Del Caracazo al Dakazo y la venta a precios justos

Luego de anunciada la decisión presidencial de ocupar las tiendas DAKA y otras similares en todo el país por el remarcaje de precios de hasta 1000%, nos toca analizar algunos aspectos de los acontecimientos.

En búsqueda del Caracazo del siglo XXI:

La situación que se originó en la sede de DAKA ubicada en Naguanagua, Edo. Carabobo tuvo su particularidad. No existió el mejor mecanismo para el ingreso de los compradores al establecimiento y que la adquisición de productos se llevara a cabo de la forma más ordenada posible. En cierto punto, con mucha gente queriendo entrar y otro tanto esperando por pagar, la situación empezó a salirse de las manos y en medio de la desorganización algún número de oportunistas empezó a llevarse los productos del establecimiento; en videos publicados en youtube se nota que muchos de los presentes más bien repudian estos actos por considerarlos vandálicos y también se aprecia que, para impedir que continuara el saqueo, les arrebataban a los saqueadores los televisores, licuadoras y otros artefactos eléctricos que terminaban destruidos por la gente enardecida.

Qué diferencia histórica: en el Caracazo el pueblo salió a la calle a protestar y los saqueos fundamentalmente se originaron en los automercados y establecimientos de comida, la gente tenía hambre de verdad y quedó demostrado con el inmenso número de manifestantes que participaron en las protestas; el gobierno de CAP no dudó en reprimir con la fuerza del Estado y la cantidad de muertos aún no se sabe con exactitud, puede que sean entre 2000 y 3000, las condiciones de miseria llevaron a que los saqueos se reprodujeran rápidamente en otras ciudades del país. Mientras que en está Venezuela del Proceso Bolivariano, la clase media hambrienta de lujo y tecnología saquea establecimientos de línea blanca, aprovechándose y desvirtuando la medida de "ocupación y venta a precios justos", la Guardia Nacional apareció para dispersar a la gente y la cantidad de apresados no es ni la mitad de la cantidad de personas que saquearon.

La presencia en las afueras de DAKA de algún líder medio de la MUD y el desenlace de la situación que impidió a la gente que de verdad iba a comprar adquiriera los productos en calma, generan duda, llevan a pensar que el "saqueo espontaneo" más bien fue una incitación a generar una ola más grande de desorden en la ciudad, la cual hipotéticamente se extendería a otras áreas del país, deseando la derecha que Maduro se lanzara a matar al pueblo y así conseguir su Caracazo en el Siglo XXI un mes antes de las elecciones municipales, lamentablemente para la dirigencia opositora las cosas no sucedieron de esa manera.

Otras aristas del DAKASO:

Un asunto que queda pendiente por resolver, y que prácticamente es imposible de controlar al 100%, es la posterior reventa con sobreprecio por particulares de los productos que fueron adquiridos a precios justos. No es un fenómeno nuevo, de hecho ya ha ocurrido con anterioridad en el caso de los alimentos y productos regulados de la cesta básica. Es de común conocimiento que algunas de las personas que hacen largas colas por adquirir las mercancías persiguen un fin lucrativo más que de satisfacer una necesidad puntual y de hecho se dedican permanentemente a estas actividades, se termina reproduciendo en lo micro la receta que los grandes especuladores aplican en lo macro.

Ya veremos muchas de estas mercancías, compradas legítimamente a precio justo o saqueadas ilegalmente, en el mercado de la economía informal o de las páginas de ventas por internet tipo mercado libre. La especulación que antes aplicaba el gran capitalista ahora la aplica el ciudadano común de a pie, igual a usted y a mí.

Por otro lado no es ningún secreto que el capitalismo atraviesa una crisis general, la cual ha azotado recientemente a países iconos o dominantes del sistema como los Estados Unidos, Grecia o España. Mientras que otros países como Venezuela aun no han sido atacados directamente por esta crisis mundial gracias a que viven de la exportación de alguna materia prima cuyos precios se encuentran en alza o bien no han experimentado bajas significativas como pueden ser el petróleo, el cobre, el gas y muchos otros.

Esta crisis se encuentra marcada por la sobreproducción de mercancías, llegando a producirse en una medida superior a la cual el mercado es capaz de digerir, es decir se producen más mercancías de la que la gente puede adquirir, y las empresas que ya no pueden vender las mercancías producidas terminan despidiendo a grandes masas de trabajadores, lo cual disminuye la capacidad de comprar de amplios sectores de la sociedad. Es decir, con la sobreproducción se quedan frías muchas mercancías que no se pueden vender.

