Hace 60 años fue asesinado Carlos Delgado Chalbaud y no se sabe quién urdió el magnicidio

Carlos Delgado Chalbaud

Carlos Delgado Chalbaud

14/11/10.- Hace 60 años, el presidente de la Junta Militar de Gobierno, Carlos Delgado Gómez, quien había adoptado los dos apellidos de su padre, Román Delgado Chalbaud, miró con extrañeza desde su automóvil que otro vehículo, conducido por una mujer, impedía su circulación. Su chofer y edecán lo acompañaba, pero él mismo quiso saber qué le sucedía a la dama. En ese momento se iniciaba el final de su carrera y de su vida, en el único magnicidio ocurrido en Venezuela.

Era también el inicio de un capítulo oscuro en la historia nuestra, que a seis décadas de distancia, aún no existen pruebas fehacientes que determinen la culpabilidad real de sus autores intelectuales y materiales.

Pedro Antonio Díaz, quien pagó 20 años de cárcel por ser autor material del hecho, reconoció que sólo disparó una vez en contra del presidente, pero las experticias determinaron que tenía cuatro balas incrustadas en su cuerpo. El general Rafael Simón Urbina, quien aparece en los expedientes como el autor intelectual y material de este asesinato, nunca llegó a disparar su arma, tal y como testificaron varios de sus familiares y los investigadores del caso.

UN MISTERIO DE ESTADO

Rafael Simón Urbina era un caudillo falconiano que fue expulsado del país y despojado de sus bienes cuando la Junta de Gobierno instaurada, luego del derrocamiento de Isaías Medina Angarita, así lo decidió. Su exilio terminó cuando una nueva junta de gobierno, otra vez integrada por Carlos Delgado Chalbaud, permitió el reingreso a Venezuela de todos aquellos que habían sido castigados con la expulsión del territorio en las pasadas asonadas.

Sin embargo, a pesar de todas las peticiones realizadas ante el nuevo gobierno, Urbina no había podido lograr que sus pertenencias le fueran devueltas. Esto, según algunos, fue el motivo principal para que este militar de montoneras tuviera la idea de secuestrar al presidente de la nueva junta y sacarlo del país.

Otras versiones aseguran que Marcos Pérez Jiménez, segundo en el mando en este triunvirato conformado además por Felipe Llovera Páez, mantenía diferencias sustanciales con el principal, en relación al destino que debía darse al gobierno venidero.

Delgado Chalbaud aglutinaba adeptos para llamar a elecciones libres, formar un congreso y constituirse en presidente, lo que dejaba a Pérez Jiménez y Llovera fuera del gobierno. Esta razón, según otros analistas del caso, fue la causa de un acuerdo secreto entre Pérez Jiménez y Rafael Simón Urbina que llevaría al secuestro del presidente, su salida forzosa del país y el nombramiento de un gobierno presidido por Pérez Jiménez.

LOS ANTECEDENTES

Carlos Delgado Chalbaud era hijo de Román Delgado Chalbaud, quien había iniciado su carrera militar bajo el gobierno de Joaquín Crespo, como oficial de la Armada Naval Venezolana. Apoyó a Juan Vicente Gómez en la toma de Guayana y éste lo mantuvo a su lado, aun después de 1908, cuando toma el poder.

Un año después nace Carlos Delgado Chalbaud. Su padre nombra como padrino a Juan Vicente Gómez y éste se vislumbra como posible sucesor del hombre de La Mulera.

Román Delgado Chalbaud realiza excelentes negocios con su compadre, hasta que, en 1911, viaja a Europa, donde suscribe algunos acuerdos para la creación de un banco, a lo que Gómez se opone. Execrado por su amigo y compadre, escribe un libro para halagarlo que titula: Por mi Jefe, por mi Causa y por mi Nombre, pero Gómez no acepta las excusas.

Varios alzamientos posteriores lo llevan a la cárcel, al exilio y a la muerte, en una invasión financiada en parte por Antonio Aranguren, en cuya casa, años más tarde, asesinan a su hijo.

