Cecilia García Arocha: Continúa privatizando la UCV

Los revolucionarios sostenemos que la educación es un derecho humano. En este sentido, en el ámbito gubernamental, el gobierno bolivariano con el invalorable apoyo de la Revolución Cubana, desarrolla una política de democratización de la educación formal: con las misiones bolivarianas y la apertura de varias universidades; al mismo tiempo, los sectores revolucionarios históricamente comprometidos con la educación, han comenzado a promover una discusión alrededor del modelo educativo; que permita transformar las relaciones sociales edificadas en los procesos de aprendizaje, incentivando la participación y la igualdad.

Sin embargo, paralelamente, la rectora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Cecilia García Arocha, viene desarrollando una política neoliberal; que progresivamente va privatizando la universidad pública más antigua de Venezuela: El Alma Mater del país.

La rectora, integrante activa de la oposición, continúa entregando las instalaciones de la UCV; para que empresas privadas de espectáculos y deportivas realicen sus actividades económicas, lucrando con los espacios universitarios, mientras los trabajadores y estudiantes no tienen acceso a las instalaciones culturales y deportivas de la universidad. Al mismo tiempo, como parte de una gestión universitaria que descansa en prácticas neoliberales y empresariales, vienen incrementado las tarifas de los postgrados; así como, las cuotas que deben cancelar los profesionales para cursar una nueva carrera de pregrado. Además, los neoliberales que gobiernan la UCV; ahora, han comenzado a cobrarle a los estudiantes las consultas médicas y odontológicas, ofrecidas por la Organización de Bienestar Estudiantil, órgano adscrito a la administración de la universidad.

La referida situación, evidencia como piensan y administran los entes públicos los miembros de la oposición venezolana; no entienden que la educación y la salud son derechos, ellos y ellas (pertenecientes a los sectores que defienden el capitalismo) convierten las mencionadas necesidades humanas en simples mercancías; por lo tanto, los medios de producción (clínicas y instituciones educativas) venden los “servicios” de salud y educación, a los “consumidores” que pueden pagarlos; mientras los que no tienen para cancelarlos, quedan excluidos de la asistencia médica y de los procesos de educación formal. Así gobierno, administra, la oposición venezolana; no nos dejemos engañar por la demagogia electoralista de la derecha.

La terrible situación que padece, desde hace algunos años, la Universidad Central de Venezuela, se resume en una frase de la combativa y bella canción dedica por Alí Primera a la referida universidad: “Alma Mater quieren matarte con flechas de oscuridad”; sólo podemos decirle al camarada Alí, que hace años que asesinaron a la Alma Mater del país. Los únicos que pueden resucitarla y colocarla al servicio de la sociedad: son la clase trabajadora y el pueblo, organizados en Estado.

ogvh_21@hotmail.com



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