09-03-15.- Richard Díaz, luego de ocho horas montado en un autobús, desde Cumaná, con sospecha de leishmaniasis, llegó a las 7 y media a las puertas del Instituto de medicina tropical Dr Felix Pífano- en la Universidad Central de Venezuela (Ucv)- y lo encontró cerrado. El hampa dejó inoperativo el centro de asistencia tras visitarlo 11 veces.
Los antisociales cargaron con costosos equipos especiales para realizar exámenes, fotocopiadoras, impresoras, al menos 20 computadoras con data de pacientes y hasta abrieron una cepa de hongos que pudo contaminar a los delincuentes. Causaron destrozos y dejaron vuelta leña las puertas que tenían sistemas de seguridad especial.
El instituto de medicina tropical tiene paralizado desde ayer el área de investigación, docencia, diagnóstico y tratamiento.
Aquí se reciben a diario 150 pacientes de todo el país. Estudian 900 alumnos de las especialidades de microbiología, parasitosis y medicina tropical. Este es un centro de referencia nacional para toxoplasmosis y chagas. Es el único que hace los exámenes. Reciben de 80 a 100 muestras a día.
En el instituto de medicina tropical se están tratando los pacientes que se vieron afectados con brotes de Chagas en la costa de Chichiriviche y Chacao. Aquí se reportó el primer caso de microcefalia del país este año. Fue una paciente de Maturín.
Hoy una comisión de especialistas del instituto tendrá el derecho de palabra en el consejo universitario. Por ahora, con recursos propios, están reforzando la seguridad con rejas. Sin embargo, tienen el dinero para los materiales, pero no para pagarle los honorarios al personal que realiza la labor. Los médicos piden ayuda de manos amigas para donativos de impresoras, computadoras, rejas, puertas y sistemas de seguridad.
El única área que esta operativa aún en medicina tropical es cardiología.
La repuesta de la vigilancia de la Ucv ha sido errática en solucionar este problema de inseguridad. Ya el Cicpc ha visitado el instituto, pero la banda delictiva sigue cometiendo sus fechorías. Se sospecha que usan como vía de escape el Jardín Botánico y operan por la zona de la Charneca.
