Al Presidente Maduro: Expediente X de Quimbiotec, C. A. (Parte V): Los gritos del silencio

Parte I (leída 15513 veces) http://www.aporrea.org/trabajadores/n278555.html

Parte II (leída 12324 veces) http://www.aporrea.org/tecno/n278720.html

Parte III (leída 8530 veces) http://www.aporrea.org/tecno/n279098.html

Parte IV (leída 7656 veces) http://www.aporrea.org/ddhh/n280550.html

11 de diciembre de 2015.-

Camarada Presidente, la Coordinadora Simón Bolívar viene denunciando públicamente desde principios de octubre pasado la injusta privación de libertad de las ciudadanas Susana Rodríguez y Yadira Naranjo, trabajadora y ex trabajadora respectivamente, de la empresa estatal farmacéutica QUIMBIOTEC, C. A., la cual fue fundada por el IVIC en 1988, llegando a ser la empresa biotecnológica pública más exitosa de Venezuela y Latinoamérica, por lo menos hasta el 2011, especializada en la producción de derivados sanguíneos: albúmina, inmunoglobulinas y factores de coagulación.

Susana y Yadira forman parte de un grupo de empleados con distintos niveles de responsabilidad administrativa y gerencial en la referida empresa que han sido señalados y acusados a mediados de este año de asociación para delinquir y comisión de peculado doloso. La denuncia fue formulada a mediados de este año por la auditora interna de la compañía quien asegura, sin pruebas documentales suficientes, que estas personas manejaron, presuntamente de manera ilícita, algunos fondos en dólares para el pago de pólizas de seguros asignadas al plantel gerencial de la empresa. Con esta acusación, la fiscalía y los tribunales procedieron a poner presas a Susana y a Yadira, capturándolas en su lugar de trabajo, en julio pasado. No han valido desde entonces ni las diferentes intervenciones de la abogada defensora, ni las gestiones mediadas por la Defensoría del Pueblo, por las cuales se ha hecho llegar a la fiscalía documentación copiosa que extrañamente no se encuentra, o no consta su existencia, en el expediente de la causa que se le sigue al caso. Esta documentación demuestra que tanto las pólizas de vida, como los planes especiales de retiro del personal gerencial de QUIMBIOTEC fueron implementados por decisión de la Junta Directiva de la Compañía en 1995, con el visto bueno de la Asamblea de Accionistas y del entonces Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, y que la Gerencia General, por mandato estatutario debía asegurar. Después, por más de quince años se siguieron implementando, con conocimiento de las subsiguientes juntas directivas, asambleas de accionistas y ministerios de adscripción y siempre constó claramente en las múltiples auditorías internas y externas que se hacían regularmente en QUIMBIOTEC. No hay nada oculto. QUIMBIOTEC es una empresa biotecnológica de alta responsabilidad, con certificaciones de calidad internacionales que costó mucho esfuerzo conseguir, llegando no sólo a abastecer el Sistema Nacional de Salud sino que fue exportadora de sus productos. Era una empresa autosuficiente que además generaba divisas al país.

Desde finales del 2011 se instaló en QUIMBIOTEC y en el IVIC una especie de estado policial o parapolicial y de terrorismo laboral (ya denunciado públicamente en varios ámbitos). Las instalaciones administrativas de ambas instituciones fueron infestadas con agentes del SEBIN y personal gerencial y secretarial puestos en vigilancia secreta y seguimiento con cámaras de seguridad instaladas en cada oficina, presumiendo (o haciendo presumir a estos agentes) que se encontraban montando un operativo para desmantelar una gran organización de malandraje. Vimos llegar al IVIC y a QUIMBIOTEC, por primera vez en la historia, nuevos directivos motorizados, enchaquetados, escoltados por guardaespaldas dotados de armamento, y flotas de vehículos asignados a misiones misteriosas, muchas de las cuales resultaron ser para beneficio personal. Se hicieron gastos onerosos para controlar mediante captahuellas la entrada a estas instituciones, evocando el represivo estilo de las fosilíferas Seguridad Nacional y Digepol. Esto no se había visto en Altos de Pipe ni en la época de Pérez Jiménez, cuando se esperaba desarrollar en el IVIC los proyectos nucleares secretos del Dictador. Esta casta de funcionarios con chaquetas de cuero fueron comandados desde afuera para montar el parapeto de la película de QUIMBIOTEC, ejecutada en el momento en que tenían a punto quebrar la empresa.

