30 de Agosto de 2007. - El Gobierno de Venezuela publicó en la edición de hoy de la Gaceta Oficial el indulto de 41 colombianos de un grupo de 118 paramilitares acusados de orquestar un plan para derrocar y matar en 2005 al presidente venezolano, Hugo Chávez.
El indulto presidencial, anunciado hace diez días, fue oficializado hoy, en vísperas de la visita que Chávez hará este viernes a Bogotá para actuar como "observador y garante" de un eventual canje de guerrilleros presos y militares y civiles en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).
Como "señal" de la buena voluntad de su gobierno en su actuación como "observador y garante" de ese eventual canje, Chávez anunció el pasado 20 de agosto, al recibir a familiares de personas retenidas por las FARC, que pediría a la justicia militar el "inicio del proceso de indulto" de los paramilitares colombianos sorprendidos en una finca próxima a Caracas en mayo de 2005.
Tal como lo anunció Chávez ese día, del indulto fueron excluidos un número no precisado de paramilitares acusados de haber asesinado de uno de sus compañeros, cuyo cuerpo fue hallado enterrado en esa finca, quien intentó fugarse para no participar en el plan.
De los 118 colombianos arrestados, un número no precisado de menores de edad fueron repatriados pocas semanas después.
El presidente venezolano pidió "de corazón" al gobierno colombiano y a las FARC que le "faciliten" una labor que desempeñará "con mucho compromiso", según remarcó ese día ante catorce familiares de colombianos retenidos, y a petición de la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba.
"Yo acepto la responsabilidad (...) he aceptado ser, en una primera aproximación, un observador y garante" con capacidad para "actuar, ayudar con acciones (...) en ese sentido, vamos a ayudar a la senadora Córdoba a hacer contacto con las FARC", detalló.
Chávez reiteró su disposición de prestar el territorio venezolano no solo para las negociaciones, sino también como escenario para el canje humanitario.
En una reciente comunicación, el grupo rebelde aceptó los oficios de Chávez, pero ratificó que la negociación del acuerdo que permita intercambiar a sus rehenes por rebeldes presos debe darse en territorio colombiano.
Las FARC pretenden canjear a más de medio millar de detenidos, entre ellos dos extraditados a Estados Unidos, por 45 políticos, militares, policías y extranjeros (tres estadounidenses), que mantiene retenidos, algunos de ellos desde hace casi diez años.
