Jehová o el comodín religioso del Sionismo

Según esa fastidiosa colección de cuentos de vieja desdentada mal llamada religión judía (que no es igual a la grosera mitología judía sustentada en ese folletín novelesco llamada la Biblia), Jehová le dijo a Abraham que sus descendientes podían ocupar la famosa Tierra Prometida (entre el Nilo y el Éufrates), pero no le dijo que debía quitársela a sus verdaderos pobladores, tan semitas como los judíos, ni tampoco le dijo que estos masacrarían a los primeros, más aún cuando uno de los diez mandamientos dice que no se puede matar. Por tanto, los judíos sionistas son los verdaderos antisemitas al asesinar palestinos, libaneses, sirios y demás pueblos que tienen la desgracia de ser sus vecinos, así como le ocurrió a los filisteos, los amonitas, los moabitas, los samaritanos, etc., en épocas anteriores cuando la fanática chusma judía (en nombre de Jehová y del resto del pueblo hebreo) les causó tremendas convulsiones antes de la llegada de los romanos.

Haciendo un paréntesis acerca de esta disertación cuasireligiosa, así como los sionistas alegan que Jehová les regaló la supuesta Tierra Prometida, los habitantes de la ciudad de Roma tienen el pleno derecho de anexarse todos los actuales países de la cuenca del Mar Mediterráneo más las naciones vecinas a estas, pues esos territorios formaron parte del gran Imperio Romano gracias al denodado esfuerzo y sacrificio de sus antepasados salidos de una humilde aldea ubicada a orillas del Río Tíber. ¡Salve, César! ¡Salve, Jehová!

Irónicamente, y partiendo del Diccionario Filosófico de Voltaire, esa barahúnda sionista de mercanchifles supersticiosos y ropavejeros embaucadores, que ahora conforma la clase dirigente de israel, tuvo como maestros a los egipcios, los filisteos, los asirios, los babilonios, los persas, los macedonios, los romanos, los bizantinos, los árabes y los turcos, no aprendiendo nada de lo bueno que dejaron sus respectivas culturas. Sin que Jehová haya tenido ni arte ni parte, se ve que sólo asimilaron y perfeccionaron las malas mañas de los nazis alemanes, quienes les aplicaron suplicios y perversidades como las que ahora esos bárbaros semitas le aplican a sus parientes los palestinos. Lo que no se ha dicho es que los judíos sionistas se aliaron a Hitler para destruir la Unión Soviética y utilizarlo para dominar al mundo, pero él y la burguesía alemana querían lo mismo para ellos. Por lo tanto, el fulano holocausto judío no es más que un feo ajuste de cuentas entre facciones de las clases dominantes, pasándose factura para zanjar una vulgar culebra entre malandros por el reparto del botín.

La concepción expansionista de la Tierra Prometida es parte de los dogmas del Sionismo, articulado a la estrategia imperial de Estados Unidos y Europa para controlar los recursos hídricos y petroleros del aquella región, así como vigilar y controlar a Rusia y China. Eso convierte en una colonia gringa al estado forajido de israel, y en el pueblo de Jehová a los actuales judíos, descendientes afortunados de una de las tantas tribus de beduinos errantes por los desiertos del actual Irak, otro país azotado por ese chancro pútrido que es el ejército de Estados Unidos.

Los escuálidos son tan ignorantes e insensibles que reducen todo el conflicto existente en Palestina (verdadero nombre del país ocupado por el estado teocrático de israel) a la visión simplista (propia para tarados y mezquinos) de una eterna pelea de perros y gatos, ajena y de nula importancia para Venezuela, consistente en el derecho a la defensa que tendría israel contra los ataques de los palestinos, unos peligrosos terroristas seguidores de una religión salvaje como el Islam según el estereotipo de Hollywood, industria cinematográfica controlada por los judíos sionistas. En sus producciones cinematográficas nunca mostrarán el papel ejercido por el Mossad y la soldadesca israelí en la confomación de los escuadrones paramilitares de Colombia y Centroamérica durante los años 80 y 90 del siglo pasado. Tampoco enseñarán el moderno y vasto armamento de origen eurogringo que los bárbaros terroristas sionistas usan contra los palestinos, que apenas pueden defenderse con armas rudimentarias, por no decir que su capacidad de protección es inexistente. ¡Sin embargo, la onda del Goliat palestino vencerá a la espada del David sionista!

La acción del Hamas y demás grupos (tanto palestinos como de otros países) es justa, válida, responsable y necesaria en respuesta a los históricos atropellos del Sionismo, siendo una soberana ridiculez (por esa razón propia de escuálidos) decir que si bien no es aceptable el genocidio israelí, tampoco lo es el lanzamiento de cohetes al territorio palestino usurpado violentamente por los judíos sionistas, y que estos mal llaman israel, desde donde violaron la tregua existente hasta Noviembre de 2.008, cuando el ejército israelí asesinó a varios militantes del Hamas, partido político que también actúa militarmente contra esas bestias que matan con saña en nombre de Jehová, así como en su misma Biblia se afirma que de esa forma se comportaron Josué, Gedeón, David y demás héroes sanguinarios del maquiavelismo bíblico que fungieron como jefes de banda de los judíos.