La captura de Susana y Yadira, y más recientemente la admisión de su acusación como resultado de una audiencia preliminar celebrada en los tribunales de Los Teques, fue sospechosamente acompañada de una impecable campaña publicitaria, exagerando la magnitud de las acusaciones y presentándolas al escarnio público como unos monstruos corruptos. De nada valieron los sólidos argumentos de la abogada defensora ni la propia defensa de ambas acusadas, la decisión del tribunal fue implacable pasándolas a juicio y negando la posibilidad de juzgarlas en libertad al decidir mantenerlas presas

En una ocasión se liberó un escrito periodístico a la prensa antes de comunicar la información, como correspondía, al abogado defensor. Es muy grande el daño moral, psicológico y físico que se ha causado a estas damas.

Las verdaderas razones de este burdo montaje tienen que ver con el desvío de la atención de algo realmente importante y muy malo que estaba pasando en QUIMBIOTEC, el escándalo mediático fabricado sobre la aprehensión e imputación de Susana Rodríguez y Yadira Naranjo es una acción de encubrimiento de un enorme crimen: la quiebra de la empresa para vendérsela a un consorcio transnacional, con consecuencias fatales para un sector importante de la población venezolana que desde hace meses está padeciendo los estragos de la falta de hemoderivados en todo el sistema de salud pública. El encargo a la auditoría de QUIMBIOTEC de proceder a como diera lugar a una denuncia de algún delito se hizo tan apresuradamente que ha sido demasiado evidente. Si se suponía que desde el 2011 la auditoría interna "tenía pruebas" de las presuntas irregularidades, ¿cómo se explica que en el expediente de fiscalía solamente se presentara la denuncia, precipitadamente, mal redactada, incongruente y probablemente ilegal, con recaudos chimbos e insuficientes, a mediados de 2015 cuando ya la empresa tenía su planta paralizada e iba a inminente bancarrota? ¿cómo se explica, si no es endosando la acción a un poder terrorista muy superior, que información sustentada con documentos históricos que fue entregada posteriormente a instancias superiores de la Fiscalía General de la República, en prueba de la insostenibilidad del caso, fuera totalmente ignorada en acciones posteriores de los tribunales y de la Procuraduría General de la República? Este último organismo simplemente se adhirió a la denuncia, haciendo un "corte y pega" de textos que no dicen la verdad. La situación de terror dentro de QUIMBIOTEC llevó a renunciar a más de 80 trabajadores, y al restante de su población laboral, indignado no sólo por el arresto de dos compañeras honestas en su propio lugar de trabajo sino por ver que no se produce ni un solo frasco de albúmina, inmunoglobulina y factor VIII desde hace seis meses, fueron groseramente callados a realazo limpio (al estilo IV República) con el pago de unos gruesos aguinaldos y con aumento de sueldo. ¡Esto en plena BANCARROTA! ¡Así son premiados, con un bozal de arepas, estos trabajadores que no están trabajando, pues hace rato que solo cumplen horario ya que la planta está parada! ¡Que barbaridad! Esta es una inmoralidad absoluta. Las cuentas bancarias de QUIMBIOTEC están vacías, y por primera vez en 15 años, por lo menos, el Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, ha tenido que desembolsar dinero para mantener una empresa que quedó completamente en rojo.

Señor Presidente, no estamos mintiendo. Acérquese Usted a las instalaciones de QUIMBIOTEC a constatar este desastre. Mande una Comisión de Alto Nivel, pero sin los infiltrados de siempre, que han sido los responsables de esta vergonzosa situación. Sepa Usted además que la Auditora Interna, quien forjó toda la papelería chimba e incompleta con la que efectuó una denuncia amañada, forzada y terrorista, acaba de RENUNCIAR para escaparse de las responsabilidades que tiene por haber puesto en prisión por meses a dos personas inocentes, y está siendo protegida con un cargo de bajo perfil que le puso en bandeja de plata la Dirección del IVIC. Pero además, se retira de QUIMBIOTEC sin haber investigado ni denunciado las irregularidades de la actual administración denunciadas públicamente por la Asesora Jurídica, quién poco antes también renunció a su cargo a raíz de las irregularidades en la contratación de la parada de mantenimiento de la planta. También llama la atención que el propio Ministerio Público no haya tomado la decisión de investigar de oficio estas irregularidades, ya que esta situación fue denunciada públicamente por los dirigentes sindicales de QUIMBIOTEC al inicio del conflicto.

