En la mañana del sábado 17 de diciembre, el CICPC ejecutó la detención arbitraria del compañero Freiman Páez en su residencia en Guasdualito, ciudad fronteriza del estado Apure, donde ha vivido y hecho vida pública como militante social casi toda su vida. La detención sólo tiene cómo justificación las órdenes del Gobernador Ramón Carrizales, antiguo Ministro de Relaciones Interiores de Hugo Chávez, recordado por nuestros pueblos cómo uno de los mas entusiastas detractores del derecho a la tierra y el territorio de indígenas y campesinos en el período chavista.
El compañero Páez se pronunció publicamente contra el embudo de privilegios que operó en favor de mafias y comerciantes en la operación de depósito y canje de los billetes de 100 bolívares en esta zona fronteriza, coincidiendo con denuncias similares en otras zonas fronterizas del país.
Otros denunciantes han destacado la colaboración plena de militares en estas operaciones privilegiadas de bancarización del circulante. Páez pidió que se le permita a ciudadanos común y corrientes reintegrar su dinero en una zona que por sus características requiere mayor cantidad de dinero en efectivo en manos de cualquiera y donde los niveles de inflación son mayores a la ya alarmante inflación venezolana.
Nos informan que no cursó una orden de detención legal al momento de la detención. Por lo tanto alertamos sobre esta criminalización de la opinión y la expresión del descontento. Y nos hacemos solidarios con los habitantes del Alto Apure y los compañeros y familiares de Freiman Páez.
Exigimos su libertad inmediata y claros indicios del respeto a sus derechos humanos mientras está ilegalmente en manos de un cuerpo policial que aún representa ser parte del terror represivo en el país.
Rechazamos el allanamiento ilegal a Radio Fé y Alegría Guasdualito para hacerse de la grabaciones hechas por esta emisora de los acontecimientos del 16 de diciembre en un intento de violentar el derecho a la información del pueblo venezolano.
¡Bandalismo no, es rebelión!
Reivindicamos las expresiones de descontento social cómo parte de una rebelión sin vanguardias contra un poder polarizado y corrupto, que toma medidas y hace y deshace acuerdos en su favor, preservando sus privilegios groseros y negocios, sin tener por ello, moralmente el derecho a sacrificar a los mas pobres con sus ajustes y medidas para luego descalificarlos e invisibilizarlos detrás de las acusaciones de bandalismo.
