La presidencia mexicana intentó cubrir una polémica que ya comienza la crearse, después que el presidente Vicente Fox dio declaraciones consideradas racistas este el último viernes.
En un encuentro con empresarios norteamericanos, Fox dijo que "los mexicanos, llenos de dignidad, ganas y capacidad, están trabajando en funciones que ni aún los negros quieren hacer en Estados Unidos".
En la noche de sábado, la presidencia mexicana publicó un comunicado en el cual reiteró el compromiso de defender los derechos de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, esclareciendo que las palabras de Fox no tuvieron intención racista. El comunicado no contiene cualquier pedido de disculpas.
"El presidente Vicente Fox expresa su enorme respeto a las minorías, cualquier que sea su origen racial, étnica y religiosa. Es por eso que lamenta y discrepa de las interpretaciones que acusan sus declaraciones de racistas", afirma el documento.
El Partido de la Revolución Democrática (izquierda, oposición), que hace sólo una semana suscribió un acuerdo de paz con el presidente, tildó a Fox de "racista" e "ignorante" en un comunicado.
Algunos diputados de la oposición también expresaron su indignación al periódico "La Jornada", pidiendo que Fox se disculpe. Entre las declaraciones divulgadas, hay frases que acusan al político de ser "un digno latifundista de comienzos del siglo 20" y "un firme defensor de las actitudes racistas".
El Departamento de Estado norteamericano afirmó que "ese nivel de diálogo no merece comentario", según el periódico "El Universal". En la publicación, el reverendo Jesse Jackson, defensor de los derechos civiles de los negros americanos, afirmó que Fox hizo un comentario "racista, inexacto, innecesario y estereotipado".
