Caracas. La Asamblea Nacional realizó ayer una sesión especial, desde la plaza Bolívar de El Valle, para conmemorar los 18 años del denominado "Caracazo".
En la reunión se dio lectura a las recomendaciones del defensor del Pueblo, Germán Mundaraín, y que incluyen instar al Ministerio Público y los tribunales a que concluyan las investigaciones, establezcan las responsabilidades a que hubiere lugar y sancionen a los autores materiales e intelectuales de los hechos del 27 y 28 de febrero de 1989.
Dotar de recursos adicionales al Ministerio de Finanzas a fin de que se reanude las reparaciones e indemnizaciones materiales a las víctimas indirectas; y declarar el 27 de febrero como Día Nacional por el respeto de los Derechos Humanos. Las propuestas fueron aprobadas por unanimidad.
No olvidar. El Orador de Orden, fue el Padre Matías Camuñas, quien para 1989 era Párroco de Petare. "Tenemos que estar alertas para que el tiempo no nos borre la memoria", e insistió en que hechos como los de "El Caracazo" no pueden olvidarse ni quedar impunes.
"Que el tiempo no nos borre la memoria, eran tiempos de un Estado masacrador. Yo me siento satisfecho de haber pertenecido a una Iglesia que se oponía a estos hechos", dijo.
"En esos días dimos misas en la Iglesia de la calle, delante de los muertos y los heridos, esas han sido las misas más importantes que he dado en mi vida", agregó.
Acuerdo.
Igualmente, la Asamblea Nacional aprobó, también por unanimidad, un acuerdo para exhortar a las autoridades a seguir las averiguaciones y castigar a los responsables de ese genocidio contra el pueblo; reafirmar la solidaridad con los familiares de los fallecidos, torturados y desaparecidos; elevar el nivel de conciencia que debe estar presente en todos los ciudadanos venezolanos, en vía hacia la construcción del socialismo del siglo XXI; y apoyar las manifestaciones que se hagan en rechazo a esa agresión.
"MEMORIA NO PUEDE MORIR"
"Este es el momento de la esperanza, de la reivindicación; no sólo de la indemnización económica, sino también de la indemnización moral y, sobre todo, de la indemnización social y política que significa la revolución", dijo el vicepresidente Jorge Rodríguez, luego de la sesión especial de la AN.
"La memoria no puede morir. Los venezolanos no podemos permitir que la memoria muera con la violación más grave a los derechos humanos que ocurriera en Venezuela, a todo lo largo de su historia republicana".
