16-08-15.-El economista Humberto García Larralde considera prudente hacer una liberación del tipo de cambio para corregir los desajustes que se están presentando en la economía venezolana, y asegura que para que esta sea factible, se debe aplicar la modalidad de equilibrio. “Nosotros los economistas hablamos de un tipo de cambio real de equilibrio, donde el valor de la moneda equipara el poder de compra interno con su poder de compra externo”, apuntaló.
Si el tipo de cambio de equilibrio fuese de 70 bolívares por dólar, que a su parecer es el valor ideal en este momento, con esa cantidad de dinero se debería comprar en el país lo mismo que se compra con un dólar en el exterior. Esgrime que llevar a cabo un equilibrio del tipo de cambio a 70 bs por dólar, como referencia, porque pudiese ser un poco más o un poco menos, implicaría adoptar un conjunto de medidas importantes.
“Lo primero sería poner fin al financiamiento monetario del Banco Central de Venezuela (BCV), que va por un billón de bolívares, acabar con el déficit fiscal del sector público, que se ubica en este momento alrededor del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) y conseguir financiamiento externo, porque la caída de los precios del petróleo no da para sostener un tipo de cambio a 70 bs si es de libre acceso, y las reservas internacionales tampoco darían para aguantar la demanda, porque han caído a un nivel mínimo”, detalló.
El catedrático asevera que la aplicación de ese paquete de medidas no debería afectar tanto los precios internos, dado que esa situación ya ha venido ocurriendo. “Nosotros tenemos la inflación más alta del mundo, por ahí se colaron unas cifras del BCV, que no son oficiales porque el banco no las ha querido publicar, que hablan de un 90% de inflación para finales de julio de este año.
Añade que “también tenemos una política económica que fomenta la actividad especulativa, porque los controles de precio dan lugar a eso”. Por tanto, considera que el incremento de los precios por una devaluación del tipo de cambio “no se haría sentir significativamente”. Por otra parte, dice que habría que tomar, a corto plazo, medidas importantes de transferencia de ingresos a los sectores más desfavorecidos, hasta que el país comience a crecer de manera sostenida, “y para eso las misiones deben servir”.
