La función Investigación en tiempos en que no se investiga

El Presidente Nicolás Maduro anuncia un importante incremento presupuestario a la Misión Sucre, la universidad más grande del país según sus propias palabras. Eso no se discute, y se aplaude. Pero no es suficiente. Si el presupuesto aumenta para cancelar beneficios contractuales y laborales, es un aporte que no responde a las necesidades básicas de las universidades. La inversión debe ir priorizada a la investigación, para luego crear los complementos necesarios que auguren mejoras sociales, de servicios y de ampliación del espacio universitario. De lo contrario, estaríamos manteniendo una “gran Escuela”, pero no así una “gran Universidad”. Venezuela necesita universidades competitivas, activas y productivas de nuevo conocimiento. El presupuesto en investigación debe ser revisado, el Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación, es insuficiente.

Por otro lado, es necesario “desidiotizar” al profesor universitario. Viven en otro planeta, llenos de egolatría, de una ridícula actitud de prepotencia que los hace una clase miserable en el ámbito de la concepción de la universidad transformada y revolucionaria que queremos construir. Tengo moral y títulos para decir esto; soy un profesor universitario con pies sobre la tierra y con el corazón puesto en mi pueblo y en las necesidades de ese pueblo en su vínculo con el conocimiento. Una gran contingente de los hoy investigadores PEII no hacen investigación, ni escriben un informe de actividades al menos de su contacto con las comunidades en esa función extensionista sagrada. Pero es un asunto de valores y debemos confesar que nos hemos equivocado en la selección de un personal docente universitario que no reúne condiciones mínimas de humanidad para merecer un lugar de liderazgo desde sus cátedras y espacios de formación universitarias. Quizás no sean todos, pero si son muchos y ello no se traduce en fortalezas sino en inmensas debilidades, tanto en universidades públicas como privadas.

Ahora bien, ese aspecto doméstico y de relaciones humanas no le quita el interés a la necesidad de crear universidades competitivas. En este aspecto, expongo algunas ideas que tienen que ver, en el ahora histórico, con esa necesidad de figuración que tienen las universidades en el ámbito regional, nacional e internacional. Se podrá asignar miles y miles de bolívares a las universidades, pero si no se prioriza su distribución en las áreas sensibles de una institución de educación superior, no se está haciendo absolutamente nada.

 Hay un criterio de clasificación académica de universidades o ranking académico de universidades, que son las listas ordenadas que discriminan y le dan su relevancia a las universidades e instituciones de educación superior e investigación, de acuerdo con una rigurosa metodología científica de tipo bibliométrico que incluye criterios objetivos medible y reproducible, por ello el nombre de académica. Es decir, cuáles universidades tienen mayor producto que mostrar en el ámbito local, regional, nacional e internacional. Se incluye trabajos de investigación de grupos inter-disciplinarios y multi-disciplinarios, así como investigaciones que incidan directamente en beneficio del colectivo y en la producción de nuevo conocimiento.

La más reconocida en los últimos tiempos, dado al avanza de la tecnología informática, es la clasificación webométrica del Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (de aquí en adelante CSIC), de España (en la dirección http://www.cchs.csic.es, se consigue información en tiempo real). Esta clasificación se fundamenta en la observación de ciencia y tecnología disponible en la internet. La clasificación se construye a partir de una base de datos que incluye alrededor de 16.000 universidades y más de 5.000 centros de investigación; se muestra a las 12.000 instituciones mejor colocadas. La metodología bibliométrica toma en cuenta el volumen de contenidos publicados en la web, así como la visibilidad e impacto de estos contenidos de acuerdo con los enlaces externos que apuntan hacia sus sitios web. Esta metodología está basada en la evaluación objetiva de la importancia de la institución dentro de la red social de sitios de universidades en el mundo.

Según datos del 2013, las dieciséis universidades venezolanas mejor posicionadas son: 1.- Universidad Nacional Experimental del Táchira; 2.- Universidad Central de Venezuela; 3.- Universidad Simón Bolívar; 4.- Universidad de Carabobo; 5.- Universidad del Zulia; 6.- Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado; 7.- Universidad Católica Andrés Bello; 8.- Universidad Rafael Belloso Chacín; 9.- Universidad Nacional Abierta; 10.- Universidad de Oriente; 11.- Universidad de Los Andes; 12.- Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora; 13.- Universidad Nueva Esparta; 14.- Universidad Nacional Experimental de Guayana; 15.- Universidad Pedagógica Experimental Libertador; y 16.- Universidad Metropolitana.

En otro instrumento de medición, en el ámbito nacional, según el Ranking Iberoamericano de Instituciones de Investigación, del 2012, a través del portal de Internet Universia, se tiene que nueve universidades ocupan los primeros puestos en investigación y producción de conocimiento, se trata de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de Los Andes, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, la Universidad Simón Bolívar, la Universidad del Zulia, la Universidad de Oriente, el Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo, el Hospital Clínico Universitario de Caracas, y la Universidad de Carabobo.

En un sentido internacional, según el ranking de international College & Universities, el directorio internacional de la educación que selecciona por todo el mundo,  acredita, en las 100 mejores universidades en Latinoamérica, basado exclusivamente en un criterio de popularidad de sus páginas web, que el lugar   29 lo ocupa la Universidad de los Andes, el lugar 53, la Universidad Simón Bolívar, el lugar 58, la Universidad Central de Venezuela, y el lugar 85, la Universidad de Carabobo.

En datos más actuales, primer semestre del 2014, según la webometrics, en el caso de Latinoamérica, en el puesto 29 del mundo, y en el primer lugar de América Latina, esta la Universidad de de São Paulo, Brasil; le siguen la Universidad Nacional Autónoma de México, que ocupa el puesto 58, y la Universidad Federal de Río Grande, de Brasil también, que tiene el puesto 171. Venezuela aparece en el puesto 1.002, con la representación de la Universidad de los Andes la cual en el renglón de América Latina está en el puesto 47. Nuestra Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), está Ranking Mundial, en el lugar 4.909, a nivel mundial. Cuando revisamos por qué universidades como la Universidad de los Andes ocupa un lugar tan importante en el ranking mundial, se aprecia que el esfuerzo de su planta profesoral, está dedicada a la investigación y generación de nuevo conocimiento. La UNELLEZ tiene recurso humano para alcanzar nuevos peldaños y tener mejor figuración internacionalmente, pero lo apretado de los ajustes presupuestarios para invertir en la investigación y la falta de activación de líneas de investigación que concreten estudios a largo alcance en los planos del conocimiento que en ella se imparten, hace complicado el ascenso en el ranking internacional. “Pero al menos ahí estamos”, expresan un tanto conformista de algunos docentes, pero se hace necesario no solamente estar sino demostrar avances y crecimiento en el proceso de creación de nuevo conocimiento.



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Ramón Eduardo Azocar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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