Avanzaremos en la construcción de la Integración Nacional de Campesinos y Agricultores (INCA), conformada de manera tál que permita convertirse en una referencia organizativa de todos los campesinos, conuqueros, yerbateros, pescadores artesanales y agricultores, a todo lo amplio del territorio nacional, dando forma a los núcleos o capitulos en cada estado y municipios del país. Haciendo nuestra la expresión de Amaranta, a quien agradecemos la deferencia que ha tenido para con esta lucha, "El fin es la lucha y la organización es el medio"
Para está gran jornada que comenzamos a transitar, es necesario convocar a esta dinámica de producción agrícola a otros compañeros y compañeras, que también necesitan alimentarse y vivir de la tierra, que no pueden cultivar, porque no saben, porque no tienen y porque su labor es otra, estos resultan ser unos grandes aliados para diversificar los conocimientos y los quehaceres. Profesionales del agro, de las ciencias biológicas, de las distintas ramas del conocimiento que puedan aportar y ofertar sus saberes científicos para fortalecer la dinámica campesina sin descuidar el tema de nuestra propia cultura y valores ancestrales. Todos tienen cabída en esta gran propuesta reactivadora de la producción organizada en el campo venezolano. Unos producen, otros le dan valor agregado a los productos del campo, trabajando en perfecta armonía para dinamizar de manera organizada, solidaria y decrecentista el campo venezolano.
De verdad, el mundo tál como lo conocemos hoy, está transitando bajo una dinámica irracional y depredadora, caracterizada por el uso inadecuado de las tecnologías, por el consumo masivo indetendible, el envenenamiento del planeta y la ausencia de políticas claras para el campesino y su tierra, esta práctica tiende a llevarnos al colapso en tiempo breve. El crecimiento impulsado desde la óptica capitalista, ha provocado un deterioro medioambiental irreversible, que nos acerca cada día más al colapso global.
Estamos entrampados en un mundo que se maneja sobre un modo de vida esclavo, que nos ha sembrado en nuestro pensamiento que seremos más felices mientras más horas trabajemos, más dinero ganemos y lo peor, más bienes consumamos.
Este Mundo capitalista en que vivimos debe ser abolido, para dar paso a una dinámica de vida decrecentista, la cual debe ser, antipatriarcal, autogestionaria e internacionalista, tres elementos fundamentales que plantean los teoricos del DECRECIMIENTO, teoría que es debatida hoy en el mundo y que compartimos como una vía salvadora del colapso mundial al que nos acercamos inexorablemente.
En esa teoría del decrecimiento, el conuco engrana de manera perfecta, como herramienta de resistencia ancestral y de producción, cuya práctica supone ser más amigable con su entorno natural, capaz de dar sostenibilidad a la actividad agrícola, como modo de producción de alimentos para las poblaciones humanas.
Entonces, debatir el tema campesino forma parte del planteo obligatorio de la salvación de la vida en el planeta que habitamos. No podemos ser tan ingenuos al pretender obviar un debate mundial que viene dándose en nuestra narices, sin que intentemos abordar este tema como parte de la lucha campesina de hoy.
Nos vemos en Biscucuy el 12 y 13 de febrero.