Carta abierta al Ministro Ricardo Menéndez

La Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez vive una profunda crisis en todos sus ámbitos: docencia, investigación y extensión. Crisis producto de sus propias contradicciones y en la cual los verdaderos responsables somos nosotros: la comunidad universitaria.  Le alerto señalándole que esta carta abierta fue enviada en su momento y por este mismo medio al Ministro Calzadilla. No se sí la leyó, existe todavía la mala costumbre de no responder las comunicaciones. Abrigo la esperanza de que no va a ser lo mismo con Ud. entendiendo que hay muchas formas de responder.

La UNESR, mi universidad, luce como si fuéramos pozos de agua estancada, propensa a contaminarse, por la falta de movimiento, de gestión, dirían los discursos gerenciales. Nuestra institución anda dando tumbos, sin dirección, sin políticas, sin procesos administrativos coherentes con la verdadera transformación institucional. Tenemos una rectoría que no gobierna, que no hace nada. Que agrede a sus trabajador@s, que ampara los abusos de las direcciones de los núcleos dadas las condiciones de dispersión geográfica que tenemos, somos 20 núcleos a lo largo y ancho del país. Vive el sueño de la tontera ilustrada, de revolución sólo tienen el discurso que no comprenden. El mismo caso para los núcleos, estamos retrocediendo a una manía de control, que hostiga la comunidad universitaria y que desconoce la solidaridad con los miembros que la necesitan; ni hablar del retroceso académico y de la caducidad y anarquía de sus programas. Necesitamos repensar la universidad, inventarla diría el sabio Rodríguez. A propósito de nuestro epónimo -ministro Menendez- debo decirle que esta institución, eliminó mediante  Consejo Directivo 178 de fecha 12 febrero de 1992, el curso Ideas Educativas de Simón Rodríguez de la carrera de Educación Integral y el año pasado el mismo curso, fue eliminado de la carrera de Educación Inicial. Lo preocupante es, que la abulia reinante conspira contra la reinserción de sus ideas en la formación de l@s nuev@s docentes que nuestra casa de estudios ofrece a la sociedad venezolana y por lo que parece, por lo que he visto y oído sospecho que el pensamiento y obra de Rodríguez no ha sido del interés de sus antecesores ni mucho menos de las improvisadas rectorías que han desfilado por aquí, especialmente la actual, encabezada por la rectora Balestrini. 

  Debemos refundar nuestra institución con bases sólidas y profundas inspirada realmente en nuestro epónimo, con una verdadera gestión universitaria, que se atreva a dar los cambios que sean necesarios y donde todas y todos tenemos algo importante que aportar para detener la estrepitosa caída de una institución que se tambalea entre la improvisación, el halago zalamero y la ceguera que no permite ver el hermoso camino que significa construir la Revolución Bolivariana. Es importante alertar a quienes puedan decidir sobre el destino de la UNESR, dado su carácter experimental, sobre la situación que estamos viviendo y que lejos de apoyar internamente el proceso político revolucionario, lo está debilitando. Peligrosamente, se está creando un caldo de cultivo donde están emergiendo actores y procesos reaccionarios que contribuyen al descontento, a interpretar que lo que nos sucede es parte de la acción política revolucionaria. Si alguna dinámica esencial está ausente de nuestras aulas y nuestros espacios es el debate político, la discusión sana y saludable dentro del pluralismo. Los movimientos estudiantiles enmudecieron, perdieron la capacidad de actuar, sólo reaccionan ante la inmediatez, sin trascendencia ni discurso de apoyo orgánico al proceso bolivariano.

El perfil de egresados con conocimientos en el área de investigación se ha truncado con la desaparición de las tesis de grado, de pregrado específicamente. Lo que queda de investigación en la universidad se reduce por una parte, a las estaciones experimentales y al IDECYT, y los proyectos son secretos bien guardados. La otra parte se encuentra en el Post-Grado o en su nueva denominación un poco más altisonante y de mayor rimbombancia –Estudios Avanzados- donde se reúnen los cursos de especialización, maestrías y doctorados. Existen en los núcleos líneas de investigación, cuyos miembros se reúnen y debaten sobre temas susceptibles de ser investigados y que deben, por una cierta lógica de eficacia, no sólo ser un requisito para el PEI, sino proponer investigaciones, que permitan cumplir con el requisito académico pero que también construyan problemas y sus correspondientes análisis y propuestas en pro de intervenir y mejorar nuestra educación en todos sus niveles o de ofrecer posibilidades de mejorar la productividad de nuestras empresas afectando positivamente a sus trabajador@s. Es importante preguntarnos: ¿Cuáles son las áreas problemas tanto en educación inicial y básica así como en el desarrollo del personal de nuestras empresas, susceptibles de ser abordadas por la investigación? ¿Proporciona la institución investigación y propuestas en pro del fortalecimiento de la Educación Bolivariana? ¿Contribuye nuestra institución a la consolidación de la Economía Social? ¿Dónde se desarrollan los procesos de pasantías? ¿Estamos contribuyendo al desarrollo de las Empresas de Producción Social? ¿De qué manera contribuye nuestra carrera de Ingeniería de Alimentos a la población? En fin, preguntas más que respuestas que deben servir para aclarar el desarrollo de un espacio tan sensible cómo es la investigación en nuestra institución.

