19 de febrero 2009. -El Informativo Pacífica, que emite desde Los Ángeles el colectivo
"Pueblos sin fronteras" a partir de una red de medios comunitarios de
todo el continente, informó este martes que 20 familiares del histórico
líder indígena Apache Gerónimo, encabezados por su nieto Harlyn
Gerónimo, presentaron en Washington una demanda contra el presidente y
los secretarios de Defensa y del Ejército de Estados Unidos, con el fin
de recobrar los restos del legendario jefe nativo-americano.
Ramsey Clark representa a la familia de Gerónimo. Clark fue
Procurador de Justicia durante la administración del presidente Lindon
B. Johnson, trabajó con el Departamento de Justicia, fue infante de
Marina y se ha destacado en los últimos años por acusar a George Bush
padre de cometer crímenes de guerra en Irak y también por organizar un
tribunal de justicia contra la OTAN por su agresión en Yugoslavia.
Clark dice que la ley es clara y da a los indígenas el derecho a
recobrar los restos de su ancestro, que se encuentran en el fuerte
militar Sill de Oklahoma. Agrega que si el presidente Obama toma cartas
en el asunto, él puede resolver la cuestión, y el caso no tendría que
llegar a los tribunales.
Clark subrayó que Girónimo quizás se convirtió en el indígena más
famoso de la historia de Estados Unidos, por su lucha en defensa de su
tierra, y los derechos de su pueblo, y añadió que al terminar la guerra
de Estados Unidos con México, el tratado de Guadalupe-Hidalgo firmado
por gobernantes de los dos países, dejó el territorio de Nuevo México
en manos del país del norte, y las cosas empeoraron para el pueblo de
Gerónimo con el descubrimiento de minas de oro en California. Los
indígenas pronto se vieron envueltos en conflictos con los buscadores
de oro europeos, que cruzaban Nuevo México, y más tarde llegó la
caballería estadounidense.
En 1886, Gerónimo y 35 guerreros, que protegían a poco más de 100
mujeres y niños, lucharon por 18 meses contra más de 5 mil soldados al
mando del general Miles, quien ofreció al líder indígena tierras,
bosques, agua y terreno de pastoreo a cambio de su rendición. En lugar
de cumplir lo prometido, los soldados se llevaron a los indígenas como
prisioneros de guerra a los estados de Florida y Alabama, donde el 40
por ciento de los nativos murieron de tuberculosis y otras enfermedades
pulmonares.
En 1894 Gerónimo junto a los sobrevivientes fueron llevados a
Oklahoma, donde vivió hasta su muerte, el 17 de febrero, hace cien
años.
El abogado Ramsey Clark dice que dará seguimiento a reportes de que
la poderosa secta secreta "Huesos y calavera" de la universidad de
Yale, que incluyen a Prescott Bush, abuelo del ex mandatario George
Bush, desacraron la tumba de Gerónimo, llevándose el cráneo y otros
objetos indígenas. Clark y los descendientes del líder
nativo-americano, exigen el retorno de todos los objetos robados.
El líder indígena Clive Belkord, del Movimiento Indígena Americano,
dice que por años su organización ha exigido que los miles de restos
humanos indígenas esparcidos por todo el mundo en universidades, museos
y salas de estudios médicos, sean regresados a sus familiares. Agrega
que su pueblo ha pedido que retornen esos restos humanos, que el
presidente ya ha mencionado el tema en un documento de 4 páginas sobre
los pueblos originarios y que Barack Obama debería cumplir la petición
de los indígenas.
Belkord añade que en Estados Unidos todavía se siguen desacrando
centros sagrados para los pueblos indígenas, donde se construyen campos
de golf y centros turísticos. Además, algunos nativo-americanos, en su
afán por conseguir autorización para construir casinos, permiten el
saqueo de sus objetos sagrados.
El líder subraya que aún no es tarde para dar reconocimiento a los
pueblos originarios por sus contribuciones. Hay que anotar que el 70
por ciento de los alimentos que se consumen alrededor del mundo, hoy
día son cultivados por indígenas. Científicos y doctores admiten los
avances de los indígenas, y dicen que todavía no han encontrado una
terapia que no haya sido usada anteriormente por pueblos indígenas, y
que hay indicios de que nativos de centro y suramérica ya realizaban
operaciones cerebrales a sus pacientes cuando los europeos todavía
vivían en cuevas.
En 1906 el presidente Theodore Roosevelt otorgó permiso a Gerónimo
para contar su historia. En su libro, Esperanzas para el futuro,
relató: “Existe una gran pregunta entre los apaches y el gobierno.
Durante 20 años hemos estado detenidos como prisioneros de guerra… No
pedimos toda la tierra que el Todopoderoso nos dio… pero nuestro pueblo
decrece en número aquí y continuará así a menos que se le permita
regresar a la madre tierra… Es mi tierra, mi hogar, la tierra de mi
padre, a la cual ahora pido que se me permita regresar. Quiero pasar
mis últimos días ahí, y ser enterrado entre esas montañas”.
La demanda tiene el objetivo de cumplir con ese último deseo.
Además, exigen que una zona protegida sea renombrada Reserva Nacional
Apache Gerónimo y quede en control de su pueblo. También buscan
establecer un centro de estudios y documentación para los más de 200
millones de indígenas que viven en el mundo, "la especie humana más en
peligro donde se encuentre".