En distintos tonos, el gobierno, la Concertación y la derecha valoraron el documento donde el general Cheyre asume la responsabilidad institucional por las violaciones a los DD.HH. En tanto, familiares y abogados esperan que el gesto se traduzca en avances judiciales y emplazaron a las otras ramas de las FF.AA. a seguir el camino del Ejército, expresa esta tarde La Nacion.cl.

Impacto causó en la Concertación y en la derecha, y entre familiares de las víctimas del régimen de Augusto Pinochet, la declaración del comandante en Jefe del Ejército, general Juan Emilio Cheyre, en que asume, “como institución”, los “hechos punibles y moralmente inaceptables” cometidos al amparo de la dictadura y descarta cualquier excusa que los justifique, aunque insiste en que la rama se dio en un “escenario de conflicto global”.

Los únicos que esta mañana no estaban sorprendidos con las expresiones, calificadas por muchos como “históricas”, eran las autoridades de gobierno que esperaron que fuera el propio Presidente Ricardo Lagos, quien entregara la opinión de La Moneda ante el mea culpa del jefe castrense cuya publicación, de acuerdo a lo que reconoció el Mandatario, era conocida de antemano por el Ejecutivo.

“El Ejército de Chile ha dado a conocer, a través de su comandante en jefe, la nueva visión institucional respecto a las tareas de seguridad e inteligencia, la cual se aleja y deja atrás las visiones propias del tiempo de la guerra fría”, dijo Lagos, para quien “esta nueva visión es la continuación de un proceso de cambio gradual, que se relaciona con la modernización institucional, y con su plena integración a los tiempos democráticos que vive Chile”.

En Brasil, en donde terminaba su participación en la cumbre del Grupo de Río, señaló su “satisfacción y orgullo que el Ejército de Chile señale con meridiana claridad que respecto de las violaciones a los derechos humanos nunca, y para nadie, pueden tener justificación ética, incluso en el contexto de un pasado en el cual se produjo una profunda división en la sociedad chilena, de la cual el Ejército –como él nos lo recuerda- no pudo sustraerse”.

Concertación considera avance y emplaza a la UDI

En el conglomerado oficialista, las ex ministras Michelle Bachelet y Soledad Alvear, las figuras de ese sector mejor evaluadas para representarlo en las próximas presidenciales, saludaron los dichos de Cheyre.

La ex ministra de Defensa, dijo que las palabras conocidas hoy son “la expresión, por cierto, del alto mando, aquí en las estructuras militares los comandantes en jefe mandan, pero consultan con los altos mandos las determinadas decisiones, así como en los niveles estratégicos... creo que expresan un sentir general'.

Por su parte, la ex titular de Exteriores consideró que 'a pocos días o semanas de conocer un informe que va a ser de fuerte impacto en nuestro país, como es el informe sobre las torturas, que él [Cheyre] haya tenido la valentía ahora de señalar lo que dijo me parece de una enorme valoración'.

En el PS, su presidente Gonzalo Martner, dijo que 'valora enormemente' el texto y lo saluda, calificándolo además 'de valiente e histórico'. 'Efectivamente hay una responsabilidad institucional del Ejército en la violación a los derechos humanos y esa responsabilidad se ejerció con una orientación que el Ejército nos dice que no comparte en absoluto, porque entiende que jamás debe torturar a nadie y que bajo ninguna circunstancia deben violarse los derechos humanos', indicó.

En tanto, el PPD, en voz de su timonel Víctor Barrueto, se mostró complacido con la declaración, y señaló que “lo que uno espera ahora es que aquellos que han evitado constantemente pronunciarse y asumir la responsabilidad y hacer los reconocimientos de que respaldaron un sistema que institucionalmente violaba los derechos humanos, me refiero a la UDI, lo hagan”.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Pablo Lorenzini [DC], valoró el intento del general Juan Emilio Cheyre, de conciliar posiciones en materia de derechos humanos.