Carlos Delgado Chalbaud viaja a París con su madre, cuando su padre es encarcelado. Es parte de la tripulación del Falke, navío utilizado para invadir a Venezuela por oriente, y en cuyo desembarco muere su padre.

También se integra a varios movimientos para derrocar a Juan Vicente Gómez, pero ninguno llega a concretarse. Dentro de estas tentativas conoce a Rómulo Gallegos, quien lo aloja en su casa de Barcelona, España, tomándolo como a un hijo. Con la llegada de Eleazar López Contreras al poder regresa a Venezuela. Por recomendaciones del nuevo gobierno vuelve a Francia donde estudia el arte militar con la intención de integrarse al Ejército.

De regreso al país es asimilado como capitán adjunto del Servicio de Ingeniería Militar. Participa en el golpe de Estado de 1945 y pasa a formar parte de la Junta Revolucionaria de Gobierno. Asume la cartera de Guerra y Marina, transformándola en el Ministerio de la Defensa.

Rómulo Gallegos lo ratifica en el cargo cuando asume la presidencia de la República y éste responde con un golpe que lo derroca el 24 de noviembre de 1948, para formar parte de la junta cívico militar que asume el poder.

Delgado Chalbaud había participado en el complot que derribó a Isaías Medina del poder, siendo parte del grupo político que decomisó los bienes de Rafael Simón Urbina. En este nuevo golpe, Delgado le permite de nuevo el ingreso al país, pero no le devuelve los bienes, lo cual crea una rivalidad entre ambos.

Rafael Simón Urbina era un protegido de Antonio Aranguren, el mismo que había apoyado a Román Delgado Chalbaud para que invadiera a Venezuela por Cumaná en el Falke. Aranguren había obtenido una gran concesión para la exploración petrolera en el gobierno de Cipriano Castro, que luego vendió a empresas inglesas, quedándose con parte del petróleo que consiguieran.

Aranguren contribuyó al derrocamiento de Castro y, luego de una disputa con un hermano de Gómez, decide radicarse en Londres, donde también presta apoyo a los grupos que intentan destituirlo. Se ve involucrado en el magnicidio de Delgado Chalbaud, por lo que es apresado por varios meses.

EL MAGNICIDIO

Las noticias de la época y los investigadores del hecho relatan que ese 13 de noviembre de 1950, el coronel Carlos Delgado Chalbaud, acompañado de su edecán apellidado Bacalao Lara, salieron de su residencia en Chapellín con rumbo a Miraflores. Un automóvil conducido por una mujer se atravesó en la vía, por lo que decidió salir a ver lo que pasaba. Varios hombres que estaban en los alrededores lo apuntan con sus armas de fuego y lo introducen de nuevo a su automóvil.

Toman rumbo a Las Mercedes y dentro del vehículo que los trasladaba se produce una discusión entre Rafael Simón Urbina y Pedro Antonio Díaz. Este último trató de entregar su revólver a Urbina en momentos en que se escapó un disparo que le dio en el tobillo.

Al llegar a la quinta Maritza, Díaz y Domingo Urbina, primo de Rafael Simón, llevan a Delgado Chalbaud al interior de la casa, presentándose un hecho narrado años después por Pedro Antonio Díaz.

Al parecer, el presidente de la Junta trataba de arrebatarle el revólver a Domingo Urbina en momentos en que éste entra a la casa. Pedro Antonio Díaz conmina a Delgado a soltar a Domingo Urbina, pero al no encontrar respuesta, dispara en contra del presidente, acertando un disparo en el pecho. Él asegura que disparó una sola vez, pero las experticias posteriores señalan que fueron cuatro los disparos que se observaron cuando lo ingresaron en el Hospital Militar.

Urbina se alojó en la Embajada de Nicaragua. De allí fue capturado y trasladado a la cárcel del Obispo y de allí a la Modelo, donde, según narraron los efectivos de la Seguridad Nacional que lo llevaban, trató de fugarse, por lo que se vieron obligados a dispararle.

IGOR GARCÍA/CIUDAD CCS


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