“Estados Unidos pretende quitarnos la escalera hacia el desarrollo de la energía nuclear para fines pacíficos”, aseguró el presidente Hugo Chávez.

—¿En este momento se puede dar por hecho que Venezuela se encuentra dentro del Consejo de Seguridad de la ONU?

—No podemos decir que es un hecho. Estamos enfrentando al poder más grande que hay en el planeta con una gran capacidad de presión, de chantaje, sabemos que a medida que hemos venido avanzando y obteniendo algunos éxitos muy importantes, como el apoyo de Mercosur, de China, de Rusia, ha aumentado la presión.

Fue Lula quien, aquí, cuando Venezuela ingresó al Mercosur, hizo público su apoyo a Venezuela, jamás se lo solicitamos a Brasil, y luego Kirchner se suma, y los demás países del bloque.

Putin me sorprendió en la declaración conjunta cuando lo anunció, ni lo hablamos en privado, ni sabía que lo anunciaría.

El presidente de China, Hu Jintao, igual, lo dijo en una reunión que era en privado, pero que después se hizo público. Lo mismo pasó con el Caricom.

El apoyo de Rusia y China, independientemente del resultado, ya es una gran victoria política, moral, ahora, en la medida que se han hecho públicos esos acuerdos se ha incrementado la presión, no podemos dar por descontado que tengamos asegurado el puesto.

De algunos detalles uno se va enterando, por boca de Presidentes o amigos que están cerca de algunos Gobiernos, chantajes que no tienen límite, por ejemplo, de algún pequeño país llegue un emisario del Departamento de Estado a decirle a un Presidente, así de frente, que si vota por Venezuela el Banco Mundial le retirará el próximo año todo el crédito, pero el voto es secreto y eso también hay que tomarlo en cuenta, además muchos países votan por la dignidad.

—¿Cuáles son las propuestas que Venezuela hace para obtener el apoyo de los países en su aspiración a formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU?

—Hay muchos temas que van surgiendo en la dinámica mundial, como el de Irán, por ejemplo, nosotros defendemos la tesis de que todos tenemos derecho al desarrollo de energía nuclear. Por qué sólo los países desarrollados pueden. Ahora nos limitan a nosotros. Estados Unidos pretende quitarnos la escalera hacia el desarrollo de la energía nuclear para fines pacíficos.

Argentina, por ejemplo, acaba de anunciar que reactivará su proyecto de desarrollo nuclear, Brasil lo hace y Venezuela también está interesada en desarrollarla para fines pacíficos. Venezuela fue el primer país de América del Sur que comenzó con un proyecto de energía atómica en Pipe. Estamos interesados y tenemos una comisión de energía nuclear en el Ministerio de Energía y Petróleo. Otro es el tema de Israel y su agresión contra el pueblo palestino y el Líbano

Ésos son temas específicos, nosotros defenderemos siempre las causas de los pueblos, nuestra voz será para defender a los pueblos contra el atropello imperialista y por eso es que Estados Unidos tiene el temor de que la voz de Venezuela resuene.

Dentro de un mes estaremos en la Asamblea de Naciones Unidas, en Nueva York, asumiendo nuestra voz, allí no nos pueden vetar, nadie puede decir que Chávez no hable, eso sí, empiezan a presionar, el año pasado impidieron que mi equipo médico viajara para tratar de que no fuera, entonces dije con más razón voy, aunque sea sólo para decir allá lo que dije porque me enteré que Estados Unidos trabajaba en un documento aprobado de madrugada y querían presentarlo como aprobado por consenso, resulta que no dejaron entrar ni a Cuba, ni a Bielorusia, ni a Venezuela.

Este hecho propició que Kofi Annan me llamara a reunión porque estaba dispuesto a llamar a votación.

Ellos tenían miedo a la votación porque si no se logra por consenso el documento no se aprueba y ya muchos países, que estaban manipulados y engañados, se estaban acercando a nuestra modesta silla para preguntarnos por las pruebas de aquello, queriendo sumarse al reclamo, mientras otros trataban de llamarme para retirar mi protesta, pero en fin, defenderemos la verdad y la voz de los pueblos.

—¿Qué efecto pudo tener su reciente visita a Irán y Siria en el propósito de lograr un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU?

—Nuestra política internacional no se subordina al objetivo puntual de ser miembro durante dos años del Consejo de Seguridad, de forma tal que nunca hemos mirado la estrategia internacional bajo ese prisma del interés de estar en el Consejo de Seguridad, aspiración que se ha fortalecido por la transparencia de nuestra política y posiciones.

Por ejemplo, la visita al pueblo árabe, a Siria, ha potenciado el apoyo que tenemos de los pueblos árabes, desde Gobiernos progresistas hasta los conservadores.

Es un apoyo general del pueblo árabe.

En cuanto a Irán, ¿que sí puede habernos afectado?. No lo creo porque la mayor parte de los pueblos del mundo está con Irán, lo que ocurre es que nadie se atreve a decirlo (...).

—En caso de que los demócratas llegaran al poder en Estados Unidos, ¿en qué condiciones Venezuela tendría una mejor relación con Estados Unidos?

