El rol del docente venezolano en la transformación de la sociedad

El docente, como ser humano debe estar consciente de las tribulaciones de este mundo, de los grandes problemas existentes, producto de la inconsciencia humana o de la deshumanización. Los seres humanos perdieron el instinto de cooperación, el cual fue necesario para su supervivencia en su camino a la evolución. En sus inicios, el hombre necesitó aliarse con su misma especie para conseguir alimentos, construir sus lugares de vivienda y hacer sus primeros asentamientos. Hoy en día, no hay cooperación, el hombre compite, esta convencido de que la premisa de superación es igual a consumir y poseer y no satisfacer las necesidades básicas.

Es por esto, que los docentes, deben estar conscientes, de que la transformación de ese paradigma consumista e inhumano, pasa por la escuela, porque solo educando y formando a nuestros niños, estos serán seres humanos sensibles, solidarios, genuinos, productivos, conscientes y críticos de su realidad y entorno, conservadores de su medio ambiente, lo cual dará una transformación a la forma de vivir en este planeta. Tomando en cuenta que este cambio no es a corto plazo, sino, de generaciones, es decir, formar una nueva generación, un mundo mejor para nuestros hijos y nietos, y para nuestros alumnos y los hijos y nietos de nuestros alumnos.

En la Venezuela actual, están evidenciados los problemas que azotan a la juventud venezolana, drogas, violencia, delincuencia, embarazos, entre otros. Es por esto, que es en las escuelas donde debe atacarse esta problemática, cambiando el paradigma educativo, sustituyendo la educación tradicional por educación para la vida, en donde, nuestros jóvenes reciban las herramientas necesarias para convivir en esta era globalizada.

El docente venezolano, no sólo debe poseer conocimientos en el área que ejerza, y la pedagogía para transmitirlos, sino, capacidades que le permitan lograr un aprendizaje significativo en sus estudiantes y prepararlos para la vida, formándolos como seres humanos productivos, conscientes y virtuosos. Entre estas capacidades se encuentran el autoconocimiento, la autonomía y la autorregulación, puesto que, el docente debe estar consciente de él mismo, respetarse, y aceptarse, siendo a la vez autónomo, tomando en cuenta los sentimientos de sus alumnos en las decisiones a tomar y finalmente, tener capacidad para dirigir su propia conducta, sin dejarse llevar por emociones negativas que puedan perjudicar a sus alumnos.

Asimismo, debe poseer capacidad de diálogo y comprensión crítica, estableciendo una buena comunicación con sus alumnos, a fin de canalizar sus temores y deficiencias, las cuales muchas veces expresan con indisciplina y conflictividad, además de saber transformar el entorno y buscar la raíz de los problemas personales y sociales, de sus estudiantes, considerando las distintas lecturas que puedan tener, para lograr una comprensión objetiva de la realidad, y aportar las soluciones correspondientes.

Todas estas habilidades son indispensables en el desempeño docente, puesto que, su rol es transformador y debe lidiar con todas las personalidades de sus alumnos, así como, utilizar estrategias en ambientes adversos como algunas veces suele ser el aula de clases. Mahatma Gandhi sostenía lo siguiente “las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”

Hoy en día, la función del docente, debe estar enfocada en el contexto de la complejidad, para poder ofrecerles a los estudiantes, la oportunidad de comprender la realidad de una manera integral, y que a la vez les va a permitir construir una sociedad mas justa.


Finalmente, todo docente, debe tener presente el Código de Ética y poseer una sólida formación en valores, porque:

“Para sembrar valores, hay que vivir en valores”

Anónimo

toivissoto@gmail.com


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