Fidel Castro asiste a misa en homenaje al Papa


LA HABANA - El presidente Fidel Castro, que en la tarde del lunes calificó de "amigo" al fallecido papa Juan Pablo II y firmó en un libro de condolencias, asistió luego a una misa en la catedral en homenaje al Pontífice.

El mandatario y su hermano Raúl, ministro de Defensa y segundo hombre en la línea de mando isleña, ambos fervientes comunistas, arribaron a la sede de la Nunciatura, donde se instaló un volumen para recibir las expresiones de sentimiento por la muerte del Santo Padre.

"Nos duele tu partida, inolvidable amigo y deseamos con fervor que tu ejemplo perdure", escribió el presidente al resaltó la lucha del Papa en favor de la paz y su preocupación por los pobres.

Además, el mandatario destacó el rechazo del Papa a las sanciones estadounidenses a la isla, que consideró "éticamente inaceptables".

Posteriormente, el mandatario, sin su hermano, llegó a la catedral capitalina, un edificio colonial por el que no iba desde hace décadas y durante casi dos horas escuchó la ceremonia religiosa encabezada por el cardenal Jaime Ortega y el nuncio, Luigi Bonazzi.

Varios cientos de personas colmaron la nave de la iglesia y siguieron las oraciones por los altoparlantes en una plaza contigua.

A un costado del presidente, en primera fila, se ubicó Caridad Diego, responsable de Asuntos Religiosos del Partido Comunista y los principales miembros del gabinete.

Frente al cuerpo diplomático invitado y ante un altar donde se instaló una foto de Juan Pablo II, Ortega agradeció a Castro las muestras de solidaridad, que incluyeron un duelo por tres días, la suspensión de las actividades festivas --entre ellas la ansiada final de béisbol-- y el acceso a los sacerdotes para difundir mensajes por la televisión estatal.

Castro, formado por los jesuitas, rompió con la Iglesia hace décadas y se declaró comunista; pero en enero de 1998 asistió a una misa cuando el Papa Juan Pablo II visitó la isla.

"La Iglesia y el mundo pierden a un hombre referencial", manifestó el cardenal, que está entre los posibles candidatos a ocupar el trono de San Pedro.

Al final de la ceremonia, el nuncio Bonazzi tomó la palabra para recordar la visita de Juan Pablo II hace siete años y rememorar sus demandas: la apertura de Cuba, el acceso de la Iglesia a la educación y el reclamo de espacio para trabajar por los valores evangélicos en las familias cubanas.

Ninguna de los pedidos de la Iglesia en estos años como la participación en las escuelas o un lugar en los medios de prensa fueron satisfechos por el gobierno.

Bonazzi también mencionó la despedida de Castro al Pontífice y pese a las diferencias ideológicas o de criterio le agradeció su visita.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2340 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Notas relacionadas