Camarada Ministro, no es un secreto para nadie la lucha que llevamos un grupo importante de miembros de la comunidad de UNESR en contra de la actual gestión rectoral. Desde hace dos años y por este mismo medio, se han hecho públicas nuestras críticas ante el personalismo, ceguera e ineficiencia de gestión, que han sumido nuestra universidad en un letargo y retroceso académico y político sin precedentes en nuestra historia institucional.  Esta opinión es compartida por facilitador@s, obrer@s, administrativ@ y un importante número de participantes quienes, no obstante su definición política, coinciden en la necesidad de superar este escollo conformando un nuevo equipo rectoral, con gente políticamente comprometida, capaces de hacer una verdadera gestión que permita el diálogo, el hacer juntos, permitiendo liberar “el agua estancada” que ya es maloliente. En el marco de nuestras contradicciones se debe permitir la lucha por adecentar una institución que nuestro país necesita, pues en líneas generales se ha retrocedido tanto que –no estamos formando ni l@s educador@s ni administrador@s- con el temple cívico y académico que puedan impulsar las transformaciones revolucionarias que la sociedad venezolana demanda –todo esto con las excepciones del caso.

Camarada Ministro, creemos que se deben emprender acciones urgentes en áreas muy sensibles de la vida institucional que ayudarían al fortalecimiento y legitimidad de un nuevo equipo rectoral y propenderían a la socialización y recuperación de nuestr@s compañer@s que optaron por la derecha reaccionaria. Dentro de las propuestas se tienen:

  1. Sustitución del equipo rectoral por las alternativas que surjan del seno universitario, preferiblemente por sujetos activos académica y administrativamente comprometidos en palabras y obras con el proceso bolivariano, de los cuales hay bastantes compañer@s capaces de desarrollar esas funciones. Iniciar de una vez por toda la verdadera democratización institucional oyendo a sus bases y no continuar cómo ha sido la mala tradición de las universidades experimentales de escoger sus autoridades desde fuera.
  2. Desconcentración de la toma de decisiones del Consejo Directivo y conformación de los Consejos Directivos Regionales, con la participación de los núcleos correspondientes. Esta forma acercaría el gobierno rectoral a la base universitaria, emulando el Gobierno de Calle, que actualmente ejecuta el Presidente Maduro y su equipo ministerial.
  3. Reorganizar la Dirección de Recursos Humanos, espacio que dada su inoperancia y pérdida de autonomía  crea gran malestar en el personal de nuestra institución al crear nóminas paralelas, sanciones injustificadas a voluntad de la rectora que perjudican la estabilidad y aspiraciones de un gran número de trabajador@s.
  4. Mejorar el servicio HCM proporcionado por la institución al personal y familiares. Revisar los aportes y ampliar la cobertura.
  5. Abrir los concursos de oposición para l@s facilitador@s que legítimamente se los merezcan, con más de cinco años en la institución. Lo que se viene realizando actualmente en materia de concursos, son simples presentaciones de programas académicos que confieren sólo cambios de dedicación no la condición de profesor@s ordinari@s
  6. Aplicación de las tres R a todas las carreras.
  7. Construcción de la sede rectoral en El Valle, lo cual evitaría el oneroso alquiler de las oficinas en la Torre Médica ubicada en Santa Fe.
  8. Convenir encuentros intergremiales e iniciar el verdadero diálogo universitario en fin de consolidar el plan de gestión universitaria.

Amigo ministro, estas palabras no pretenden convencerle, pues es un punto de vista, una opinión que pretende ser provocadora y que puede ser un grito de alerta del fascismo que se encierra en nuestras paredes. Hago este reclamo y propuesta a usted y al gobierno que representa, con el derecho que me confiere la Constitución y decirle que las actuales autoridades lo están haciendo mal, que no oyen, que no ven y que no sienten.  Pretendo aportar un grano de arena que pueda ayudar a sumar voluntades en la lucha por el adecentamiento de una institución que es valiosa, que sobrevive no obstante la perversidad del voluntarismo. El fascismo es también hambre insaciable, que así como el Saturno de Goya, uno a uno y poco a poco está devorando a sus hijos.

*Sociólogo

 

morrocoynosubepalo@hotmail.com



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