Recuerde, Señor Presidente Nicolás Maduro, que todos los gerentes botados y perseguidos injustamente por la ley, debido a las acciones desmedidas e irresponsables de esta señora y de los infiltrados que desde su Gobierno conspiran para destruir la obra de Chávez, fueron quienes, prácticamente desde su fundación, hicieron que QUIMBIOTEC llegara a tener la Planta Productora de Derivados Sanguíneos más importante y exitosa de Latinoamérica y que esto ocurrió precisamente entre 2010 y 2011, durante el gobierno del Comandante Hugo Chávez Frías (en 2011 se procesaron casi 110 mil litros de plasma; desde hace seis meses, ni uno solo). Lo hemos planteado en varias cartas públicas anteriores a estas. Hemos denunciado:

1) El desmantelamiento de la estructura laboral de la empresa QUIMBIOTEC en noviembre de 2011. La botadura injustificada, ilegal y no indemnizada de acuerdo a la ley de gran parte del plantel gerencial que fundó la empresa y la llevó al éxito durante el Gobierno de Chávez. El montaje por encargo de una denuncia contra este plantel gerencial de QUIMBIOTEC en la que ocho personas que por años cumplieron encomiablemente sus funciones, están siendo señaladas y tratadas como una pandilla de delincuentes, y como resultado de ello la puesta en prisión de Susana Rodríguez y Yadira Naranjo, trabajadoras que dieron todo por hacer de QUIMBIOTEC la tacita de oro de la biotecnología venezolana (http://www.aporrea.org/trabajadores/n278555.html). A más de cinco meses de estar privadas de libertad, en condiciones de espacio físico e higiene deplorables, ni siquiera han podido iniciar su juicio. Así mismo, se libraron órdenes de aprehensión a cuatro ex gerentes y prohibición de salida del país a dos más.

Presidente, mande a investigar. Hay que buscar la vía de detener estos atropellos. Esta gente es inocente. Exigimos el cumplimiento de la justicia en condiciones dignas. Nuestras compañeras se encuentran enfermas física y psicológicamente. Lo ha constatado la Defensoría del Pueblo. EXIGIMOS LA LIBERTAD INMEDIATA DE SUSANA Y YADIRA.

2) La QUIEBRA INTENCIONAL de la empresa QUIMBIOTEC, saboteando de esta manera los compromisos adquiridos por el Gobierno Bolivariano de Venezuela en las Cumbres del ALBA-TCP (Cochabamba y La Habana 2009) de elevar su producción de albúmina humana, inmunoglobulinas y factores de coagulación a niveles que permitieran suplir estos hemoderivados fundamentales a todos los países miembros de la ALIANZA BOLIVARIANA PARA LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA-TRATADO DE COMERCIO DE LOS PUEBLOS. Hay que releer la DECLARACIÓN DE COCHABAMBA para entender la gravedad de esta situación (http://www.aporrea.org/tecno/n278720.html).  Señor Presidente, en el 2002 trataron de quebrar PDVSA y la acción del gobierno bolivariano fue contundente para repeler las acciones terroristas que contaron con la anuencia del infiltrado Guaicaipuro Lameda, Presidente de PDVSA, nombrado por el propio Comandante Chávez, ¿Qué vamos a hacer con QUIMBIOTEC? ¿Es que no hay una sola idea de acción para rescatarla?. EXIGIMOS YA UNA INTERVENCION URGENTE PARA RESCATAR QUIMBIOTEC.

3) La gravedad que reviste para la soberanía venezolana la paralización de la producción de derivados sanguíneos en Venezuela. Para ello le hemos presentado, Señor Presidente, las estadísticas de la producción de QUIMBIOTEC y de la distribución de sus medicamentos desde 1999 hasta 2011. Desde hace seis meses no hay tal producción. Esto significa que MILES DE VENEZOLANOS, pacientes crónicos de enfermedades como la hemofilia, o pacientes al borde de la muerte por quemaduras o síndromes metabólicos severos están sufriendo las consecuencias de la escasez de lo que se producía en QUIMBIOTEC (http://www.aporrea.org/tecno/n279098.html). Este CRIMEN masivo no puede quedar IMPUNE. Hay responsabilidades que determinar en ello, porque como aquí lo hemos dicho, la empresa ha sido llevada a la quiebra de manera INTENCIONAL por gente que infiltrada en altos cargos de su gobierno espera beneficiarse económicamente con el negocio de las importaciones de medicamentos (de hecho, ya empezaron, los hemoderivados en Venezuela ahora SON IMPORTADOS)