¿Está nuestro país atravesando dicha situación?, la verdad, pareciera que no, pareciera estar lejos de mencionado escenario y decimos "pareciera" porque la realidad suele ser más compleja de lo que percibimos superficialmente; por sólo poner un ejemplo, en el mes de septiembre se inauguró un nuevo local similar a DAKA en el mismo estado Carabobo y las colas para ingresar eran enormes con un margen de espera de hasta 3 horas en la parte exterior, nos referimos a la tienda SAMSUNG, demás está decir que los precios eran exorbitantes; esta escena recordaba lo vivido el año pasado cuando abrieron la tienda IVOO a escasos 2 km de la referida DAKA. A pesar de la especulación los índices de consumo se mantienen en la población venezolana, inclusive más allá de que con el avance de la inflación el salario real sufre disminuciones y la capacidad de compra de la gente baja. Toca analizar más a fondo en otro espacio que se mueve detrás de este escenario.

¿La venta a precios justos es socialismo?

Sin dudas que "mantener la estabilidad de precios y propiciar el acceso a los bienes y servicios a toda la población en igualdad de condiciones, en el marco de un modelo económico y social que privilegie los intereses de la población y no del capital", como lo plantea la Ley de Costos y Precios Justos, es un avance en el marco del sistema capitalista para contrarrestar los mecanismos de enriquecimiento de un sector de la burguesía, es una medida legal pensada en función de favorecer a amplios sectores de la población y no a quienes viven de la especulación.

El comercio, que existe mucho antes de que naciera el capitalismo, en este sistema se ha mantenido como una de las formas de extracción de riqueza a la población, mientras unos burgueses viven de extraerle plusvalía a los trabajadores que le venden su fuerza de trabajo, otros viven de extraerle por medio de la especulación otra porción de su sudor al venderle las mercancías por sobre su costo real.

Los comerciantes grandes y pequeños se desenvuelven bajo la fórmula D-M-D', es decir, se utiliza determinada suma de dinero para adquirir mercancías que luego son revendidas por un monto mayor, dejando una retribución monetaria superior a la invertida inicialmente. Si la vendiera al mismo precio no tendría ningún margen de ganancia y nadie se lanzaría a intentar vivir de esta manera.

Pero en nuestro país ocurre algo particular, cobra mayor fuerza esta relación económica. Los ingresos de la renta petrolera permiten a la nación entera disponer de grandes sumas de dinero para la importación de mercancías, situación que termina predominando por sobre la producción nacional de bienes para el consumo; el sector de los capitalistas que viven de la especulación es amplío y busca incrementar su margen de ganancia utilizando diversas artimañas. Así como en una empresa el patrono busca incrementar el ritmo de trabajo para sacar mayor provecho de sus trabajadores, los comerciantes buscan incrementar el precio de los productos para sacar mejor provecho a las ventas.

La arremetida del gobierno ante lo que se ha denunciado como guerra económica, es puntualmente contra aquellos negocios que acaparan productos de primera necesidad, remarcan los precios sin ninguna justificación o venden las mercancías basados en el cálculo del dólar paralelo aun cuando han adquirido a través de CADIVI los dólares al precio legal, es decir a 6,30 Bs, generando de cualquier manera una ganancia muy superior al 10% o 30%. Es decir, esta arremetida no va contra los comerciantes como sector sino puntualmente contra aquellos que buscan ampliar los márgenes de especulación "razonables", es una acción proteccionista para lo que podríamos llamar un comercio justo e igualitario, medidas de esta naturaleza pudieran ser aplicadas en cualquier país capitalista sin poner en peligro la estabilidad del sistema, pues, sigue existiendo el mercado, sigue existiendo la burguesía comerciante que vive de la especulación pero a bajos márgenes.

Para concluir:

La anarquía y el desorden no conducen al socialismo, quienes impulsaron estos saqueos en DAKA poco creen en la revolución; seguramente el día de hoy hay más televisores plasma de 49'' sintonizando Globovisión en HD, un caso más donde el oportunismo se aprovecha de las propuestas bolivarianas. El ataque caótico y vandálico de algunas personas, nada tienen que ver con la expropiación planificada de los medios de producción y distribución a la burguesía, puesto que tampoco fue lo que se propuso el ejecutivo cuando decretó su plan de lucha contra la guerra económica.

Dichas medidas del gobierno por un precio justo se enmarcan dentro de las propuestas de llevar mejores condiciones de vida al pueblo y buscan frenar la tentativa de algunos sectores especuladores en el sistema capitalista. En Venezuela, el común de la gente tiende a achacar al presidente cualquier cosa que suceda en el país aunque no sea de su responsabilidad directa y en definitiva Maduro ha tenido que echar mano de algunas propuestas para salirle al paso a la inflación, la especulación y el acaparamiento.


jatrivas@gmail.com


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