06 de abril 2009. - La reportera gráfica que documentó la actuación de los policías metropolitanos durante la masacre del 11 de abril en la avenida Baralt, durante el golpe de Estado de Pedro Carmona Estanga, y cuyo material fue una de las claves para identificar y procesar a algunos de estos efectivos en el juicio que los sentenció a 30 años, denunció que sigue recibiendo amenazas de muerte.
La fotorreportera Wendys Olivo ofreció un impactante testimonio de su labor profesional, durante la masacre registrada en las calles del centro de Caracas, en una entrevista especial del Programa Contragolpe, que conduce la periodista Vanesa Davies en VTV.
Olivo relató, que el 11 de abril, en medio de la confusión reinante, salió a la calle en las horas cuando la marcha opositora llegaba al centro de la capital. Mostró fotos de cómo la policía metropolitana "dejaba" vía libre a los radicales opositores, especialmente de Bandera Roja, quienes lanzaban bombas incendiarias y provocaban el caos.
Dijo que, luego de que la marcha estaba prácticamente agotada y disuelta, comenzaron los tiroteos y se resguardó, temiendo por su vida. En la avenida Baralt observó cuando efectivos policiales con armas de guerra que, obviamente, no eran de reglamento, comenzaban a disparar hacia el norte, en dirección al Puente Llaguno, donde se concentraba los grupos bolivarianos que defendían Miraflores. Tomó diversas fotografías y apeló a un lente zoom que le permitió registrar nítidamente a personas uniformadas y de civil, algunas con guantes quirúrgicos de látex, disparando con todo tipo de armamento.
Imágenes inéditas que se salvaron de la conspiración:
Presa de miedo, tras recoger estas inéditas imágenes que revelaban la actuación fascinerosa e ilegal de supuestos policías, se dirigió a su oficina (empresa de noticias del Estado, Venpres, hoy ABN), y con algunos compañeros decidieron compilarlas en un disco y mandarlas hacia todas las agencias y medios de comunicación posibles, señalando el contexto en que fueron tomadas.
Insólitamente, al día siguiente, algunas imágenes fueron publicadas por medios opositores del interior del país, pero usadas a favor de los policías, descontextualizando la verdad.
Tras el envío de las imágenes, la agencia Venpres fue allanada por órganos policiales implicados en el golpe, que en complicidad con ciertos jefes de redacción de la propia agencia, identificaron y atropellaron a los periodistas y fotógrafos, a quienes señalaban como "conspiradores" contra el gobierno de transición de Carmona. Comentó que llegó un equipo de Globovisión que "cubrió" la noticia, según la cual en Venprés se había descubierto a conspiradores chavistas.
Olivo reveló que en el ínterin, pudo resguardar las imágenes y todo el contenido de su cámara en un disco supuestamente de música que le permitieron llevar consigo. Así se salvaron estas imágenes que dieron la vuelta al mundo, y que los medios de oposición pretendieron desaparecer o destruir, para silenciar la verdad, lo que sólo pudieron hacer durante 47 horas.
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