Los pelucones rojos

La actual situación económica del país demanda acciones contundentes que van relacionadas directamente a la continuidad política de la revolución en el poder. Pareciera que hasta ahora todas las medidas que se han tomado no has sido suficientes o efectivas para controlar una salvaje conducta predadora de factores venezolanos y extranjeros que parecieran decididos a acabar con lo que sea con tal de mantener esta parca actualidad económica defendiendo sus perversos intereses.

La participación de sectores burgueses (que controlan los sistemas de producción y distribución de alimentos y servicios) en esta guerra económica ha puesto de manifiesto ante los más incrédulos que efectivamente como lo han expresado muchos teóricos socialistas la lucha de clases es la base fundamental diría yo hasta de la vida misma, y es que los burgueses están dispuestos a matar a pueblos enteros de hambre con tal de preservar sus privilegios en la sociedad. El pelucón Lorenzo Mendoza por ejemplo que día a día conspira no sólo contra el gobierno (que de hecho lo hace) sino contra el propio pueblo venezolano, recorta producción, esconde alimentos, los mal distribuye para crear descontento y muy probablemente colabora con el desvío de los dólares que entrega la nación para que produzca alimentos.

Con todo, esto no debe extrañarnos, que lo haga Polar, P&G, Cisneros o empresas transnacionales está enmarcado en esa lucha de clases que debemos librar. Cuando estos pelucones vieron que la muerte de nuestro Líder Hugo Chávez lejos de socavar los cimientos de la revolución la fortaleció, entonces agudizaron este plan macabro, que no nos engañemos, tiene todos los 16 años de revolución con puntos más álgidos pero ha sido constante durante el proceso revolucionario. Ese pareciera (y es sin duda) su papel. Ven en las revoluciones al enemigo, en el pueblo a la amenaza, es algo estructural, va en su ADN desnaturalizado.

Pero desde la muerte de Chávez para acá, hemos visto un tipo de personas (si es que así se les puede llamar) que no dudo en calificar como "peores" que esa clase burguesa. Y hay que decirlo, están allí desde antes de la muerte de Chávez, trabajaron en su gobierno. Ya venían desviados, pero vieron en la desaparición física del Presidente Eterno el desamarre de sus verdaderas intenciones: "Hacer dinero a costa de la Revolución". Es muy pero muy triste verlos, eran de a pie, vivían en barrios, no tenían absolutamente nada, pero de repente andan en camionetas que todos sabemos no pueden pagar con lo que ganan, compraron casas aludiendo excusas que no pueden sostener y tienen todos los lujos que les da la gana. De paso se dan el tupé de vernos por encima del hombro de vejarnos y humillarnos a su antojo y pal parecer su nuevo estatus les dio hasta para comprar la verdad.

Esta estirpe la califico como peor porque con los "pelucones burgueses" conoce uno la estrategia, sabemos cómo se van a mover, la formación que tenemos nos hace predecir hasta sus pensamientos, pero con estos "pelucones rojos" la pelea sí que es difícil. Y es que no entiende uno que poder tienen dentro de los más altos niveles gubernamentales que se han convertido en intocables, hasta diera la impresión que se ha hecho más fácil acceder a los pelucones burgueses que a estos pelucones rojos. Desde el gobierno se nos piden pruebas para denunciarlos como si andar en una camioneta como en las que andan no fuera suficiente prueba para condenarlos moral y jurídicamente. Muchos son tan peligrosos que amenazan hasta la integridad física de quien se atreva a mencionarlos para mal, gracias a su poder desarticulan cualquier movimiento en su contra, votan a quien quieran y de paso increíblemente califican de contra revolucionario a quien quieran.

Hoy con una oposición en un proceso de total autodestrucción y con la declaración de guerra directa de los pelucones burgueses a la revolución, estos enemigos están identificados y se pueden definir estrategias para luchar contra ellos. Contra los pelucones rojos no pareciera haber estrategia posible ya que están allí, se llenan de dinero mal habido, corrompen a quienes quieran seguirlos son piedra de tranca para quienes los señalan, pero son invisibles a los ojos de las autoridades. En estos momentos estos son los enemigos más peligrosos que tiene nuestro proceso revolucionario.

Comunicador de Calle

ajpoleo@hotmail.com

@ajpoleo



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