¿Saben por qué no se acaba la inseguridad en Venezuela? (II)

La peor excusa que se suele sostener para justificar a funcionarios corruptos es decir que "los policías ganan muy poco", cómo si un sueldo bajo sea un justificativo moral para delinquir.

Lo curioso es que supuestamente todos los policías de Venezuela ganan muy poco pero, pero, pero, hay muchos de estos funcionarios que llevan un estilo de vida a niveles propios de millonarios, entonces; si los funcionarios policiales ganan poco, ¿cómo es que algunos tienen carros de mas del millón de bolívares fuertes? Por poner un ejemplo. En resumen, llevan una vida que no se puede justificar con el bajo sueldo que se dice tener.¿de dónde viene el dinero? Bueno del negocio redondo de quitarle 20, 30, 40 mil bolívares fuertes a los hampones para no procesarlos.

Ahora bien, Un funcionario policial que se mete a los bolsillos al menos unos 20mil bolívares al mes por negociar con delincuentes, por matraquear y por otros negocios. ¿será que ese funcionario luchará contra la inseguridad? NO, NO, NO, porque el día en el que se acabe la inseguridad en Venezuela, entonces a estos funcionarios corruptos les tocará vivir sólo de su sueldo. Así sí se puede entender, entonces, porque todos los planes de seguridad de Venezuela terminan fracasando. Porque el problema no son los planes, el problema es que no hay quien ejecute esos planes, porque la inseguridad en Venezuela se ha convertido en un negocio muy rentable que genera inmensos dividendos a quienes se dedican a él.

Por doquier se escucha el mismo cuento, fulanito mató, pagó tanto y salió; fulanito robó, pagó tanto y salió libre. Fulanito tiene un año en la policía y ya compró tremendo carro y casa nueva.

Por otro lado, proliferan las alcabalas de policías en funciones de tránsito, pudiendo papeles de tránsito; pero sin multa, la única sanción es la matraca. Aunado a esto existe un gran negocio entre dueños de estacionamiento y los remolcadores de carros bien o mal estacionado. El dinero mal habido está por todos lados. Los jefes saben que eso ocurre pero otorgan esos permisos con la condición de percibir su porcentaje de dichos negocios siempre y cuando no se le nombre a la hora de que se descubra el asunto. Así andamos en Venezuela.

Y uno se pregunta ¿no se supone que desde la controlaría se verifican las bienes y patrimonio de los funcionarios públicos y se investiga cualquier incremento patrimonial no justificado? Pues parece que esos controles o no existen o son vulnerados.

Entonces, ¿como se puede terminar un negocio que ofrece muchas ganancias? ¿cómo se le pide a una persona que cierre su negocio a sabiendas que su negocio lo hace millonario?, es decir ¿cómo se le pide a un funcionario policial que luche contra la delincuencia si él se lucra con ese negocio?

De manera que, mientras no tengamos unos cuerpos policiales conformados 100% por policías honestos y con vocación, entonces la inseguridad seguirá en aumento. Policías honestos, claro que los hay, y muchos; pero tristemente son la minoría de los cuerpos de seguridad. Porque cuando a un ciudadanos lo detienen en una alcabala, en el 90% de los casos de infracción le pedirán dinero para no sancionarlos; eso nos dice que los honestos son minorías.

Se negocia con la libertad, con las armas, con municiones, con la droga, con boletas de tránsito, con ladrones, con asesinos; se negocia con TODO. Y por eso la inseguridad no se acaba ni se acabará.

Presidente MADURO, los planes de seguridad no tendrán éxito porque son muchos los funcionarios de los cuerpos de seguridad a quienes les convienen la inseguridad, porque la inseguridad les permite llevar una vida de lujos y placeres que no podrían llevar si fuesen honestos y tuviesen que vivir de sus sueldos y con dignidad. Allí está la raíz del problema, ¿vamos a seguir errando en las soluciones o por fin se va a atacar la raíz del problema?



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