6 ene. 2017 - Comprar productos importados cada vez se hace más cuesta arriba. La pasta, carbohidrato muy consumido en el país, es uno de los artículos cuyo precio ha experimentado un mayor incremento en los últimos meses.

En la Florida, en un supermercado llamado Mi Negocio, expenden las pastas italianas de 500 gramos, de las marcas Bortolini y Dicampo, en bolívares 2 mil 495 y 3 mil 495, respectivamente.
Una trabajadora del local, a quien se le preguntó el porqué del costo del producto, refirió: “Estos son alimentos que traen de afuera y por lo tanto son costosos, no es lo mismo adquirirlos en bolívares que en dólares”, señaló.

Lisbeth Godoy, quien compraba en el establecimiento, señaló: “Estos productos son bastante caros, por lo que no siempre se pueden comprar. Sin embargo, en mi caso, hago el esfuerzo de llevarlo de vez en cuando porque no tengo otra opción”, indicó.

Javier Ramones, otro usuario, destacó: “Yo opté por no comer pasta sino cada 15 días, generalmente cuando cobro la quincena, el resto del mes consumo otros carbohidratos como la yuca, la papa o la batata”.

En el Automercado Luvebras, también de La Florida, la pasta italiana de 500 gramos, tanto corta como larga, de la marca Fiamma Vesuviana se expende a Bs 3 mil 917.

La pastina, que por lo general es más económica que otras presentaciones del producto, en dicho establecimiento se vende al mismo precio que la corta y la larga.

Al respecto, Karla Rivas, quien compraba en el lugar, apuntó: “Estos productos cuando comenzaron a llegar podían comprarse; hoy no, pues cada comercio los vende al precio que quiere”, dijo.

Raúl Acuña, quien la acompañaba, opinó: “Se entiende que estos productos son traídos de afuera, pero a veces exageran con el precio, deberían ser regulados”.

En El Silencio, justo al frente del cine Junín, hay un expendio de alimentos, no identificado, donde se puede encontrar pasta importada de nombres La Especially a Bs 3 mil 500 y Pantanella, con un costo de Bs 4 mil 500 el empaque de medio kilo.

Uno de los encargados del local, al ser interrogado, acerca de los precios del producto, afirmó: “Tú sabes cómo está todo, si se consigue caro, pues se vende caro”.

Carolina Pereda, quien compraba en el establecimiento, desestimó la respuesta del comerciante e increpó: “Las autoridades deberían supervisar si realmente los proveedores distribuyen los productos importados tan costosos como los venden en los supermercados y locales comerciales”.

ALZA DE PRECIOS

En octubre del año pasado, cuando comenzaron a comercializarse los productos importados, un paquete de pasta de 250 gramos, importada de Colombia y Perú, rondaba los 497 bolívares.

Hasta la fecha, el producto se ha incrementado paulatinamente en distintos comercios de la ciudad.

El precio actual no es estándar, sino que varía por algún criterio desconocido.

Cerca de la estación del Metro Plaza Sucre hay varios comercios que expenden el producto a distintos costos. Uno de ellos es el supermercado El Placer de la Res, donde se vende esta pasta a 2 mil 900 bolívares el cuarto de kilo.

En el supermercado Unicasa, ubicado en la UD-6 de Caricuao, el medio kilo de pasta Dicampo se adquiere a 3 mil 790.

OTROS PRODUCTOS

El excesivo costo en los alimentos foráneos no solo se limita a la pasta de sémola. También aplica para productos como la mayonesa Soja, que se consigue en los comercios visitados entre Bs 3 mil 500 y 4 mil y la margarina de la misma marca, procedente de Brasil, que oscila entre los 5 mil 200 y los 5 mil 545, en su presentación de 250 gramos.

El arroz importado de 1 kilo, por ejemplo, puede llegar a costar Bs 7 mil, mientras que el kilo de azúcar blanca refinada ronda los Bs 4 mil 500, con ligeras variaciones en distintos establecimientos del área metropolitana.

LEY DE PRECIOS JUSTOS SÍ APLICA

Recientemente el superintendente de Precios Justos, William Contreras, aclaró que la Ley de Precios Justos también aplica para las empresas que operan en el país y venden productos importados con sus propias divisas.

Refirió que el Gobierno Bolivariano es garante del cumplimiento de la ley, por lo cual no permitirán que “especulen” con el precio.

El superintendente indicó que “ciertamente hay comercios privados que traen productos con el argumento de recursos propios, pero nosotros le vamos a poner un tope a esos productos”.

En ese sentido informó la incorporación de la plataforma tecnológica de los Infocentros para la canalización efectiva de las denuncias y sistematizar la fiscalización de aquellos comercios o empresas que incurran en delitos.