La semana pasada tuve la suerte de comprar en Abastos Bicentenario, Terrazas del Ávila, entre otros productos 1kg. de leche descremada 1% de grasa "Hecho en socialismo" Los Andes, por la cual pagué 2.450 Bs. Tres días después me entero que ya este mismo producto tiene un costo de 3.950 Bs. en el mismo lugar. Una sencilla operación matemática de regla de tres, nos arroja que en unas pocas horas la leche descremada Los Andes fue incrementada en 62%. ¿cuál será el empeño de las empresas del estado en competir con los privados en eso de elevar los precios de los productos más allá de las posibilidades de los salarios de los trabajadores?.
Cualquier burócrata, especialmente de esos que no viven el drama cotidiano de las mayorías de no poder cubrir con sus ingresos los elevados costos de los alimentos, dirá que total la gente está pagando la leche cara a los bachaqueros y que es preferible que la pague cara en los super y en los centros de distribución del Estado, habrá que recordarle a quienes a si razonan que estás no son más que medidas neoliberales que el pueblo desaprueba y que Chávez adversó siempre.
Seguramente estas medidas, así como muchas otras similares ya tomadas, son parte de las orientaciones que el "camarada" Pérez Abad dejó establecidas como políticas económicas del despacho del Ministerio de Comercio, antes de dejarlo, preocupa grandemente que se haya ido Pérez Abad pero que las medidas que impuso hayan llegado para quedarse, porque el neoliberalismo del que tanto renegó siempre el Comandante, armado de razones, parece que llegó para quedarse después de Pérez Abad.
La Empresa Socialista Los Andes tiene un tiempo empeñada en competir en precios con empresas privadas envasadoras de jugos y de productos lácteos y si bien, a principio su pudo justificar estos incrementos de precios, actualmente nadie puede entender por qué los productos Los Andes están empeñados en competir en precios con las empresas privadas.
El propio Pérez Abad declaró públicamente que está seguro que su sustituto en el Ministerio dará continuidad a las políticas económicas. Como bien dice el refrán los hombres pasan y las instituciones quedan. Pérez Abad se fue del Ministerio pero sus políticas económicas neoliberales quedaron instaladas y amenazan con perpetuarse.
