta por la generalidad de la comunidad universitaria, y la Justicia venezolana lo trató con guante blanco, a pesar de las evidencias de violación contundentes en su contra. Anda plenamente libre, escribiendo en distintos portales electrónicos, por cierto; 2) Una conocida antropóloga, quien ha ejercido su profesión en la Universidad de Los Andes, se apropió indebidamente de buena cantidad de dinero, al recibir financiamiento a cambio de un gran fraude arqueológico en los Andes merideños. Para mayor información sobre este caso, consultar “Capos de toga y birrete”, de José Sant Roz.

Y ya que se hizo mención de la Universidad de Los Andes, valga el presente escrito para citar parcialmente el testimonio del líder político Miguel Monagas (hijo), quien en 1978 se atrevió a denunciar diversas irregularidades universitarias en varios medios de difusión del estado Mérida. Especialmente dirigido a quienes creen que los problemas de las universidades en Venezuela son recientes, por culpa del “socialismo” del siglo XXI:

 

“(…) denuncié la corrupción que existe a nivel universitario, no solo en la escala del Profesorado, sino también a nivel de obreros y hasta de empleados de nuestra máxima casa de estudios (…), el caso del Comedor Universitario, donde se está beneficiando una rosca a la que ni siquiera las autoridades de la ULA han podido detener. Estos señores trafican con los dineros de la universidad, como si lo hicieran con los suyos propios. Irrespetan la casa universitaria al vender la comida a precios mas elevados del que pudiera conseguirse en la calle (…), ese síntoma de Casa de Beneficencia que es nuestra Universidad, ya es una enfermedad endémica, que destruye nuestros basamentos y que por el contrario beneficia no ya a un grupo de Profesores sino a un grupo de corruptos que día tras día, están haciendo crecer sus caudales a costa de los dineros universitarios, viéndose disminuir tácitamente el presupuesto por estos manejos dolosos.

 

Efectivamente es cierto que existen profesores que acuden a cobrar los 15 y los 30 y también es cierto que (…) su asistencia docente se limita a dos horas si acaso diariamente (…), específicamente en la Facultad de Medicina e Ingeniería, los Profesores asisten tan sólo en estas dos fechas, porque vulgarmente dicho, están “chupando” de sus Compañías Constructoras y sus Consultorios Médicos, ya que está demostrado que no les interesa impartir la docencia parta la cual fueron contratados, sino embolsillarse los dineros a costa de lo que sea, bien del Gobierno o bien de sus empresas privadas como se ha señalado, dándose el vergonzoso caso de haber incluso raptado  de nuestra Universidad y aun del Hospital Universitario de Los Andes, valioso material clínico.

También se ha dado el caso de un profesor (…) que últimamente  ha venido haciendo presión (…), para que los laboratorios de materiales, no sean utilizados solamente por el alumnado para su beneficio, sino que también deben utilizarse por las empresas privadas, y así sacarle provecho a estos laboratorios, que son de la exclusiva propiedad de la ULA, y que según el citado Profesor “están adormecidos” en manos de los estudiantes (…).

El Año Sabático para algunos Profesores, es un año vulgar, de bonche y de corrupción a costillas de los dineros de los universitarios.

(…) esta Universidad es un compendio de males; los empleados hacen lo que les da la gana. Uno va a una oficina de la ULA y le gritan tres cosas (…), las Secretarias asisten a su trabajo con media hora de retraso (…), luego se van al cafetín a conversar dos horas (…)” (Entrevista para la revista “Mérida Hoy”, publicada en el Nro. 1 de esta publicación, 01 de febrero de 1979).

 

Rubén Alexis Hernández



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Rubén Alexis Hernández

Licenciado en Historia, Magíster en Historia de Venezuela. Antiimperialista, izquierdista y ateo

 ruhergeohist@yahoo.com

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