A raíz de un artículo que escribí y, fue publicado en Aporrea, titulado las bagatelas de Pilín León en Barranquilla Colombia. En donde, entre otras cosas, le decía al comandante Chávez, que le metiera la lupa, ala empresa “Monomeros”. Empresa dedicada ala producción de polímeros, en cuanto a que existía, la posibilidad de que la empresa en mención, estuviese hipotéticamente, teniendo alguna relación comercial. Con el susodicho esposo, de la ex reina venezolana, ahora felizmente radicada, en la famosa ciudad caribeña. Famosa entre otras cosas, por haber sido justamente ahí, donde el laureado “Gabo” hizo sus pininos periodísticos.
Fue a raíz, de este artículo publicado, que empiezan a llegar correos electrónicos a mi dirección, unos atacándome y, criticándome, pero otros llenos de coraje y sobre todo. Muchos “huevos” donde me dicen: que tienen y manejan información, relacionada, con una supuesta corrupción. Que se maneja, en el seno de la fundación “Monomeros” incluso, me decía un ciudadano de Barranquilla, que se identifico, con su nombre. Y me decía, que él me podía, suministrar información delicada, sobre supuestos desaguisados en la referida empresa venezolana. Pero la que más me impacto, fue, cuando me decía que con la más alta discreción, debido a que al hacerlo. Yo tenía que darle mi palabra, que su nombre no sería develado, ya que si así fuere, pues sencillamente lo podían “cepillar” o sea matar y, a raíz del riesgo. Que podía correr, yo, opte por ser muy cauteloso en esto y, esto ha traído un torrente de denuncias variopinto.
Comencemos hablando de una, que es de fragancia militar, resulta que en Colombia, hay un sistema a todas luces aberrante, tan aberrante como los falsos positivos. De hecho es un alto estimulo, para engordad las arcas, de la burocracia corrupta militar en Colombia, es el relativo, ala “libreta militar”. Que no es otra cosa, que pagar, para que no te lleven ala guerra y, si no pagas, pues te toca ir a engrosar filas y servir de carne de cañón en un conflicto inherente a la burguesía colombiana.
En Colombia, llevan las ovejas al matadero, basándose en un sorteo, que realizan en las instituciones educativas. Lo grave es, que si sales en el sorteo, obviamente tienes que servir a la patria, pero ahí viene la aberración, hay un mecanismo metálico. Que puede revertir, esta situación y, no es nada accesible para el lumpem, la plebe. Quien se ve sometido a pagar, hasta 500 dólares americanos y más, para que te puedan eximir, del ignominioso sorteo, como si negociaran con bestias.
Es este uno de los mecanismos perversos, usado por la plutocracia colombiana, que con esta perversión, evitan que sus hijos, le pongan el pecho al conflicto que desangra a Colombia. Porque los hijitos de papi, difícilmente portaran un uniforme militar, ya que con ese gravamen asqueroso, es imposible que un sin camisa y calzado, del pueblo colombiano posea 500 dólares. Y por lo tanto, se tengan que ir a regañadientes a servirle a su ignominioso ejercito, donde escasamente le pagan un salario de mierda y, miseria. Me informan, que un soldado raso en Colombia devenga, la miserable suma de 30 dólares mensuales y, eso sin debitar hasta el agua con que escasamente se duchan que ala final lo reduce ala nada que se suben a los autobuses, a pedir limosnas para sus pasajes. Para ir a sus hogares y visitar a sus familiares. Esto es una ignominia, para unos soldados del pueblo, que exponen sus vidas en el conflicto colombiano, mientras los altos mandos, se auto incentivan. Con 1500 y 2000 dólares, por la baja de cada civil inocente, pasado posteriormente, como bandolero y bandido de las guerrillas, como ellos mismos la catalogan. Y que se hizo famoso alrededor del mundo como, “los falsos positivos”.
Ahora pasando a otro tema no menos escabroso: el llevado a cabo, por “Aigües de Barcelona” o, aguas de Barcelona, perteneciente al grupo Agbar, emporio catalan, que hace presencia. En más de 8 países, europeos, asiáticos y latinoamericanos, entre estos, Colombia. Concretamente en Barranquilla, con el nombre, de “Triple A” agua, aseo y alcantarillado y, quienes cobran la friolera de. Cien dólares y más, por el servicio de agua, mensual de un hogar de 3 o 4 componentes.
Esta devoradora empresa catalana, tiene un modus operandi, de suspender el servicio, se hacen acompañar del aparato represor y policial colombiano, cuando van a llevar a cabo sus bellacadas. De negarles el preciado liquido, a la población, servicio, que debería ser administrado por el estado, siendo el agua un bien vital e imprescindible para la humanidad. Y no estar en manos, de estos sicarios ambientalistas, que vienen llevando a cabo, sus nuevas cruzadas, ya no con espadas y lanzas. Sino con métodos más sofisticados, con la anuencia de gobiernos pillastres y lacayunos, como el colombiano, que le entrega a las transnacionales, el manejo y control de los recursos hídricos y naturales, en detrimento de la sed e inaccesibilidad. Del valioso liquido, por parte de la población. Es considerado en la actualidad, el agua en Barranquilla, como un privilegio de pocos, es algo suntuoso, de hecho allí el agua es oro y la cuidan como tal por su exagerado costo.
A todas luces se ve, que este es una forma de esclavizar y conquistar, a un gentilicio, con estos métodos, a parte de la estratificación. Que no es otra cosa, que ponerle a los ciudadanos, categorías, ejemplo estrato 1, es un estrato de mierda. Lo más miserable, ahora ni hablar, del 6, que es el más pomposo, encarnado por la “High Life”de Barranquilla. Es evidente, que este “status” que usan en Colombia, es ignominioso y aberrante, que atenta contra la dignidad, del ser. Al ponerle, etiquetas de ciudadano de primera y segunda, cosa de por sí asquerosa y revulsiva.
No me queda más que agradecerle a este ciudadano, que me envió esta información, que de por sí es aberrante y violatoria, de estos grandes potentados y ya que él por temor y miedo, de denunciarlas en Colombia. Me pidió, que yo lo hiciese publico y como yo, no padezco de esos temores específicos, le prometí escribirlo por él. Y ala vez enviarle un abrazo patriótico, e instarlo a que denuncie, a esa satrapía corrupta y sanguinaria, que se ha apoderado del territorio colombiano, llegando a extremos tal de negarles el agua. Y obligar a los jóvenes, a buscar 500 dólares, que equivaldrían a 2 salarios mínimos, donde ni siquiera, el estado les proporciona empleo y mucho menos digno para pagar esa obscenidad.
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