El dólar negro y la corrupción: una bomba de tiempo sobre la cual descansa el proceso revolucionario

Tres años! solo tres, nos quedan para reaccionar o morir enfrentados a un revocatorio definitivo. Tres años más de ineficiencia, corrupción, improvisación y tolerancia mal entendida, serian suficientes.

El primer mandatario debe presentirlo. Su insistencia en la gestión eficiente y productiva es una alerta por encima de cualquier otra cosa. Lastimosamente, un discurso y una plegaria no bastan para cambiar la naturaleza humana. A estas alturas hay que meterse en lo hondo.

No habrá eficiencia ni productividad sin atacar a fondo la corrupción y el dólar paralelo. Son, prioritariamente, las barreras a salvar.

El tema del dólar se eclipso de los medios alternativos. Hoy, cabalga a rienda suelta sobre los 15 bolivares, azuzado por la corrupción y la indolencia, en espera de una supuesta devaluación acariciada desde los predios de la oposición. Un indicio axiomático del retumbante fracaso de la política cambiara del BCV.

El SITME, uno de los brazos de esa política, no se diferencia de sus congéneres. Su arquitectura, en extremo dependiente de los bancos, lo convierte en una herramienta maleable para la sustracción de divisas, utilizadas en buena medida para retroalimentar el mercado paralelo, enriquecer los codiciosos de siempre y contribuir así a desestimular la inversión privada.

Por más paradójico que parezca, le corresponde a los bancos el rol de mediador salomónico en la aplicación de la normativa cambiaria; reciben asignaciones del SITME para luego repartirlas entre sus clientes, sin que se tenga conocimiento de una prioridad u orden establecido en el que no priven sus intereses. Ya conocen el dicho: “El que reparte se lleva la mejor parte.”

Tal vez no sea exactamente así pero no conozco el primer banquero sorprendido fuera de base. Hace poco más de un año, sacaron de circulación la figura del plazo fijo y restringieron las emisiones de cuentas de ahorro a las existentes, con techos que oscilan entre los 200.000 y 250.000 bolivares. Así las cosas, cuando en el pasado desembolsillaban el 14% de interés para captar el dinero de sus clientes, hoy, solo pagan el 1,5% para las cuentas remuneradas. BINGO! Groseras ganancias, sin olor a sudor. Y ¿Dónde van a parar?. ¿A fortalecer las carteras de créditos agrícolas e hipotecarios?

Dejarían de ser bancos.

Existe un escenario indeseable a desmontar. Escases de dólares preferenciales que constriñen la inversión privada. Grandes capitales asfixiados en las bóvedas de los bancos, huérfanos de alternativas por falta de divisas, que buscan oxigenarse en el mercado paralelo. Circunstancias, todas, estrechamente relacionadas con la productividad.

En fin, sobrellevamos una política cambiaria desbordada por las incoherencias como las que tienen que ver con el otorgamiento de licencias para la importación de pinos canadienses y sifrinadas por el estilo. Nada más contradictorio en un gobierno con perfil socialista, teóricamente respetuoso del medio ambiente y con una disminuida bolsa de billetes verdes a cuidar que debería prohibir las importaciones improductivas para enfriar en lo posible el mercado paralelo.

Es un cuento de nunca acabar. Si no son los banqueros, son los intermediarios, o la empresa privada que ofrece su plataforma a cambio de una comision que oscila alrededor del 20%. Sin contar con el dinero proveniente de la corrupción, fruto de los contratos multimillonarios con el estado. Se le conoce como el cliente VIP del mercado paralelo porque paga su precio sin refunfuñar; a fin de cuentas, con lo que nada cuesta, hago fiesta; lo primordial es deshacerse de los bolivares calientes a cambio de dólares caros pero en una cuenta en el extranjero. Así llego a cotizarse en 17 Bs.

El SITME no es transparente: es un reproche generalizado. Cuando Faculta los bancos para repartir entre sus clientes los dólares que le asigna, contraviene uno de los tratados más elementales del código de comercio al legitimar el “conflicto de intereses”. ¿Acaso, banco y empresa privada, tienen intereses distintos?

Solo imaginen a Mezherane y Eligio Cedeño aplicados en la tarea.

Atraer la inversión privada pasa por darle un piso firme a una política cambiaria seria. El control de cambio no entra en la discusión. Es un acierto justificado. Lo que debe quedar claro es que poseemos las reservas petroleras certificadas más importantes del mundo; que estimamos aumentar la producción de crudo a 4.000.000 de barriles diarios para el 2014 y a 6.000.000 para el 2019; y que nuestro PIB rebaso los 320.000 millones de dólares; perspectivas envidiadas por cualquier país del mundo.

Si con este balance necesitamos devaluar el bolívar y no somos capaces de estructurar una política cambiaria al servicio de la economía, los que manejan las finanzas del país deben poner sus cargos a la orden del Presidente.

La corrupción no se combate con barreras burocráticas sino con la aplicación inflexible y ejemplarizante de la ley.

cbpv455@yahoo.es



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