Sin embargo, considera que es mejor que “no le demos más de lo necesario al documento del general Cheyre. No veo una responsabilidad mayor, es una forma de atenuar, una forma de decir superemos esto, dejémoslo de lado. Es un avance, porque por lo menos es algo por escrito de un comandante de jefe, cosas que normalmente han costado mucho, y nunca se hicieron en el tiempo de Augusto Pinochet”.

El titular de la Cámara Baja indicó que no sabe si este documento del general Cheyre va a ayudar realmente a sanar un poco las heridas de esa época, porque 'en el caso de alguien que realmente pasó problemas serios de vida, tortura o fue asesinado, no sé si es fácil perdonar y olvidar''.

Cautela en la derecha

En la derecha, Alberto Cardemil, diputado de Renovación Nacional [RN], reconoció que la declaración del general Cheyre fue un acto valiente, pero enfatizó que es 'bastante escéptico respecto de encontrar un camino para solucionar estos problemas' de Derechos Humanos.

“No creo que esto nos deje más cerca de una solución [...]'cada uno tiene que hacer lo que corresponda, no soy militar, los militares tendrán que hacer lo que corresponda, los civiles de la época que tenían responsabilidades políticas el 11 de septiembre de 1973 ... tendrán que hacer lo suyo”, agregó quien fuera subsecretario del Interior del régimen militar entre 1986 y 1989.

En la UDI, partido que surgió con una clara identificación con la dictadura, su vicepresidente el senador Andrés Chadwick, dijo que “al mismo tiempo, así como han sido declaraciones honestas, transparentes y que enorgullecen al Ejército, creo que él [Cheyre] ha aportado antecedentes que nos permiten ponderar las situaciones vividas en el pasado con justo equilibrio'.

Familiares de Víctimas: la deuda persiste

Quienes no compartieron la satisfacción general por los dichos de Cheyre, fueron los familiares de quienes sufrieron las violaciones a los derechos humanos que el jefe del Ejército asumió como responsabilidad institucional.

La vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz, dijo que 'esto es un paso importante, pero no es trascendente para nosotros, pues para las organizaciones de derechos humanos es más importante que el Ejército se decida a entregar la información que falta a los tribunales para así encontrar a nuestros familiares'.

'Siempre hemos sostenido que las Fuerzas Armadas fueron las que dieron un golpe de Estado, las que violaron los derechos humanos, situación negada por tantos años, y ahora el tiempo nos ha dado la razón en el sentido de que en Chile hubo una política de exterminio de opositores por el sólo hecho de pensar en forma distinta. Se les detuvo, torturó, asesinó y luego se le hizo desaparecer. También, supimos con el tiempo que se les saco de donde estaban enterrados para hacerlos desaparece por segunda vez', agregó la dirigenta.

Mientras, la abogada de Derechos Humanos, Pamela Pereira, junto con calificar el hecho como “histórico” aprovechó la ocasión para llamar a otras ramas a que asuman una actitud similar a la del Ejército. 'Acá también hay otras instituciones de las Fuerzas Armadas que probablemente van a tener que pronunciarse una vez que el informe de la Comisión sobre Tortura se haga público [...] Uno, razonablemente, espera que las otras ramas de las Fuerzas Armadas tengan también la valentía, y todos lo vamos a entender muy bien, de tomar decisiones, que por dolorosas que sean, van a hacerle muy bien a la unidad de Chile', emplazó.

De inmediato puso los ojos en la Armada y, en particular, en el buque escuela Esmeralda. 'La Armada va a tener que hacerse cargo de algo que, a mi juicio, es de la mayor sensibilidad y que tiene que ver con los testimonios que dan cuenta de las torturas en la 'Esmeralda'. Esa realidad es tan violenta que no ha permitido que el buque insignia recupere su dignidad y hoy es un buque que se pasea por las aguas del mundo en que la dignidad suya está manchada [...] Se requiere que la Armada tome una decisión sobre la existencia de la 'Esmeralda'... ', apuntó.

Además, consideró que la declaración puede 'tener consecuencias' relevantes en los procesos por este tipo de delito pues 'cambia cualitativamente' el escenario en el que se movían, hasta ahora, los inculpados.