Hoy, amanecimos unidas, juntas una vez más, desde nuestras posibilidades y espacios, para encender nuestras fogatas de solidaridad, para encender una luz en la oscuridad nefasta de la injusticia, que no deja de infestar con sombras la vida de las personas que luchan sin parar para acabar con ella. Hoy, con rabia, tristeza y fuerza acompañamos a Ana Cecilia Durán, Revolucionaria, Defensora de los Derechos de la Mujer, Querida Amiga, Militante de nuestra organización, y hermana de Ricardo Durán, periodista profesional de naturaleza profundamente revolucionario, quien fue asesinado la noche del martes 19 de Enero, frente a la residencia de su madre, en la Parroquia Caricuao.
No cabe duda, que la muerte de este comunicador social comprometido no fue en manos del hampa común, como pretender hacer ver las empresas privadas de comunicación, este acto de cobardía, tal como el asesinato de Robert Serra y María Herrera fue fabricado con toda la intención de hacer callar al pueblo Chavista, a los comunicadores y las comunicadoras sociales, quienes día a día trabajan por revelar las verdades que la Derecha Nacional e Internacional quieren ocultar, que no lo hacen para su lucro personal, sino como ejercicio verdadero de libertad de expresión, con el fin de alumbrar caminos hacia un mundo de justicia social e igualdad con el que tanto soñamos, como lo soñó nuestro Comandante Chávez.
Frente a esta injusticia, nos preguntamos: ¿Dónde está Ia Comision Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), La OEA, Reporteros Sin Fronteras y tantas ONGs que hablan sobre la violación de Derechos Humanos en Venezuela, la falta de libertad de expresión y los presos politicos? ¿Por qué no se han pronunciado ante este hecho violento contra un periodista? Pero la respuesta está clara: para ellos, la vida, la familia y el trabajo del Comunicador Ricardo Durán no es importante, porque fue quien estuvo en Miraflores hasta que secuestraron al Presidente Chávez mostrando el Golpe de Estado, porque defendió la revolución de la guerra mediática, porque se dedicó tiempo completo a trabajar por la verdad y la justicia.
Repudiamos la violencia que una vez nos arranca la vida de un camarada y nos solidarizamos profundamente con nuestra hermana Ana Cecilia y con la Madre de Ricardo, así como con el resto de la familia, en este momento tan doloroso, ante esta perdida irreparable y exigimos justicia por este caso y tantos otros que han ocurrido en manos de la oligarquía asesina, la muerte de Ricardo Duran es una muestra más de las intenciones de quienes no respetan la vida ni la dignidad de un pueblo que se sabe fuerte, valiente, soberano.
Nosotras como mujeres que cuidamos y defendemos la vida hacemos un llamado urgente para la articulación, porque sabemos que el fascismo no descansa, por lo tanto ahora más que nunca las mujeres debemos estar unidas, fortalecidas, amando para vencer, movilizadas para no permitir ni una muerte más.
Al compañero Ricardo Duran ni un Minuto de Silencio...Toda una Vida de Combate.
¡Mujeres Unidas Luchemos por La Vida!