Barquisimeto, 02 Sep. ABN.- La Revolución asestó un golpe mortal al latifundio en el Valle del Río Turbio de Barquisimeto, en el estado Lara.

Esta metáfora la evocó el director del Instituto Nacional de Tierras (Inti) en esta entidad federal, Pedro Moreno, para ilustrar la importancia del inicio de rescate de dos mil 400 hectáreas en esta zona del Área Metropolitana de Barquisimeto.

Esta labor de rescate la inició el Gobierno bolivariano, junto con Consejos Comunales y organizaciones sociales, lideradas por frentes de campesinos y sus trabajadores, quienes al frente de una unidad de mecanización de 30 tractores comenzaron la limpieza y el arado de estas tierras.

Moreno recordó que el latifundio, prohibido en todas las legislaciones del mundo por tratarse de grandes extensiones de tierras, muchas de ellas improductivas, en manos de una o muy pocas personas, se apoderó del Valle del Turbio desde hace muchos años.

Esta realidad igualmente se expresa en otras grandes extensiones de tierras del estado Lara, así como de todo el territorio nacional, que el Gobierno revolucionario se ha propuesto recuperar para ponerlas en manos del pueblo y de la producción del país.

En el valle estaban asentados Los Gayones

El director del Inti explicó que el Valle del Turbio era un “sitio de transeúnte” en los inicios del proceso colonizador español en los siglos XVI y XVII.

“La Conquista instaló la primera ciudad en esta zona en El Tocuyo y la segunda en Buría, donde se produjo la primera rebelión negra”, manifestó Moreno.

Recordó que la rebelión quemó aquella ciudad y los españoles se asentaron kilómetros más adelante, donde se encuentra asentada la ciudad de Barquisimeto, entre los ríos Turbio y Claro.

En este valle se encontraban los Indios Gayones, una de las etnias prácticamente exterminada por los conquistadores juntos con los ayamanes y los jirajaras.

“Desde aquella época, incluyendo el período republicano, no ha habido ningún desprendimiento de estas tierras por parte de la Nación”, explicó Moreno.

Dijo que de estas tierras se fueron apoderando los terratenientes, algunas de estas vendidas a familias de mayores recursos económicos.

Ésta es una de las razones por las cuales el Estado inició un proceso de recuperación de estas tierras, que además estaban prácticamente improductivas.

Grandes extensiones de tierras sin producir

Este último punto de vista lo sostuvo el presidente del Inti, Juan Carlos Loyo, durante una visita realizada recientemente al valle, para participar en una jornada de trabajo voluntario en estas tierras.

Esta jornada consistió en la limpieza y remoción de escombros de La Ruta del Libertador, una zona histórica y turística de Barquisimeto, ubicada en Santa Rita, unos predios de 120 hectáreas de este valle.

Esta actividad la realizaron trabajadores del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierra, y entes adscritos, así como integrantes de las comunidades ubicadas en las inmediaciones de este valle, como es el caso de Valle de Hondo.

Loyo explicó que la Revolución inició el rescate de dos mil 400 hectáreas, de más de cinco mil hectáreas de este inmenso valle, ubicado entre los municipios Iribarren (Barquisimeto) y Palavecino (Cabudare) de Lara, y Peña (Yaritagua) de Yaracuy.

En estos dos mil 400 hectáreas se encuentran 29 predios, cuyo rescate y recuperación inicio el Gobierno junto con el pueblo organizado, para comenzar un proceso de producción agro-ecológica.

“El proceso de rescate se producirá por encima de los intereses económicos que existen en este Valle, por parte de empresarios que explotaron estas tierras y a sus pobladores”, aseveró Loyo.

Cultivos agro-ecológicos para el Valle

El ministro del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, Elías Jaua, por su parte, ha señalado que el Gobierno nacional esperó durante más de un año que las personas que decían ser propietarios de estas tierras presentarán los documentos que los acreditarán como tal.

“Esto no lo lograron demostrar”, enfatizó el ministro, durante la última visita realizada al Valle del Turbio, para inspeccionar el proceso de rescate y recuperación del valle barquisimetano.

Ratificó que estas tierras eran repartos indígenas. “Los terratenientes y los colonos se fueron apropiando de estas tierras y después se produjo una sucesión familiar”, respondió el ministro a las personas que dicen que ésta fue una medida arbitraria del Gobierno.

“Arbitrariedad es haber utilizado este valle como lamentablemente lo usuraron durante mucho años”, afirmó el ministro. Ésta realidad ha traído como consecuencia el deterioro de esta zona del Área Metropolitana de Barquisimeto.

“Debemos recordar la alta dependencia que tenemos del cultivo de la caraota importada, aunque somos unos grandes consumidores de este productos”, colocó como ejemplo Jaua, sobre los nuevos rubros que se sembrarán en el valle.

Igualmente sucede con otros productos, especialmente hortalizas, cuyo alto porcentaje es importado, a pesar del alto consumo de estos alimentos.

“Esto se debe a que tierras aptas para estos cultivos han sido infrautilizados con la siembra de caña de azúcar o sencillamente no utilizados, como es el caso de este valle”, aseveró el ministro.

De allí resaltó la importancia de que el pueblo barquisimetano y venezolano sepa que la revolución venezolana está rescatando suelos que son patrimonio del país y de la humanidad.

“Estos suelos en cualquier parte del mundo son altamente protegidos, con una reserva de agua muy importante, que el capitalismo y la oligarquía larense se apropió y la explotó con la producción de la caña de azúcar”, acusó Jaua.

Agregó que cuando la oligarquía pensó que no podía producir más en el valle pretendió “engordar” estas tierras, para iniciar un proceso de urbanización, a lo que la Revolución se opuso.

Por esa razón, el Gobierno bolivariano inició el proceso de rescate de los dos mil 400 hectáreas. Señaló que este año el Gobierno bolivariano ha rescatado un promedio de 250 mil hectáreas en el país. Este proceso continuará en todo el territorio nacional.