Con todo el respeto que se merecen quienes siguen la religión judía y sus derivados, es hora de desmontar las falacias descabelladas consagradas en la Biblia acerca de las mitologías cristiana y judía, diferente esta de la historia judía, junto a esa visión delirante de un Jehová cruel e insensible a quien se le deben sacrificar los pueblos no judíos. Muy vinculado a este debate está otro que se debe hacer acerca del holocausto efectuado por los nazis contra los judíos, lo cual no es patente de corso para satisfacer sus caprichos y tolerar sus crímenes. Aunque 6 millones de ellos hayan muerto en ese tsunami hitleriano de sangre y dolor, ese hecho lo resaltan a cada rato como su cantaleta favorita, pero los mismos medios privados de comunicación que lo divulgan distorsionan el actual holocausto genocida de los judíos sionista contra os palestinos, y procuran de subestimar el sacrificio de los más de 22 millones de soviéticos que ofrendaron sus vidas para vencer al nazifascismo europeo y preservar en lo posible los ideales del Socialismo. Es como si la vida de un solo judío fuese más valiosa que la de cualquier otro ser humano pues así lo dispuso Jehová. Si ese es el único Dios verdadero, REPITO (y reitero el “si” condicional), SI ese es el Dios de judíos, cristianos y musulmanes, entonces ese ser acomplejado culpa al pobre Don Satanás de las maléficas triquiñuelas que hace desde el cielo luego de fumarse una limpia de este tamaño para olvidar sus frustraciones de babieco, y más vale ser pagano grecorromano (¡Válgame Zeus!) o ateo militante que creer como un pánfilo en ese engendro de la mente humana enferma de ignorancia y mala intención.

Dejando la ironía irreverente, el único Dios verdadero (sea como se llame) no es un ser cruel sino la manifestación más grande del amor, sin olvidar que el Islam es una religión de tolerancia.

Por último, hay de pulverizar el maldito chantaje manipulador del antisemitismo, fenómeno netamente originado en la Europa cristiana, no en Asia. Los palestinos y demás pueblos árabes de Asia (por no decir del Cercano Oriente. ¿Cercano a quién o a qué? ¿A la culta Europa?) son tan semitas como los judíos, quienes por ende no son los únicos semitas. Por cierto, aquí se ha denominado judío a todo aquel que es semita y profesa la religión judía, aunque la gran mayoría de judíos sionistas no son racialmente semitas, sino son de ascendencia blanca europea y practicantes del judaísmo, es decir, no son ningunos semitas esos atorrantes que acusan de antisemitismo a quienes enfrenten sus bestialidades contra los verdaderos pueblos semitas. Aquellos demonios de forma humana buscan lo mismo con la malcriadez del holocausto hebreo: no se les puede decir nada pues los pobrecitos judíos sionistas son unas víctimas indefensas de gentes como Chávez y los valientes luchadores del Hamas, a quienes les doy un caluroso saludo solidario y revolucionario por su digna causa, criminalizada mediáticamente por CÑM y empresas comunicacionales afines. Además, no todos los judíos apoyan a la soldadesca hebrea y sus líderes políticos.

Gracias al llamado del Comandante Chávez, en varios rincones del mundo ha habido reacciones de grupos judíos contra las perversidades del régimen nazifascista de israel. Pero no todo debe quedar aquí. Hay que pasar a la discusión de las ideas junto a la ejecución de acciones concretas a favor de los palestinos, sin olvidar que la crítica a la religión es la base de toda crítica, como lo dijo el camarada Karl Marx. Eso se le puede preguntar a los fariseos reelegidos (¡Sin enmienda constitucional!) en el Sanedrín Episcopal encabezado por el Sumo Sacerdote Baltasar Porras, arzobispo de Sodoma, quien no ha dicho nada de la masacre que ocurre en Palestina ni tampoco conspira con sus colegas en la Sinagoga judía de Maripérez, pero que con sumo placer lo harían ellos en el Hotel Bruno de Plaza Venezuela contando con los celestiales servicios del Licenciado Nixon Moreno, recién graduado en truculencias sexuales.

¡Por la liberación del revolucionario venezolano-palestino Ilich Ramírez Sánchez (mal llamado El Chacal por los pitiyanquis), prisionero en las mazmorras francesas! ¡Palestinos somos todos!

Emilio Silva: Trabajador Académico de la UBV, miembro del Colectivo Docente UBV

Correo Electrónico: silvachapellin@yahoo.es


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4865 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter