Guajiros frenan contrabando de gasolina

Guajiros frenan contrabando de gasolina

Entre Paraguachón y Maicao la circulación sigue obstruida. Están paralizadas 21 gandolas, que dicen transportar químicos, pero que según las cooperativas indígenas llevan combustible. Los fines de semana una pimpina puede costar hasta Bs. 50 mil.

“Si el Presidente dice que ni una sola gota de gasolina pasará a Colombia, pues no pasará ni una sola gota, al menos por La Raya”, dijo ayer Celsa Graterol, líder de la cooperativa Bachamaracoop.

“Vemos a diario cómo el contrabando sigue; y si a nosotros nos suspendieron los permisos para expender el combustible en Colombia, para los demás también debe de haber ley”, agregó Benito Castillo, presidente del consejo administrativo de la cooperativa Ayatawacoop, que vendía el combustible venezolano en el territorio vecino.

Por esa razón, la protesta emprendida hace ya seis días en La Raya persiste pese al inminente acuerdo entre los dos gobiernos que pone fin a la crisis diplomática generada a raíz del secuestro en Venezuela del guerrillero de las Farc, Rodrigo Granda.

Allí los wayuu aseguran que no dejarán pasar 21 gandolas que según las autoridades van cargadas con productos químicos, pero los guajiros aseguran que se trata de gasolina.

Texto: Yesenia Rincón Castellano
Los representantes de las comunidades indígenas reclamaban que los dos presidentes se sentaran a hablar, pero ahora exigen además que de verdad cese el contrabando de gasolina en la frontera, porque aseguran que pese a los rigurosos controles instalados por Miraflores el comercio ilegal continúa.

Con un radio de poca señal, desde La Raya, los wayyu escucharon al presidente Hugo Chávez en su alocución desde Brasil, y al constatar la firme determinación del mandatario de no dejar entrar “ni una gota de gasolina a Colombia”, los indígenas arreciaron la decisión de mantener cerrada la frontera.

“Vemos a diario cómo el contrabando sigue; y si a nosotros nos suspendieron los permisos para expender el combustible en Colombia, para los demás también debe de haber ley”, consideró Benito Castillo, presidente del consejo administrativo de la cooperativa Ayatawacoop, que distribuía el combustible venezolano en La Guajira colombiana.

“Desde entonces sostuvimos mantenernos firmes con el cierre en la frontera, y si el Presidente dice que no pasará ni una gota de combustible, ni una gota pasará, al menos por La Raya, donde nos mantendremos vigilantes que se cumpla lA decisión del Mandatario venezolano”, expresó Celsa Graterol, líder de la cooperativa Bachamaracoop.

Rumores

En el patio del lado venezolano de la almacenadora Saiver se mantienen estacionadas 21 gandolas con producto inflamable que los indígenas aseguran que se trata de combustible.

“Los conductores dicen que se trata de químicos, pero en el tanque llevan gasolina o gasoil, para dejarlo pasar a Colombia; pero nosotros lo impediremos”, agregó Graterol.

Al respecto, el general (GN) Castor Pérez Leal, comandante del Core 3, manifestó que la carga de éstas unidades es de derivados del petróleo para la fabricación de detergentes y plásticos, las cuales se encuentran bajo potestad aduanera.

Recalcó que la Guardia Nacional conjuntamente con el Seniat, realizarán la revisión de la permisología del Ministerio de Energía y Petróleo, además de las del Ministerio del Ambiente para transportar material peligroso.

Sin embargo, aún con los requisitos no podrán pasar mientras se mantenga la toma del sector La Raya.

El conductor de una de las unidades, Francisco Restrepo lamentó que cada vez sea más difícil pasar por La Raya ante la exhaustiva revisión que se les hace, además de la clausura de la entrada al vecino país.

Pérdidas

Los integrantes de la cooperativas instalaron toldos para convivir en la frontera mientras esperan respuestas del encuentro de los dos presidentes, pautado para este jueves.

Mientras tanto, dejan de entrar al Zulia a diario, 250 toneladas de verduras y hortalizas del vecino país, y la misma cantidad de productos alimenticios empacados de Venezuela, según lo precisó Itala Fernández, coordinadora de la cooperativa Estrewacoop.

“Además el mercado del combustible sigue flagrante, cada vez más costoso mientras dure la crisis”, señaló Martha Ribas, una de las comerciantes del lugar.

El precio de la pimpina en la zona limítrofe asciende a 50 mil bolívares los fines de semana, puesto que la única estacion de servicio binacional de Páez cierra. El resto de los días el valor es de 20 mil en lado venezolano y 25 mil en Maicao.

“El conflicto le da vida al mercado negro porque la mayoría de los pobladores de esta zona lo que saben el vender gasolina”, comento la comerciante.


Voces

Juan González 45 años. Chofer de combustible de las cooperativas. “Dejamos de ganar 100 mil Bs. por viaje y tenemos muchos días sin trabajar”

Luz Arévalo 47 años. Vendedora de comida en La Raya. “La crisis nos afecta a todos, porque los vendedores de gasolina son los que nos compran”

Richard Pitri Tuve que pasar a pie desde el peaje por la toma de la frontera, sin contar con la especulación de los carretilleros para llevar los equipajes”


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