—Sea cuál sea el Gobierno que exista en Estados Unidos bastaría el respeto para que las relaciones volviera a la normalidad. Un tratamiento equilibrado de respeto a nuestra soberanía, a nuestra posición. No vamos a exigirle a Estados Unidos, ni a ningún otro Gobierno que se arrodille ante nosotros, sencillamente que nos veamos de igual a igual y con transparencia.

Con el Gobierno de Clinton, por ejemplo, las relaciones con Venezuela fueron normales. Lo más grave que ocurrió con Clinton fue cuando anuncié el viaje a Irak que uno de sus voceros comentó que estaban ‘irritados’ y yo les respondí que se echaran crema bronceadora para que no se quemaran mucho. Luego fui y me reuní con él.

En enero del 99, como Presidente electo, estaba en Madrid, luego saldría a París, Roma y, finalmente, a La Habana. Por esos días me llamó por teléfono el subsecretario de Estado para América Latina, Peter Romero, y me dijo que se habían enterado que salía para La Habana y que sería muy difícil recibirme en la Casa Blanca, le dije que se equivocó y que no podía seguir hablando con él, que se equivocó de persona que yo era un Presidente electo de un país soberano.

Esta llamada la hice pública ante la prensa en París y, al día siguiente, me llamó de nuevo para pedirme disculpas y decirme que el Presidente (Clinton) me iba a recibir, y, efectivamente me reuní con él (...)

Después, con la tragedia de Vargas, Clinton mandó apoyo, unos helicópteros Black Hawk, con médicos, estuvieron rescatando gente, condecoré a la bandera de Estados Unidos y luego nos reuníamos todos los años en Naciones Unidas, discutíamos sobre petróleo, sobre la guerrilla colombiana, etc.

Ahora, con este caballero (Bush) ha sido imposible, bastaría respeto y las relaciones volverían a una situación de normalidad, no creo que sería muy difícil.

— ¿Qué le responde a los críticos de su Gobierno y su estrategia geopolítica que aducen que usted está regalando el dinero y el petróleo?

— Uno de los lineamientos estratégicos de nuestra política exterior es contribuir en la generación, en la creación de un mundo pluripolar (...) Estados Unidos invierte miles de millones de dólares en una estrategia muy agresiva para dominar el mundo.

¿Cuánto invierte Estados Unidos en la guerra de Irak?, ¿cuánto invierten para apoyar movimientos contrarrevolucionarios en el mundo entero?, ¿cuánto han invertido en Venezuela para apoyar a grupos golpistas, fascistas?. Es un país tratando de imponerle al mundo su visión, a punta de balas, incluso.

Pero también a punta de dólares porque cada bala cuesta, cada bomba cuesta, cada grupo de apoyo cuesta.

Cuánto le cuesta al imperio norteamericano sostener periódicos y televisoras que tienen pérdidas económicas, cuántos periodistas paga Estados Unidos en todos nuestros países, en toda América Latina, en el Caribe, es decir, se trata de un Gobierno que invierte, al año, miles de millones de dólares para tratar de imponer su hegemonía.

Nosotros también invertimos, jamás como ellos, pero sí invertimos algunos millones de dólares, hasta donde podemos, no para imponer nada, sino tratar de aplicar algunos frenos, primero en nuestro país y, segundo, en algunos países aliados en nuestro entorno geopolítico tratando de poner algún freno a esa agresión permanente que pretende avasallar al mundo y, creo que lo hemos logrado, de alguna manera, lo más importante es que se trata de una política de doble acción, por una parte, frenar la arremetida imperialista y, por la otra, impulsar nuestra propuesta del Alba contra el Alca.

La Alternativa Bolivariana que tiene ya una serie de caminos Petrocaribe, Petrosur, Petroandina, algunas propuestas ya en marcha, otras en proyecto.

Nuestra ayuda llega la mayor parte de las veces sin pedir nada a cambio, no como dicen por allí que ando comprando votos.

No ando en eso, una cosa es la aspiración a lograr un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU y otra es nuestra política internacional que es permanente, es estratégica, en fin, se trata de contribuir a la conformación de un mundo pluripolar y eso requiere para un Estado una inversión, éso es una inversión de Estado, no es nada personal, es un proyecto del Estado nacional.

—Rosales dijo recientemente que firmó ese decreto (el de Carmona) de buena fe...

—Esa es la típica posición de una oposición cobardona. El 4 febrero salí y asumí mi responsabilidad y te juro que si me hubieran mandado a fusilamiento lo habría hecho, a lo mejor hoy tendría 30 años de cárcel, pero asumí mi responsabilidad ante el país.

Todavía, no sólo este caballero, sino los dueños de algunos medios de comunicación dicen que lo que aconteció el 11 de abril es mi responsabilidad, porque mandé a masacrar a una marcha pacífica, además de que renuncié, uno de los grandes defectos de la oposición es que no asume sus responsabilidades.

Están desconectados de la realidad, siguen creyendo que la mayoría del pueblo me odia, padecen de una disociación psicótica y cualquier cosa que no coincida con sus concepciones no lo aceptan.