4) El riesgo de saqueo de los costosos equipos e instrumentos adquiridos durante 25 años para hacer de QUIMBIOTEC lo que fue hasta la llegada de la horda saboteadora que empezó a destruirla a partir de noviembre de 2011. La inminente venta de QUIMBIOTEC a un agresivísimo consorcio transnacional (OCTAPHARMA) que monopoliza el mercado de los hemoderivados en el mundo, con las correspondientes consecuencias para los trabajadores de la empresa (seguramente serán echados y reemplazados por personal europeo con condiciones laborales muy superiores, salarios en Euros, seguros internacionales y todas esas condiciones especiales que exige el mercado farmacéutico transnacional) (http://www.aporrea.org/ddhh/n280550.html).

Hoy denunciamos en primer lugar las acciones irresponsables de la Procuraduría General de la República de adherirse a la acusación viciada que hizo la fiscalía de los ex trabajadores de QUIMBIOTEC presos o perseguidos, sin haber revisado bien los recaudos, limitándose a "cortar y pegar" textos defectuosos, con información falsa, errores ortográficos, de sintaxis y de fondo. Otra muestra de acción apresurada, probablemente bajo presión de coerción de los poderes oscuros que se infiltran en los más altos niveles de su gobierno, Señor Presidente. El documento de adhesión de la Procuraduría parece una caricatura, es un insulto a la inteligencia humana, y no se trata de una acción trivial, sino de un paso de responsabilidad extremadamente importante, que condujo a que se desestimara la apelación que hizo la defensa de Susana Rodríguez y Yadira Naranjo y a que el juez del caso admitiera la acusación y determinara llevarlas a juicio. En consecuencia SIGUEN PRESAS y el juicio no ha comenzado. Creemos que esta es una violación a la ley, porque cualquier acusado se presume inocente hasta que se demuestre lo contrario. Hay ensañamiento, premeditación y alevosía. Un ex presidente de QUIMBIOTEC (de los cuatro o cinco títeres que han puesto en los cuatro últimos años) vino a decir que con esas muchachas "se les había pasado la mano".

Denunciamos además, MUY ENÉRGICAMENTE, el silencio cómplice de las autoridades directivas actuales de QUIMBIOTEC, del INSTITUTO VENEZOLANO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS (IVIC), de los Viceministros y del Ministro del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, ninguno de los cuales ha dado la cara a la opinión pública para esclarecer, con una declaración oficial, seria y de altura, nuestras bien sustentadas denuncias acerca del caso de Susana Rodríguez y Yadira Naranjo, pero más aún de la paralización y bancarrota de QUIMBIOTEC, del problema de salud nacional que esto ha generado, y de los indicios que apuntan a que para poder arrancar de nuevo la producción de hemoderivados en Venezuela terminarán vendiendo al menos el 49% de las acciones al sector privado transnacional de una empresa que siempre fue 100% venezolana. ¿Será que temen que se descubra quien está detrás de este multimillonario negocio?

Presidente, déjese asesorar desde afuera, hay gente dentro de su gobierno, muy cerca de Usted, que con acciones intencionales y absoluta impunidad está haciendo grandes daños al país. Comandan grupitos en las instituciones del estado que están haciendo negocios personales. Son infiltrados oportunistas. No se confíe. No son de izquierda, ni creyeron jamás en el gran proyecto del Plan de la Patria del Comandante Chávez. Problemas como el de QUIMBIOTEC no pueden achacarse sólo a la guerra sucia externa (económica, mediática, ideológica, mercantilista o como se le quiera llamar) a la que ya estamos acostumbrados y combatimos desde que se instauró la Constitución Bolivariana de 1999, es también la infiltración enemiga dentro de la casa. No se puede tapar el sol con un dedo.

Presidente Nicolás Maduro, cuando pasan cosas como las aquí referidas, incongruentes con el discurso revolucionario socialista, la gente entra en profunda decepción y descontento. Si hay algo que este pueblo aprendió con Chávez es a no dejarse engañar. ¿Es que cuesta mucho sentarse por lo menos a pensar en la posibilidad de que nos hemos equivocado? ¿Es que no hay gente digna en su gobierno que pueda darnos la cara y explicarnos por qué pasó lo que ha pasado en QUIMBIOTEC? ¿No será que es hora de introducir cambios y darle responsabilidades a gente verdaderamente honesta y valiente que esté dispuesta a rescatar lo que se nos pierde en este país?



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