El Principio fundamental de la Soberanía Alimentaria

En Venezuela hace ya muchos años que se escucha la frase “Soberanía Alimentaria”, de hecho es una de las banderas del Proceso Bolivariano, aunque no sea un secreto para nadie que en nuestro país, la escasez de productos alimenticios ha generado una situación de descontento y angustia generalizada en la población, situación que ha sido capitalizada en varia oportunidades por los sectores políticos contrarios al proceso, quedando en evidencia la brecha desproporcionada existente entre el decir y el hacer que caracteriza al Gobierno Bolivariano.

Hoy en nuestro país la satisfacción de esta necesidad fundamental del pueblo (como lo es la alimentación) esta en manos de la empresa privada nacional e internacional casi en su totalidad, respondiendo de esta manera a una economía de mercado, por lo objetivamente los alimentos se convierten en una mercancía y no en un derecho del pueblo.

Como sabemos en un mercado el precio de los productos, en este caso los alimentos, dependen del principio de la oferta y la demanda, por lo que a quienes les importa la generación de capital, poco les interesará que exista plena satisfacción de una necesidad si esta no reporta ganancias. Sumado a esto, a lo largo de la historia el mercado ha servido como un elemento para subyugar a los pueblos subdesarrollados (y en algunos casos a países con un desarrollo importante) a los intereses imperialistas, imponiéndoles a cambio de estos productos de primera necesidad la aplicación de medidas económicas que solo sirven para la pauperización de sus condiciones de vida, convirtiéndolos en esclavos, y permitiéndoles obtener solo lo necesario para seguir explotándolos.

Por lo que hablar de Soberanía de un pueblo (en este caso soberanía alimentaria), poco tiene que ver con depender de empresas privadas nacionales o internacionales, es decir en caso de querer realmente alcanzar este principio fundamental es necesario construir un sistema agropecuario lo suficientemente desarrollado como para asegurar a cada uno de los Venezolanos su derecho a la alimentación, sin sobresaltos y sin depender de agentes con un interés diferente a este.

La tierra es el principal medio de producción, y en el caso de nuestro país uno muy productivo, con alegría vemos en muchas oportunidades como una semilla caída al suelo, por descuido, termina germinando y dando vida a un pequeño árbol frutal, esta es una ventaja que poco hemos sabido aprovechar y que no debemos perder de vista, puesto que esta condición deja en nuestras manos el hacer realidad eso de lo que hemos estado hablando a lo largo de estos años, solo necesitamos planificar y controlar la producción que permitirá a nuestro pueblo alcanzar una gran suma de felicidad, objetivo principal del Proceso Bolivariano.

La planificación centralizada (que solo será posible en el Socialismo) del sector agropecuario en primer lugar permitirá satisfacer la necesidad de alimentos de nuestro pueblo sin comprometer nuestra soberanía, además de esto podría revertir el éxodo campesino dado en nuestro país a principios de siglo XX, desarrollar las regiones que hasta ahora están relativamente despobladas y subdesarrolladas, generar gran cantidad de empleos a y dar una oportunidad de trabajo digno a aquellos que no la tienen ,evitando que terminen siendo parte de una segunda economía, de revendedores de productos y de acciones especulativas ilegales, que en nada suman para superar nuestra economía improductiva y parasitaria.

Finalmente, de nada habrá servido el desarrollo del sector agropecuario si la distribución y venta de los productos continuara en manos de aquellos a los que solo les importa la ganancia, generando una nueva forma de parasitar en el sistema y de obtener grandes ganancias aprovechándose del bolsillo de nuestro pueblo, transformando nuevamente a la alimentación en una mercancía, por esto la soberanía alimentaria no depende únicamente de la producción sino que también esta íntimamente ligada a su distribución y venta.

El tema de la soberanía alimentaria, aspecto básico de la existencia y subsistencia de una sociedad, demuestra palmariamente la importancia de una liberación nacional eficaz y además pone sobre el tapete que dicha liberación es realmente consecuente sólo si sirve a la construcción del socialismo.

*Militante del Partido Comunista de Venezuela


eguast@gmail.com



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